sábado, mayo 9

Gobierno Provisional llama a socialistas a tomar parte activa en el gobierno

Petrogrado (26 de abril de 1917).- Las manifestaciones del 20-21 de abril han provocado una seria crisis de gobierno. A sólo dos meses de la caída del zarismo, el país parece acelerar su proceso de desintegración. El gobierno ha emitido un llamado a la nación declarando que no puede seguir gobernando en las actuales condiciones y que desea convocar a "los representantes de aquellas fuerzas creativas del país que hasta ahora no han tomado parte directa e indirectamentamente" en la administración del Estado.

Los analistas políticos estiman que este llamado está dirigido a dos fuerzas fundamentales en el manejo del país: los líderes del Soviet de Petrogrado que tienen en sus manos el poder político y militar en el que se basa el actual Gobierno Provisional y la comunidad empresarial, principalmente de Petrogrado.

Con el propósito de establecer relaciones claras entre ambos cuerpos políticos, el Gobierno Provisional y el Soviet de Petrogrado han venido reuniéndose en el Palacio Mariinsky. Los representantes del gobierno sienten que la confianza de la mayoría de la población en el gobierno ha venido sufriendo una creciente merma como resultado de una activa campaña de partidos socialistas radicales que se ha venido presenciando desde hace dos semanas. Muchos ven una relación entre esta campaña y la reciente llegada a Rusia del líder bolchevique Nicolás Lenin.

Algunos han sido más directos y han nombrado a los "leninistas" como los responsables de estas revueltas y de la agitación en el campo.

Los líderes del Soviet no se ven muy inclinados a aceptar el llamado del Gobierno Provisional a tomar parte activa en el manejo de los destinos del país.

La debilidad de Kámenev por la monarquía

Kámenev, Trotsky y Zinoviev en una sesión de la Internacional

El siguiente es un extracto de las actas de una reunión del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista en 1926. Es la intervención de Stalin contando un hecho sucedido a fines de febrero de 1917, cuando se encontraba en el exilio en Siberia con Kámenev y otros.

El zar Nicolás II había abdicado en favor de su hermano el gran duque Mijaíl. Las expectativas estaban puestas en la decisión del gran duque de aceptar o no la Corona. La fuerza de la Revolución de Febrero convenció a Mijaíl de que la suerte del zarismo estaba echada. Al rechazar la Corona, el júbilo se generalizó en toda Rusia. En el exilio siberiano, algunos decidieron enviar un telegrama al hermano de Nicolás II felicitándolo por su "magnanimidad y civismo" al haber rechazado la corona que dejó el zar al abdicar. Se dice que Kámenev fue uno de los firmantes. Por ese motivo, según Stalin, Lenin tuvo que defender a Kámenev en la VII Conferencia del Partido para que pudiera ser elegido al Comité Central.

“Las cosas tomaron lugar en 1917, después de la Revolución de Febrero, en Achinsk, donde el camarada Kámenev y yo estábamos exiliados. Teníamos un almuerzo o una reunión, no recuerdo con precisión, pero en esa reunión un grupo de ciudadanos, incluyendo Kámenev, envió un telegrama a Mijaíl Romanov…
[Kámenev grita desde su asiento: ‘Reconoce que estás mintiendo, ¿por qué no lo reconoces?’]. Cállate, Kámenev. [Kámenev grita de nuevo: ‘Reconoce que estás mintiendo’]. Cállate, Kámenev, o será peor para ti. [El presidente, E. Thalmann, llama a Kámenev al orden]. El telegrama a Romanov, como primer ciudadano de Rusia, fue enviado por un grupo de comerciantes más el camarada Kamenev. Yo lo escuché al día siguiente del mismo camarada Kámenev que vino a verme y me dijo que había hecho algo estúpido. [Kámenev de nuevo grita desde su asiento: 'Estás mintiendo. Yo nunca te dije tal cosa’] El telegrama fue publicado en todos los periódicos excepto los bolcheviques. Ese es el hecho número uno.

Ahora el hecho número dos. Teníamos nuestra conferencia del partido en Petrogrado, en abril, y los delegados debatían si, en vista del telegrama, era recomendable elegir a Kámenev al Comité Central. Dos reuniones privadas de bolcheviques tuvieron lugar, en los que Lenin defendió a Kámenev, argumentando con cierta dificultad para ubicarlo como suplente del Comité Central. Sólo Lenin podía salvar a Kámenev. Yo también lo defendí en ese entonces.

Ahora el hecho número tres. Es perfectamente cierto que
Pravda apoyó el repudio que el camarada Kamanev publicó, porque era la única forma de salvarlo y de defender al Partido de los ataques enemigos. Pueden ver, entonces, que el camarada Kámenev es bastante capaz de mentir y engañar a la Comintern.

Sólo dos palabras más. Como el camarada Kámenev ha intentado, débilmente, negar este hecho, me permitirán reunir las firmas de aquellos que participaron en la Conferencia de Abril e insistieron en mantener al camarada Kámenev fuera del Comité Central debido al telegrama.
[Trotsky desde su asiento: ‘Sólo faltará la firma del camarada Lenin’] ¡Camarada Trotsky, usted debe quedarse callado! [Trotsky: ‘¡Usted no puede asustarme, usted no puede asustarme!’] Usted está contra le verdad y es a la verdad a quien debe temer. [Trotsky: ‘Usted habla de la verdad stalinista, que es ruda y desleal’] Estoy recolectando las firmas así como el telegrama firmado por Kámenev.” (Archivo del CE de la Comintern)

Extracto de las actas tomado de “Stalin: Triumph and Tragedy” por Dmitri Volkogónov, Grove Weidenfeld, New York, 1991, pp. 14-15. Traducción propia.

Las actas reflejan la lucha entre la mayoría del Partido bolchevique dirigida por Stalin y la "oposición unificada" encabezada por Trotsky, Kámenev y Zinoviev. Las actas dejan ver además el clima tenso de las sesiones y el lenguaje áspero utilizado por los participantes de todos los bandos. Mayores ejemplos de esa "aspereza" se pueden observar en las actas del Buró Político del Comité Central que ahora están en custodia del Instituto Hoover. He aquí algunos ejemplos extraídos del artículo "Viendo a Stalin ganar" de dicho instituto:

Presidente: El camarada Yaroslavsky tiene la palabra.
Trotsky: El camarada Stalin habló 25 minutos.
Presidente: Exactamente 20 minutos.
Trotsky: El camarada Stalin habló 24 minutos.
Presidente: Su reloj debe ser más confiable que el sol. El camarada Yaroslavsky tiene la palabra.
*******
Rudzutak: Camarada Trotsky, sé que usted tiene un poderoso cerebro pero está colocado en el cuerpo de un tonto. Entonces, déjeme en paz por lo menos una vez.
Trotsky: Su sabiduría es ya mejor conocida que sus limitados talentos administrativos que son discutidos en todas partes aún por el mismo Stalin.
*******
Stalin: Yo escribí esto en la prensa y nadie me contradijo. Durante los más críticos momentos de la guerra civil, nosotros lidiamos con nuestros más formidables enemigos, nosotros mismos, sin Trotsky y a pesar de Trotsky...
Trotsky: Publiquemos toda la correspondencia de Lenin. Probará que yo estoy en lo cierto...
Stalin: Yo no lo interrumpí y usted no puede interrumpirme.
Trotsky: Usted siempre tiene la última palabra.
Stalin: Usted está mintiendo porque es un lamentable cobarde que teme la verdad.
*******
Kámenev: Ustedes nos dicen que quieren que admitamos fraccionalismo y que paremos y desistamos. Nosotros hemos formulado nuestra respuesta lo mejor que hemos podido. (Risas). No entiendo por qué se están riendo ustedes. Honestamente dijimos que nos subordinaremos.

D.R.

viernes, mayo 8

Stalin: La Conferencia en el Palacio Mariinsky

Spandarián y Stalin, miembros del CC, en Siberia. Spandarián murió poco antes de la revolución de 1917

Pravda Nº 40 del 25 de abril (8 de mayo) de 1917

La prensa burguesa ha publicado ya una información acerca de la Conferencia del Comité Ejecutivo del Soviet de Diputados Obreros y Soldados con el Gobierno Provisional. Esta información, que, en general, no es... exacta, en algunos lugares desvirtúa abiertamente los hechos y desorienta al lector. Y no hablemos ya de esa manera particular de presentar las cosas propias de la prensa burguesa. Por eso es necesario restablecer la verdad de lo ocurrido en la Conferencia.

El propósito de la Conferencia era aclarar las relaciones entre el Gobierno Provisional y el Comité Ejecutivo con motivo de la nota del ministro Miliukov, nota que ha venido a agudizar el conflicto.

Abrió la Conferencia el primer ministró Lvov. Su discurso de apertura se redujo a lo siguiente: hasta los últimos tiempos en el país se tenía confianza en el Gobierno Provisional y las cosas marchaban satisfactoriamente. Pero ahora esa confianza ha desaparecido e incluso hay resistencia. Esto se ha dejado sentir, sobre todo, en la última quincena, durante la cual círculos socialistas bien conocidos han desencadenado una campaña de prensa contra el Gobierno Provisional. Así no se puede continuar: Es preciso que el Soviet de Diputados Obreros y Soldados apoye resueltamente al gobierno. De lo contrario, dimitiremos.

Siguieron luego los “informes” de los ministros (Guerra, Agricultura, Vías de Comunicación, Hacienda, Negocios Extranjeros); Guchkov, Shingariov y Miliukov hablaron con mayor claridad que el resto de los ministros. Los demás se limitaron a repetir las conclusiones de los primeros.

El ministro Guchkov se dedicó a argumentar en su discurso el conocido punto de vista imperialista respecto a nuestra revolución, según el cual la revolución en Rusia debe ser considerada como un medio para la “guerra hasta el fin”. Yo estaba convencido -dijo Guchkov- de que la revolución en Rusia era necesaria para evitar la derrota. Yo quería que la revolución creáse un nuevo factor de victoria, y confiaba en que lo crearía. Defensismo en el amplio sentido de la palabra, defensismo no sólo para el presente, sino también para el futuro; ése es nuestro objetivo. Pero en las últimas semanas han ocurrido diversos hechos que agravan la situación... “La patria está en peligro”... La causa principal es el “torrente de ideas pacifista” predicadas por ciertos círculos socialistas. El ministro dio a entender con claridad meridiana que es preciso poner freno a esas prédicas y restablecer la disciplina; y para ello se necesita el concurso del Comité Ejecutivo...

El ministro Shingariov pintó un cuadro de la crisis de subsistencias en Rusia... La cuestión principal no es la nota ni la política exterior, sino el problema del pan: de no resolver el problema del pan, nada podrá resolverse. Desempeñan un papel de importancia en la agudización de la crisis de subsistencias el mal estado de los caminos por causa del deshielo y otros fenómenos pasajeros. Pero Shingariov estima que la causa principal reside en el “deplorable hecho” de que los campesinos “han empezado a ocuparse del problema de la tierra”, labran los campos de los terratenientes sin el permiso de éstos, sacan de las fincas de los terratenientes a los prisioneros de guerra y, en general, se entregan a “ilusiones” agrarias, Este movimiento de los campesinos -nocivo, en opinión de Shingariov- es “atizado” por la agitación de los “leninistas” en favor de la confiscación de la tierra y por su “fanática ceguera partidista”. “La dañina agitación que parte del Palacio de Kshesínskaia”, ese “nido de ponzoña”, debe ser cortada... Una de dos: o el actual Gobierno Provisional, gozando de toda la confianza, en cuyo caso se debe poner fin a los “excesos” agrarios, o que venga otro Poder cualquiera,

Miliukov. La nota no refleja mi opinión particular, sino la de todo el Gobierno Provisional. La cuestión de la política exterior se reduce a saber si estamos dispuestos a cumplir nuestros compromisos para con los aliados. Estamos ligados a nuestros aliados... Generalmente, se nos considera como a una fuerza útil o inútil para lograr determinados fines. En cuanto mostremos debilidad, la actitud hacia nosotros empeorará... Por eso renunciar a las anexiones es peligroso... Necesitamos vuestra confianza, otorgádnosla; entonces habrá entusiasmo en el ejército y emprenderemos una ofensiva en interés de la unidad del frente; entonces presionaremos a los alemanes y los distraeremos de los franceses y los ingleses. Así lo exigen nuestros compromisos con los aliados. Ya veis -concluyó Miliukov- que en esta situación, y dado nuestro deseo de no perder la confianza de los aliados, la nota no podía, ser otra.

Así, pues, los extensos discursos de los ministros quedaron reducidos a unas breves tesis: el país atraviesa una grave crisis; la causa de esa crisis es el movimiento revolucionario; y la salida de la crisis, poner freno a la revolución y continuar la guerra.

Resulta que para salvar al país es necesario: 1) sujetar a los soldados (Guchkov), 2) sujetar a los campesinos (Shingariov), 3) sujetar a los obreros revolucionarios (todos los ministros), que desenmascaran al Gobierno Provisional. Apoyadnos en esta difícil tarea, ayudadnos a hacer una guerra ofensiva (Miliukov), y todo marchará bien. De lo contrario, dimitiremos.

Esto es lo que han dicho los ministros.

Es muy característico que esos discursos archiimperialistas y contrarrevolucionarios de los ministros no hayan sido combatidos por Tsereteli, el representante de la mayoría del Comité Ejecutivo. Asustado porque los ministros habían planteado tan agudamente la cuestión, perdida la cabeza ante la perspectiva de que pudieran dimitir, Tsereteli les rogó en su discurso que hicieran una concesión, aún posible, publicando una “aclaración” a la nota, redactada en un espíritu conveniente, por lo menos para el “consumo interior”. “La democracia –dijo Tsereteli- apoyará con toda su energía al Gobierno Provisional” si consiente en hacer esa concesión, en el fondo puramente verbal.

El deseo de velar el conflicto entre el Gobierno Provisional y el Comité Ejecutivo, la disposición de hacer concesiones con tal de mantener el compromiso, sirvieron de hilván a los discursos de Tsereteli.

Diametralmente opuesto fue el discurso de Kámenev. Si el país se encuentra al borde de la catástrofe, si sufre una crisis económica, una crisis de subsistencias, etc., la salida no reside en la continuación de la guerra, cosa que únicamente puede agravar la crisis y devorar los frutos de la revolución, sino en poner fin a la guerra cuanto antes. A juzgar por todo, el presente Gobierno Provisional no es capaz de imponerse, la tarea de acabar con la guerra, pues aspira a una “guerra hasta el fin”. Por eso la salida está en el paso del Poder a otra clase, capaz de sacar al país del atolladero...

Cuando Kámenev terminó de hablar, desde los asientos de los ministros partieron gritos: “¡En ese caso, tomad el Poder!”.

K. Stalin

Kerensky sobre la crisis de abril

Palacio Mariinsky, sede del Gobierno Provisional desde marzo de 1917

... El 25 de abril [12 de abril del antiguo calendario], tarde en la noche, informé a la prensa que el Gobierno Provisional estaba preparando considerar la cuestión de despachar la nota a los aliados informándoles de los nuevos objetivos de guerra de Rusia, como lo anunció el Gobierno Provisional el 9 de abril [27 de marzo].

De algún modo, mi declaración apareció en la prensa del día siguiente en forma distorsionada. Anticipándose a los hechos, los periódicos anunciaron que el gobierno ya estaba discutiendo la nota para los aliados.

Algunos de los miembros del gobierno ya habían decidido llevar esta cuestión ante el gabinete entero. Sin embargo, ninguna discusión del gabinete como un todo había tenido lugar.

Por esta razón, el Ministro de Asuntos Exteriores estuvo bastante justificado en demandar del Gobierno Provisional una negativa oficial. El 27 de abril [14 de abril], los periódicos informaron: “El gobierno no ha discutido ni está preparando ninguna nota sobre la cuestión de los objetivos de guerra”.

La negativa provocó una verdadera tempestad. Como estaba previsto, Miliukov fue obligado a aceptar inmediatamente el envío de la nota a los aliados sobre la cuestión de los objetivos de guerra. Pero ahora este acto asumía una importancia exagerada a los ojos del público, considerándose que había sido forzado por el Soviet y, lo que es peor, por la guarnición de Petrogrado.

Debido a la seriedad de la situación, la nota para los aliados sobre los objetivos de guerra fue editada por todo el gabinete. Pasamos la noche entera haciendo eso en la oficina del Ministro de Guerra Guchkov que estaba muy enfermo. El contenido de la nota habría satisfecho a los más violentos críticos del “imperialismo” de Miliukov. De cualquier manera, lo que se desarrolló fue una ruptura psicológica que nos costó mucho. La falta de confianza y la hostilidad hacia Miliukov en el Soviet y en los círculos democrático-revolucionarios en general era tan grande que estos elementos no fueron capaces de considerar y captar los contenidos de la nota. La histeria revolucionaria empezó.

En una sesión especial, el Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado aprobó una resolución de agria protesta contra la nueva declaración “imperialista” del Gobierno Provisional, y Lenin que recién había llegado de Suiza, se apuró en enviar a sus lugartenientes a las barracas.

El 3 de mayo [20 de abril], el Regimiento de Guardias Finlandés salió a las calles de Petrogrado. Completamente armados, con banderas rojas y letreros denunciando al Gobierno Provisional, particularmente a Miliukov y Guchkov, las tropas marcharon hacia el Palacio Mariinsky. En toda la ciudad aparecieron destacamentos armados de obreros y soldados. El gobierno no estaba en ese momento en el Palacio Mariinsky que estaba rodeado por la turba armada, sino en la Moika, en la oficina de Guchkov. Ahí apareció el general Kornílov, comandante del distrito militar de Petrogrado para pedir el permiso del gobierno para llamar a las tropas para proteger la ciudad.

Unánimemente el gobierno declinó tal protección. Estábamos confiados de la sabiduría de muestro camino y sentimos que la población no permitiría ningún acto de violencia contra el gobierno.

Y, en verdad, el mismo día apareció una explicación del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados declarando que no había convocado a las tropas a manifestarse contra el gobierno. Antes de esto, inmensas multitudes habían aparecido en las calles en una gran demostración en honor del Gobierno Provisional y, particularmente, de Miliukov.

La primera movilización de las fuerzas bolcheviques terminó algo ridículamente para Lenin, pero no sin el sacrificio de unas vidas como resultado del tiroteo en las calles. El derramamiento de sangre inocente tuvo también un efecto moderador sobre los líderes de la democracia revolucionaria. Los jefes del Soviet rápidamente repudiaron la aventura bolchevique. Sobre la base de un acuerdo entre esos líderes del Soviet que eran leales al gobierno y este último, el gobierno hizo público el 4 de mayo [21 de abril], una explicación de la nota del Ministro de Asuntos Extranjeros del 1 de mayo [18 de abril].

De hecho, esta explicación no explicaba nada porque no había nada que explicar. Lo que hizo fue enfatizar los puntos de importancia desde el punto de vista de la sicología popular. El gobierno había señalado que su nota iba a ser enviada con el acuerdo unánime de todos los miembros del gabinete. En otras palabras, los Soviets y los comités armados fueron informados que en esto Miliukov y Kerensky estaban en completo acuerdo. Ninguno de los ministros quiso rehusar la solidaridad con Miliukov como miembro del Gobierno Provisional pero el Ministerio de Asuntos Exteriores tenía que encargarse, nada menos, a alguien que fuese capaz de conducir la política exterior de la nación con métodos más elásticos. Tal fue la opinión de todo el Gobierno Provisional con la excepción de uno o dos. La cuestión de reajustar portafolios en el gobierno fue formalmente presentada por mí.

Tomado de The Catastrophe de Alexander F. Kerensky, 1927. Traducción propia. Resaltados en negrita nuestros.

jueves, mayo 7

Lenin inaugura VII Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique

Estatua de Lenin en la Estación Finlandia


Petrogrado (24 de abril de 1917).- Se inició hoy la VII Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique. Los delegados bolcheviques de todo el país estarán reunidos hasta el 29 del presente, definiendo la línea política de su Partido en la presente revolución. Es la primera reunión nacional del bolchevismo desde su VI Conferencia de 1912 realizada en Praga.

Para este importante evento, las diferentes regiones de Rusia realizaron sus conferencias locales, particularmente relevantes fueron las conferencias celebradas en Petrogrado y Moscú.

La VII Conferencia fue inaugurada por Lenin quien dio un breve discurso que a continuación reproducimos:

“Camaradas, nos hemos reunido aquí como la primera conferencia del partido proletario en condiciones de la revolución rusa y en desarrollo de la revolución mundial. Se está acercando el momento en que la afirmación de los fundadores del socialismo científico y la unánime predicción de los socialistas reunidos en el Congreso de Basilea de que la guerra mundial conduciría inevitablemente a la revolución, sea probada como correcta en todas partes.

En el siglo XIX, Marx y Engels, siguiendo los movimientos proletarios en varios países y analizando las posibles perspectivas de una revolución social, repetidamente establecieron que los roles en general serían distribuidos entre esos países en proporción y de acuerdo con sus características nacionales históricamente condicionadas. Ellos expresaron su idea brevemente así: el obrero francés empezará y el alemán lo terminará.

El gran honor de empezar la revolución ha recaído en el proletariado ruso. Pero el proletariado ruso no debe olvidar que su movimiento y revolución son sólo parte de un movimiento proletario revolucionario mundial, que en Alemania, por ejemplo, está ganando fuerza con cada día que pasa. Sólo desde este ángulo podemos definir nuestras tareas.

Declaro la Conferencia de Toda Rusia inaugurada. Por favor propongan sus candidatos para la elección del Comité Presidencial”.

Inmediatamente después de las cuestiones formales sobre la conducción de la Conferencia, Lenin presentó su Informe sobre la Situación Actual. Lenin abordó tres puntos centrales: la actitud ante el Gobierno Provisional y el poder dual, la cuestión de la Guerra y el análisis de la situación actual.

Lenin presentó como propuesta la Resolución sobre la actitud ante el Gobierno Provisional aprobada en la Primera Conferencia de la Ciudad de Petrogrado realizada hace pocos días atrás. Lenin puso énfasis en el análisis de clase a la hora de abordar la naturaleza del Gobierno Provisional y el entrelazamiento de poderes, criticó como incorrecta la definición general que califica al gobierno simplemente como “contrarrevolucionario”.

De igual forma, al tratar la cuestión de la guerra caracterizó a la presente guerra mundial como imperialista de parte de todos los bandos en disputa, estableciendo que la transferencia de poder en Rusia –del zarismo al gobierno de los terratenientes y capitalistas- no ha cambiado tal apreciación, más aún cuando este último ha reafirmado los objetivos de la guerra y las obligaciones de Rusia establecidos por el zar Nicolás II. Puso en claro que la tarea de los bolcheviques debe ser persuadir a las amplias masas que defienden honestamente el “defensismo revolucionario”, que deben ganarse al campesinado que ahora está de lado de los capitalistas. Lenin aclaró que si bien la consigna de convertir la guerra imperialista en guerra civil es correcta, en el momento actualen tanto que el gobierno no recurra a la violencia– la guerra civil se torna en una pacífica, prolongada y paciente propaganda. Otra idea central fue que para poner fin a la guerra, el poder del Estado debe pasar a la clase revolucionaria.

Al hablar sobre la situación actual, Lenin abordó, a su vez, tres puntos: la definición objetiva de la situación creda por la guerra imperialista, el estado del movimiento proletario internacional y las tareas de la clase obrera rusa cuando el poder pase a sus manos. Partiendo del hecho de que la revolución rusa ha creado los Soviets y de que estas cubren todo el país, Lenin declaró que los Soviets deben tomar el poder para dar los primeros pasos concretos hacia la transición al socialismo. La primera medida que deberán tomar los Soviets debe ser la nacionalización de la tierra. La segunda medida debe ser predicar el socialismo, no “introducir” el socialismo. Si se dice “No Zar sino dictadura del proletariado”, esto significaría ignorar a la pequeña burguesía.

Una de las afirmaciones importantes de la intervención de Lenin fue cuando dijo que el Gobierno Provisional debe ser derrocado, pero no ahora y no en la forma usual, que en el momento actual se debe “explicar” la línea del partido a las masas, “esta es la única cosa que podemos hacer” debido a que los bolcheviques son minoría. En el momento actual, la consigna “Abajo el Gobierno Provisional” es aventurerista, los bolcheviques deben promover “manifestaciones pacíficas”. Lenin crítico a los camaradas que siguieron una posición "un poquitín más a la izquierda" en la crisis política de este mes de abril.

Después del informe de Lenin se dio el debate sobre los temas propuestos. Es evidente que las posiciones en el Partido se han acercado a las propuestas por Lenin desde que llegó a Petrogrado. Aún existen matices, como los de Kámenev; sin embargo, Lenin dice: “pienso que nuestras diferencias con el camarada Kámenev no son muy grandes”, “él ha cambiado su posición”.

miércoles, mayo 6

Lenin: Lecciones de la crisis

Pravda Nº 38 del 23 de abril (6 de mayo) de 1917
Escrito el 22 de abril (5 de mayo)

Petrogrado y toda Rusia han pasado por una seria crisis política, la primera crisis política desde la revolución.

El 18 de abril, el Gobierno Provisional emitió su infelizmente notoria Nota que confirma los objetivos depredadores de la guerra, tan claramente como para provocar la indignación de las masas que honestamente han creído en el deseo (y la capacidad) de los capitalistas de “renunciar a las anexiones”. El 20-21 de abril, Petrogrado estuvo en revuelta. Las calles estaban atestadas; día y noche grupos de gente deambulaban y mítines de varios tamaños brotaron por todos lados; grandes marchas y manifestaciones callejeras continuaron sin descanso. Ayer en la noche, 21 de abril, la crisis o, mejor dicho, la primera etapa de la crisis, aparentemente ha llegado a su fin con el Comité Ejecutivo del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, y con el Soviet mismo, declarándose satisfecho con las “explicaciones”, las enmiendas a la Nota y las “elucidaciones” hechas por el gobierno (que de hecho se redujo a frases vacías que no decían absolutamente nada, que no cambiaban nada y que no comprometían al gobierno en nada). Ellos consideraron el “incidente resuelto”.

Si las masas consideran el “incidento resuelto”, el futuro lo dirá. Nuestra tarea de hoy es hacer un cuidadoso estudio de las fuerzas, las clases, que se revelaron en la crisis, y sacar las lecciones relevantes para nuestro partido proletario. Porque éste es el gran significado de todas las crisis: ellas ponen de manifiesto lo que ha estado oculto; ellas hacen a un lado todo lo que es relativo, superficial y trivial; ellas barren la basura política y revelan los verdaderos resortes de la lucha de clases.

Estrictamente hablando, el 18 de abril, el gobierno capitalista simplemente reiteró sus notas anteriores en que la guerra imperialista estaba revestida de ambiguedades diplomáticas. Los soldados estaban furiosos porque creían honestamente en la sinceridad e intenciones de paz de los capitalistas. Las manifestaciones empezaron como manifestaciones de soldados, bajo la contradictoria, equívoca e inocua consigna: “Abajo Miliukov” (¡como si un cambio de personas o grupos pudieran cambiar la sustancia de la política!).

Esto significa que la amplia, inestable y vacilante masa, que esta más cerca del campesinado y cuya científica definición de clase es pequeña burguesía, se alejó de los capitalistas hacia los obreros revolucionarios. Fue la oscilación o el movimiento de esta masa, suficientemente fuerte para ser un factor decisivo, lo que causó la crisis.

Y fue en este punto en que otros sectores empezaron a agitarse: no el medio sino los elementos extremos, no la pequeña burguesía intermediaria sino la burguesía y el proletariado, empezaron a salir a las calles y a organizarse.

La burguesía tomó la Avenida Nevsky –o la Avenida “Miliukov” como un periódico la llamó– y los barrios adyacentes de la próspera Petrogrado, la Petrogrado de los capitalistas y de los funcionarios gubernamentales. Empleados, estudiantes y “las clases medias” se manifestaron a favor del Gobierno Provisional. Entre las consignas que aparecieron frecuentemente en las banderolas estaba “Abajo Lenin”.

El proletariado se concentró en sus propios centros, los suburbios de la clase obrera, bajo las consignas y llamamiengtos del Comité Central de nuestro Partido. El 20-21 de abril, el Comité Central adoptó resoluciones que fueron pasadas inmediatamente al proletariado a través de las organizaciones del Partido. Los obreros incursionaron en los distritos pobres y menos centrales, y luego en grupos llegaron a Nevsky. Por su carácter masivo y su solidaridad, estas manifestaciones fueron muy diferentes de los de la burguesía. Muchas banderas llevaban la inscripción “Todo el poder al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados”.

En Nevsky, hubo enfrentamientos. Las manifestaciones “hostiles” se arrancaron, una a la otra, las banderas. El Comité Ejecutivo recibió por teléfono noticias de varios lugares en que hubo disparos de ambos lados, que hubo muertos y heridos; pero la información era extremadamente contradictoria y no confirmada.

La burguesía dio gritos acerca del “espectro de la guerra civil”, expresando asi su temor de que las verdaderas masas, la real mayoría de la nación, pueda tomar el poder. Los líderes pequeño burgueses del Soviet, los mencheviques y los narodniks –que desde la revolución en general y durante la crisis en particular, no han definido política de partido– permitieron ser intimidados. En el Comité Ejecutivo casi la mitad de los votos estuvieron contra el Gobierno Provisional, en la vispera de la crisis, pero ahora treinticuatro votos (con diecinueve en contra) están a favor de regresar a la política de confianza en y acuerdo con los capitalistas.

Y el “inicidente” fue considerado “resuelto”.

¿Cuál es la esencia de la lucha de clases? Los capitalistas están por dilatar la guerra con la cobertura de frases vacías y falsas promesas. Ellos están atrapados en los engranajes del capital bancario ruso, anglo-francés y americano. El proletariado, representado por su vanguardia consciente, está por la transferencia del poder a la clase revolucionaria, la clase obrera y el semiproletariado, por el desarrollo de la revolución de los obreros del mundo –una revolución que está claramente desarrollándose en Alemania–, y por la finalización de la guerra por medio de tal revolución.

La vasta masa del pueblo, principalmente la pequeña burguesía, que aún cree en los líderes mencheviques y narodniks y que ha sido absolutamente intimidada por la burguesía y está siguiendo su política, aunque con reservas, está oscilando ahora a la derecha, ahora a la izquierda.

La guerra es terrible, ha golpeado a la mayoría del pueblo más que a todos; es ese pueblo que se está dando cuenta, aunque vagamente todavía, que la guerra es criminal, que está siendo llevada mediante la rivalidad y pelea de los capitalistas por el reparto de sus despojos. La situación mundial está envuelta más y más. La única salida es una revolución de los obreros del mundo, una revolución que está ahora más avanzada en Rusia que en ningún otro país, aunque está claramente en maduración (huelgas, fraternización) también en Alemania. Y el pueblo está vacilando: vacilando entre la confianza en sus viejos amos, los capitalistas, y el resentimiento hacia ellos; entre la confianza en la nueva clase, la única consistentemente revolucionaria, que abre el camino a un futuro brillante para todo el pueblo trabajador –el proletariado– y una vaga consciencia de su rol en la historia mundial.

Esta no es la primera vez que la pequeña burguesía y los semiproletarios han vacilado y ¡no será la última!

La lección es clara, ¡camaradas obreros! No hay tiempo que perder. La primera crisis será seguida por otras. ¡Deben dedicar todos sus esfuerzos a educar al atrasado, a hacer contacto amplio, camaraderil y directo (no sólo en los mítines) con cada regimiento y con cada grupo del pueblo trabajador que no ha abierto sus ojos todavía! ¡Todos sus esfuerzos deben ser dedicados a consolidar sus filas, organizando a los obreros de abajo arriba, incluyendo cada distrito, cada fábrica, cada barrio de la capital y sus suburbios! ¡No sean engañados por aquellos pequeño burgueses que “se comprometen” con los capitalistas, por los defensistas y por los que “apoyan”, ni por los individuos que están inclinados a estar de prisa y gritar “¡Abajo el Gobierno Provisional!” ante la mayoría del pueblo, estén solidamente unidos….

La tarea de hoy es explicar más precisamente, más claramente, más ampliamente la política del proletariado, su modo de terminar la guerra. ¡Unanse más resueltamente, más ampliamente, donde puedan, en las filas y columnas del proletariado! ¡Unanse en torno a sus Soviets y, en ellos, esfuérzense en agrupar detrás de ustedes a la mayoría, mediante la persuasión camaraderil y la reelección de miembros individuales!

martes, mayo 5

Los extremistas en el Partido Bolchevique durante la Crisis de Abril

Mítin de soldados en Petrogrado

…el 27 de marzo, el Gobierno Provisional fue forzado a publicar una declaración de los objetivos de guerra más en línea con la posición del Soviet y luego enviarlo a sus aliados como declaración oficial de política de gobierno.

Esto fue hecho el 18 de abril. Miliukov, sin embargo, intentó anular las implicancias de la declaración con una nota explicatoria afirmando que la revolución no produciría ningún debilitamiento de los esfuerzos de guerra. Por el contrario, afirmó, la Rusia revolucionaria está más inspirada que nunca por los altos ideales democráticos de los aliados y cumplirá todos sus compromisos con ellos. El texto de la nota de Miliukov llamó la atención del Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado el 19 de abril, y fue publicado en los periódicos del siguiente día. La mayoría de los líderes socialistas se sintió naturalmente traicionada mientras los volátiles obreros y soldados de la capital descargaron su furia mediante manifestaciones armadas. El 20 y 21 de abril, miles de soldados coreando consignas como “Abajo Miliukov”, “Abajo las políticas anexionistas” y aún “Abajo el Gobierno Provisional”, se manifestaron en las afueras de la sede del gobierno en el Palacio Mariinsky. Unos cuantos enfrentamientos ocurrieron entre manifestantes seguidores del gobierno y los contrarios a él, y los disturbios no terminaron hasta muy tarde del veintinuno, cuando el Soviet proclamó una prohibición de dos días a las demostraciones callejeras y el gobierno publicó una explicación –o más correctamente, una retractación– de la nota de Miliukov en la que reafirmó sus solidaridad con la posición del Soviet. La consecuencia de los días de abril fue la salida de Miliukov del gabinete y la formación del primer Gobierno Provisional de coalición, compuesto de seis socialistas y nueve “capitalistas”…

Los roles que jugaron el Comité Central Bolchevique y la organización de Petrogrado del partido en el desarrollo de la crisis de abril fueron reveladores y proféticos. Militantes de base del partido, miembros de los regimientos de la guarnición y de las fábricas, ayudaron indudablemente a provocar las manifestaciones callejeras en primer lugar, aunque el Comité Central Bolchevique no estuvo envuelto hasta después de que el movimiento se hubo encaminado. En la mañana del 20 de abril, una sesión de emergencia del Comité Central adoptó una resolución redactada ambiguamente, escrita por Lenin, que condenaba la nota de Miliukov y sugería que sólo transfiriendo todo el poder al Soviet la paz inmediata era posible, pero que era casi una invitación a los seguidores del partido a las calles. Una segunda resolución propuesta por Lenin y aprobada por el Comité Central el 21 de abril fue más directa, llamando a los agitadores bolcheviques a organizar inmediatamente mítines y manifestaciones masivos de protesta. Sin embargo, cuando el Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado resolvió prohibir las manifestaciones, los representantes bolcheviques no se opusieron a la medida.

Mientras tanto, elementos impulsivos de la organización de Petrogrado del Partido y de la Organización Militar Bolchevique adoptaron una actitud más militante. El 20 de abril, cuando las turbas enfurecidas se reunieron en las afueras del Palacio Mariinsky, algunos delegados distritales en la sesión de la tarde de la Primera Conferencia Bolchevique de la Ciudad de Petrogrado apelaron por el derrocamiento inmediato del Gobierno Provisional, y V.I. Nevsky de la Organización Militar habló en favor de movilizar las tropas, evidentemente mediante agitación en nombre de la toma del poder por el Soviet. Ludmilla Stal, una antigua bolchevique y miembro del Comité Petersburgo, intentó enfriar a los termocéfalos con la admonición de que los delegados “no deberían ser más izquierdistas que el propio Lenin”. Los delegados a la conferencia aprobaron llamar a los obreros y soldados a “organizar expresiones de su solidaridad con la resolución del CC”, es decir, su cautelosa primera resolución condenando la nota de Miliukov y sugiriendo la transferencia del poder a los Soviets.

En la reunión de la Comisión Ejecutiva del Comité bolchevique de Petersburgo, en la misma noche, sin embargo, la cuestión de derrocar al Gobierno Provisional fue reconsiderada y evidentemente atrajo creciente apoyo. El único líder identificado en los recuesntos soviéticos es S.Ia. Bogdatiev, un miembro del Comité Petersburgo de la fábrica Putilov y candidato al Comité Central bolchevique en la Sétima Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique, fue quien redactó un volante llevando la firma del Comité Persburgo llamando al derrocamiento inmediato del Gobierno Provisional, que tuvo amplia circulación el 21 de abril y fue el principal responsable de la súbita aparición entre los manifestantes de banderas leyendo “Abajo el Gobierno Provisional”...Bogdatiev y sus seguidores fueron también responsabilizados de haber agitado por el arresto del gabinete de ministros. Lenin hizo escuchar su oposición a esas actividades no autorizadas, en una declaración a la Sétima Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique el 24 de abril. Sus observaciones en esta ocasión sugirieron que la tarea de conducir a las masas a derrocar al Gobierno Provisional ahora le parecía más compleja que en los días inmediatos a su regreso a Rusia.

“No sabemos si en estos momentos turbulentos las masas oscilarán en nuestra dirección, la cuestión habría sido diferente si ellas hubieran girado repentinamente. Propusimos una manifestación pacífica pero algunos camaradas en el Comité Petersburgo introdujo una nueva consigna. La anulamos pero no pudimos pararla a tiempo, y las masas siguieron la consigna del Comité Petersburgo. Reconocemos que la consigna “Abajo el Gobierno Provisional” es aventurerista, que no podemos derrocar ahora al gobierno… Quisimos sólo un reconocimiento pacífico de las fuerzas de nuestro enemigo y no dar batalla. Pero el Comité Petersburgo tomó posición “un poquitín a la izquierda”… Moverse “un poquitín a la izquierda” en el momento de la acción fue inepto. Nosotros consideramos esto un crimen… Nosotros no permaneceríamos un minuto más en el Comité Central si permitiéramos conscientemente tal paso. Ocurrió debido a las imperfecciones en nuestra maquinaria organizativa… ¿Hubo errores? Sí, los hubo. Sólo aquellos que no actúan no cometen errores. Pero “organizar bien” es una tarea difícil”.

Extractos de "Prelude to Revolution" de Alexander Rabinowitch, Indiana University Press, 1991. Traducción propia

Culmina la Primera Conferencia bolchevique de Petrogrado

Resolución del CC del Partido Bolchevique del 22 de abril de 1917

Resolución del Comité Central del POSDR (bolchevique)
adoptada en la mañana del 22 de abril (5 de mayo) de 1917

Debe considerarse que la crisis política que se ha desarrollado entre el 19 y el 21 de abril, al menos en su etapa inicial, ha pasado.

La masa pequeño burguesa, enfurecida por los capitalistas, primero se alejó de ellos hacia los obreros pero dos días después nuevamente siguió a los líderes mencheviques y narodniks que están por la “confianza” en y el “compromiso” con los capitalistas.

Esos líderes han comprometido y sometido completamente sus posiciones, contentándose con las reservas vacuas y puramente verbales de los capitalistas.

Las causas de la crisis no han desparecido y la repetición de tales crisis es inevitable.

La naturaleza de la crisis es tal que la masa pequeño burguesa está vacilando entre su vieja fe en los capitalistas y su resentimiento contra ellos, una tendencia a poner su fe en el proletariado revolucionario.

Los capitalistas están dilatando la guerra y encubriendo el hecho con palabrería. Sólo el proletariado revolucionario puede poner fin a la guerra y está trabajando para hacerlo mediante una revolución mundial de los trabajadores, una revolución que se está montando en nuestro país, que está madurando en Alemania y que está más cerca en otros paises.

La consigna “Abajo el Gobierno Provisional” es incorrecta en el momento presente; porque ante la ausencia de una sólida (es decir, consciente y organizada) mayoría del pueblo al lado del proletariado revolucionario, tal consigna es una frase vacía u, objetivamente, un montón de intentos de carácter aventurerista.

Nosotros favoreceremos la transferencia del poder a los proletarios y semiproletarios sólo cuando los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados adopten nuestra política y tengan la voluntad de tomar el poder en sus manos.

La organización de nuestro Partido, la consolidación de las fuerzas proletarias, probó claramente ser inadecuada en la presente crisis.

Las consignas del momento son: (1) explicar la línea proletaria y el camino proletario para acabar la guerra; (2) criticar la política pequeño burguesa de confiar en el gobierno de los capitalistas y de compromiso con él; (3) seguir con la agitación y propaganda de grupo en grupo en cada regimiento, en cada fábrica y, en particular, entre las masas más atrasadas, tales como los servidores domésticos, obreros no calificados, etc., porque éste es el respaldo que la burguesía trata de ganar en primer lugar durante las crisis; (4) organizar, organizar y una vez más organizar al proletariado, en cada fábrica, en cada distrito y en cada barrio de la ciudad.

La resolución del Soviet de Petrogrado del 21 de abril, prohibiendo todos los mítines y manifestaciones callejeras por dos días, debe ser incondicionalmente obedecida por cada miembro de nuestro Partido. El Comité Central ya distribuyó ayer en la mañana y está publicando hoy en Pravda, una resolución que establece que “en tal momento cualquier idea de guerra civil no tiene sentido y es absurdo”, que todas las demostraciones deben ser pacíficas y que la responsabilidad por la violencia caerá en el Gobierno Provisional y sus seguidores. Nuestro Partido considera que la citada resolución del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados en su conjunto (y especialmente la parte prohibiendo las manifestaciones armadas y los tiros al aire) es enteramente correcta y debe ser incondicionalmente obedecida.

Llamamos a todos los obreros y soldados a considerar cuidadosamente los resultados de la crisis de los dos últimos días y enviar como delegados al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados y al Comité Ejecutivo sólo a camaradas que expresen la voluntad de la mayoría; en todos los casos donde un delegado no exprese la opinión de la mayoría, se deben realizar nuevas elecciones en las fábricas y en las barracas.

Nota: Esta resolución escrita por Lenin fue publicada en Pravda Nº 39 del 23 de abril (6 de mayo) de 1917.

Resolución del CC del Partido Bolchevique del 21 de abril de 1917

Pravda N 38 del 22 de abril (5 de mayo) de 1917

Resolución del Comité Central del POSDR (bolchevique)
adoptada el 21 de abril (4 de mayo) de 1917

Habiendo considerado la situación que se ha presentado en Petrogrado después de la imperialista, anexionista y depredadora Nota del Gobierno Provisional del 18 de abril de 1917, y después de una serie de mítines y manifestaciones del pueblo realizados en las calles de Petrogado el 20 de abril, el Comité Central del POSDR resuelve:

1. Los propagandistas y oradores del Partido deben refutar las viles mentiras de los periódicos capitalistas, y de los periódicos que apoyan a los capitalistas, que crean la impresión de que estamos sosteniendo la amenaza de la guerra civil. Esta es una despreciable mentira porque, sólo en el presente momento, en tanto los capitalistas y su gobierno no puedan y no se atrevan a usar la fuerza contra las masas, en tanto las masas de soldados y obreros expresen libremente su voluntad y libremente elijan y remuevan todas las autoridades, en tal momento cualquier idea de guerra civil sería ingenuo, sin sentido, absurdo; en tal momento debe haber conformidad con la voluntad de la mayoría de la población y libre crítica de esta voluntad por la minoría disconforme; si se recurre a la violencia, la responsabilidad será del Gobierno Provisional y sus seguidores.

2. Mediante sus lamentos contra la guerra civil, el gobierno de los capitalistas y sus periódicos únicamente están tratando de encubrir la resistencia de los capitalistas –que constituyen una insignificante minoría de la población– a someterse a la voluntad de la mayoría.

3. Para conocer la voluntad de la mayoría de la población de Petrogrado, donde ahora hay un número inusualmente grande de soldados que están familiarizados con el sentimiento de los campesinos y lo expresan correctamente, debe organizarse de inmediato una votación popular en todos los distritos de Petrogrado y en sus suburbios para determinar cuál es la actitud hacia la Nota del gobierno, qué partidos la apoyan y qué clase de Gobierno Provisional desean.

4. Todos los propagandistas del Partido deben defender estos puntos de vista y esta propuesta en las fábricas, en los regimientos, en las calles, etc., mediante discusión pacífica y manifestaciones pacíficas, así como en mítines en donde fuera; debemos esforzarnos por organizar la votación regular en las fábricas y regimientos, teniendo cuidado de que el orden y la disciplina camaraderil sea estrictamente observada.

5. Los propagandistas del Partido deben una y otra vez protestar contra la despreciable calumnia difundida por los capitalistas alegando que nuestro Partido está por una paz separada con Alemania. Consideramos a Guillermo II tan mal, un bandido con corona, merecedor de la ejecución, como Nicolás II; y a los Guchkovs alemanes, es decir, los capitalistas alemanes tan anexionistas, ladrones e imperialistas como los capitalistas rusos, británicos y otros. Estamos contra la negociación con los capitalistas, estamos por la negociación y la fraternizacion con los obreros y soldados revolucionarios de todos los países. Estamos convencidos de que la razón por la que el gobierno de Guchkov-Miliukov está tratando de agravar la situación es porque sabe que la revolución de los obreros de Alemania está empezando y que esta revolución será un golpe a los capitalistas de todos los países.

6. Cuando el Gobierno Provisional difunde el rumor acerca de un absoluto e inevitable caos económico está no sólo intentando de asustar al pueblo para que deje el poder en las manos de este Gobierno Provisional, sino también está expresando vaga y torpemente la profunda e indudable verdad de que todas las naciones del mundo han sido conducidas a un callejón sin salida, de que la guerra sostenida en interés de los capitalistas los ha llevado al borde del abismo y que realmente no hay salida excepto mediante la transferencia del poder a la clase revolucionaria, esto es, el proletariado revolucionario que es capaz de adoptar medidas revolucionarias. Si hay alguna reserva de grano, etc., en el país, el nuevo gobierno de los obreros y soldados sabrá como disponer de él también. Pero si la guerra capitalista ha traído la ruina económica a una fase donde no hay pan de ninguna manera, el gobierno capitalista sólo agravará la condición de la gente en lugar de mejorarla.

7. Consideramos la política de la presente mayoría de líderes del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, de los partidos eserista y menchevique, profundamente errónea, desde que la confianza en el Gobierno Provisional, los intentos de compromiso con él, las vacilaciones sobre las enmiendas, etc., de hecho significarían sólo pedazos de papel inútiles y demoras inútiles; y además, esta política amenaza con crear una divergencia entre la voluntad del Soviet de una parte, y la de la mayoría de los soldados revolucionarios en el frente y en Petrogrado y de la mayoría de los obreros de otra.

8. Llamamos a aquellos obreros y soldados que creen que el Soviet debe cambiar su política y renunciar a la política de confianza en y compromiso con el gobierno capitalista, a llevar a cabo nuevas elecciones de delegados al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados y enviar a ese organismo sólo gente que sostenga firmemente una opinión bastante definida en consonancia con la verdadera voluntad de la mayoría.

lunes, mayo 4

Manifestaciones callejeras continuaron en Petrogrado


Petrogrado (21 de abril de 1917).- La mañana del día de hoy fue de mucha actividad en la guarnición y en las fábricas de la capital. En una concertada campaña, agitadores bolcheviques se dirigieron a obreros y soldados llamándolos a las calles para que manifiesten de "manera combativa" su protesta contra el gobierno. La convocatoria bolchevique no fue abrumadora debido a la acción de los agitadores mencheviques y eseristas enviados por el Comité Ejecutivo (Ispolkom) del Soviet para neutralizar la prédica radical.

Sólo unas pocas fábricas aprobaron resoluciones bolcheviques mientras las grandes plantas como Putílov, Obukhov y otras las ignoraron. Los bolcheviques sólo pudieron reunir unos cuantos miles de obreros y soldados, aunque ese número fue potenciado por la disciplina y la actitud militante de los manifestantes que fueron en procesión por las calles de Petrogrado.

En las primeras horas de la tarde, una columna llevando banderas antigubernamentales y precedida por unidades armadas de la “Milicia Fabril” bolchevique, avanzó por la Avenida Nevsky hacia el centro de la ciudad. Al llegar a la Catedral de Kazán, los manifestantes confluyeron con una contramanifestación que marchaba bajo la consigna de “Viva el Gobierno Provisional”. Hubo una confrontación y algunos disparos, en el que murieron tres personas. Ha sido el primer suceso de violencia callejera en Petrogrado desde la revolución de Febrero.

El comandante del Distrito Militar de Petrogrado, general Kornílov instruyó que se traigan unidades de artillería y tropas para restaurar el orden. El Ispolkom insistiendo en que se calme a la multitud usando la persuación, llamó al Staff Militar para revocar las órdenes del comandante. El general Kornílov se reunió con los representantes del Ispolkom y fue informado de que ellos asumirían la responsabilidad de parar los desórdenes. Kornílov revocó sus órdenes e instruyó a las tropas a permanecer en sus barracas. Asimismo, para asegurar que ni el gobierno ni los bolcheviques recurran a las armas, el Ispolkom ha emitido una declaración a la guarnición de Petrogrado que dice:

“¡Camaradas soldados!. Durante estos días problemáticos, no salgan con armas a menos que el Comité Ejecutivo lo autorice. El Comité Ejecutivo, solo, tiene el derecho de disponer de ustedes. Cada orden concerniente a la aparición de las unidades militares en las calles [excepto por deber específico rutinario] debe ser emitido en papel del Comité Ejecutivo, llevando su sello y las firmas de al menos dos de los siguientes: Chjeídze, Skóbelev, Binasik, Sokolov, Goldman, Filippovsky, Bogdanov. Cada orden debe ser confirmada telefoneando 104-06”.

Esta disposición, por supuesto, ha minado la autoridad del comandante militar de Petrogrado, quien sientiéndose imposibilitado de cumplir con sus deberes, ha pedido ser relevado y asignado al frente. Corren rumores que se le dará el mando del Octavo Ejército.

El Ispolkom ha acordado, además, prohibir toda manifestación durante las siguientes cuarentiocho horas, advirtiendo que cualquiera que dirija hombres armados a las calles será un “traidor a la revolución”. En la noche, los desórdenes en Petrogrado amainaron y se recupera la calma en las calles de la ciudad.

Aunque las marchas no tuvieron el impacto de las movilizaciones de febrero, ha sido el primer desafío a la autoridad del Gobierno Provisional. Por otro lado, las manifestaciones leales al gobierno han demostrado ser tan efectivas y más nutridas que las que tuvieron la dirección bolchevique.

En Moscú, también se presenciaron manifestaciones bolcheviques similares y con las mismas consignas. En dicha ciudad, las cosas aún no se calman.

Lenin: La Nota del Gobierno Provisional

Prisioneros de guerra rusos esperando ser desinfectados en Polonia - 1916

Pravda No. 37 del 21 de abril (4 de mayo) de 1917 . Escrito el 20 de abril.

Las cartas están sobre la mesa.Tenemos toda la razón para estar agradecidos a Guchkov y Miliukov por su Nota, impresa el día de hoy en todos los periódicos.

La mayoría del Comité Ejecutivo del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, los narodniks, los mencheviques, todos aquellos que hasta ahora habían apelado por la confianza en el Gobierno Provisional, han recibido merecido castigo. Ellos tenían la esperanza, esperaban y creían que el Gobierno Provisional –bajo la benévola influencia del “contacto” con Chjeídze, Skobelev y Steklov– repudiaría las anexiones. Las cosas han sido distintas…

En su Nota del 18 de abril, el Gobierno Provisional habla de “el deseo de la nación entera [¡] de pelear la guerra mundial hasta una victoria decisiva”.

No es necesario decir –agrega la Nota– que el Gobierno Provisional… estará dispuesto a cumplir sus obligaciones hacia sus aliados”.

Corto y claro. La guerra hasta una victoria decisiva. La alianza con los banqueros británicos y franceses es sagrada…

¿Quién firmó esta alianza con “nuestros” aliados, es decir, con los multimillonarios británicos y franceses? El zar, Rasputín, la pandilla del zar, por supuesto. Pero para Miliukov y Cia. este tratado es sagrado.

¿Por qué?

Algunos dicen: porque Miliukov no es sincero, porque es una persona astuta y demás cosas

Pero ese no es el punto. El punto es que Guchkov, Miliukov, Tereschenko y Konovalov son los portavoces de los capitalistas. Y la apropiación de tierras extranjeras es necesaria para los capitalistas. Tendrán nuevos mercados, nuevos lugares para exportar capital, nuevas oportunidades para disponer de empleos ventajosos para decenas de miles de sus hijos, etc. El punto es que en el momento actual, los intereses de los capitalistas rusos son idénticos a los de los capitalistas briánicos y franceses. Esa, y sólo ésa, es la razón por la que los tratados del zar con los capitalistas británicos y franceses son preciosos para el Gobierno Provisional de los capitalistas rusos.

La nueva Nota del Gobierno Provisional echará combustible al fuego. Sólo levantará un espiritu belicoso en Alemania. Ayudará a Guillermo El Bandido a engañar a “sus propios” obreros y soldados, y a arrastrarlos a la guerra “hasta el fin”.

La nueva Nota del Gobierno Provisional pone el asunto directamente: ¿qué sigue? Desde el primer momento de nuestra revolución, los capitalistas británicos y franceses nos han asegurado que la revolución rusa fue hecha única y exclusivamente para pelear la guerra “hasta el fin”. Los capitalistas quieren saquear Turquía, Persia y China. Si esto supone la matanza de otros diez millones o más de mujiks rusos –¿y qué? Lo que necesitamos es una “victoria decisiva”… Y ahora el Gobierno Provisional, con absoluta franqueza, ha adoptado el mismo camino.

“Peleen –porque queremos saquear”.

“¡Mueran decenas de miles cada día –porque “nosotros” aún no hemos peleado y todavía no conseguimos nuestra parte del botín!”

Ningún obrero consciente, ningún soldado consciente, apoyará la política de “confianza” al Gobierno Provisional un minuto más. La política de confianza es la ruina.

Nuestra Conferencia Local Social-Demócrata estableció en su resolución que lo correcto de nuestra posición sería corroborado ahora, cada día. Pero no esperábamos que los eventos se sucedieran tan rápido.

El actual Soviet de Diputados de Obreros y Soldados está enfrentado con la disyuntiva: o tragarse la píldora ofrecida por Guchkov y Miliukov, lo que significaría renunciar a la independencia política de una vez por todas, porque mañana Miliukov pondría sus “pies sobre la mesa” y reduciría al soviet a una mera cifra, o rechazar la Nota de Miliukov, lo que significaría romper con la vieja política de confianza, adoptando el curso propuesto por Pravda.

Naturalmente, un camino intermedio puede encontrarse. ¿Pero durará?

Obreros y soldados, ustedes deben expresar en voz alta que solamente debe haber un poder en el país –los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados. El Gobierno Provisional, el gobierno de un puñado de capitalistas, debe dejar el paso a esos Soviets.

Resolución del CC del Partido Bolchevique sobre la crisis causada por la Nota del Gobierno Provisional

Pravda N 37 del 21 de abril (4 de mayo) de 1917

Resolución del Comité Central del POSDR (Bolchevique) sobre la crisis causada por la Nota del Gobierno Provisional del 18 de abril (1 de mayo) de 1917

La Nota del Gobierno Provisional ha demostrado plenamente lo correcto de la posición que nuestro Partido adoptó en la resolución de la Conferencia de la Ciudad Petrogrado: 1) que el Gobierno Provisional es un gobierno imperialista consumado, atado de pies y manos al capital anglo-francés y ruso; 2) que todas las promesas que ha hecho y puede hacer… no son nada sino engaños; 3) que el Gobierno Provisional, independientemente de su composición, no puede renunciar a las anexiones, porque en esta guerra, y especialmente en este momento, la clase capitalista está ligada al capital bancario; 4) que la política de la pequeña burguesía seguida por los narodniks, los mencheviques y la mayoría de los líderes del actual Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, una política de alentar falsas esperanzas, como la posibilidad de “mejorar” a los capitalistas (esto es, el Gobierno Provisional) mediante “medidas correctivas”, ha sido una vez más puesta en evidencia por esa Nota.

En vista de esto, el Comité Central considera:

1) que cualquier cambio en la composición del presente gobierno (la renuncia de Miliukov, la remoción de Kerensky, etc.) sólo sería imitar los peores métodos del republicanismo parlamentario burgués, que sustituye la lucha de clases por la rivalidad de las camarillas y el cambio de individuos;

2) que el único medio de salvación para las masas de la población pequeño burguesa que vacila entre los capitalistas y la clase obrera, es unirse sin reserva al proletariado revolucionario que es la única clase capaz de romper verdaderamente las cadenas del capital financiero y la política de anexión. Sólo tomando todo el poder del Estado en sus manos –con el apoyo de la mayoría del pueblo– el proletariado revolucionario, junto con los soldados revolucionarios, creará bajo la forma de los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados, un gobierno que tendrá la confianza de los obreros de todos los países y que, solo, será capaz de poner rápidamente un fin a la guerra mediante la verdadera paz democrática.

Petrogrado, 20 de abril (3 de mayo) de 1917

Nota: Resolución escrita por Lenin

domingo, mayo 3

Manifestación de Soldados en protesta contra la Nota del Gobierno

Obreros y soldados bajo banderas bolcheviques
(Viva la República Democrática y Tierra y Libertad


Petrogrado (20 de abril de 1917).- Conocida la Nota del Gobierno Provisional enviada a los países aliados, se ha generado una ola de indignación y furia en las unidades militares de la guarnición de Petrogrado. Los soldados han salido a las calles a protestar contra lo que consideran una traición a los “ideales democráticos”.

Por lo que parece, todo empezó de manera espontánea. Un joven oficial, conocido por haber participado en la redacción de la Orden Nº 1 que dió el control al Soviet sobre las fuerzas armadas, el teniente Theodore Linde convocó a los representantes de su regimiento –la Guardia de Reserva Finlandesa– y los llamó a salir a las calles a manifestar su repudio contra el ministro Miliukov. Visitó además a los otros regimientos de la guarnición, llevándoles el mismo mensaje y ganando su voluntad.

El Teniente Linde es un oficial socialdemócrata, cercano a la mayoría que lidera el Soviet de Petrogrado y considera que Rusia debe permanecer en la guerra luchando por objetivos “democráticos” y no por anexiones.

Desde las 3 de la tarde de hoy, varias unidades militares, encabezadas por la Guardia Finlandesa, marcharon completamente armadas hacia el Palacio Mariinsky, la sede del gobierno, donde pidieron a gritos la renuncia de Miliukov. Sin embargo, el gabinete en ese momento se encontraba reunido en la oficina de Guchkov en el Ministerio de Guerra y no en el Palacio Mariinsky.

Después esta manifestación y luego de que esas tropas hubieron regresado a sus barracas, otros grupos frescos de soldados y obreros aparecieron en las calles con banderas antigubernamentales. Eran tropas bajo dirección bolchevique que protestaban bajo las consignas de "Abajo el Gobierno Provisional" y "Todo el poder a los Soviets". Cuando estos manifestantes llegaron a la Avenida Nevsky se encontraron con una una contramanifestación progubernamental portando banderas que decían “Abajo Lenin”. Ambos grupos se enfrentaron y sólo se apaciguaron por la intervención del Ispolkom del Soviet.

Se ha conocido que el General Kornílov, comandante del Distrito Militar de Petrogrado pidió autorización para que sus tropas dispersen a los amotinados. Por el momento, el gabinete unánimemente le ha negado tal permiso, “con la confianza en que la población no permitirá ningún acto de violencia contra el Gobierno”.

Las manifestaciones, aunque no muy numerosas, se han generalizado y han convocado también a los obreros de Petrogrado. Los bolcheviques -que tienen a sus dirigentes en Conferencia- han tomado el control de la manifestación casi inmediatamente después de iniciada. Algunos radicales piden el derrocamiento inmediato del gobierno. Las cosas no se han calmado y se espera que mañana sea una jornada combativa.

Nota del Gobierno Provisional sobre los objetivos de guerra de Rusia, enviada a los aliados

Infantería rusa avanzando bajo fuego

Petrogrado (20 de abril de 1917).- El Gobierno Provisional ha dado a conocer la Nota que envió a los países aliados, Gran Bretaña y Francia, en la que les informa sobre los “objetivos de guerra” de Rusia. El 18 de abril (1 de mayo en Occidente), el Gobierno cableó a sus embajas dos documentos para que sean entregados a los gobiernos aliados: la “Declaración de los Objetivos de Guerra” de Rusia del 27 de marzo y una Nota explicatoria.

La “Declaración de los Objetivos de Guerra” es aquella que el Gobierno Provisional emitió como resultado de la crisis generada por el Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov que el 22 de marzo había declarado que los objetivos territoriales de Rusia en la presente guerra permanecían vigentes. Esto generó una serie de manifestaciones populares de repudio. El Soviet de Petrogrado reaccionó inmediatamente y presionó al Gobierno a que se pronuncie oficialmente sobre las declaraciones de su ministro. Ante las circunstancias adversas, el gabinete aprobó dicha “Declaración” en la que manifestaba que Rusia “no desea señorío sobre otras naciones, privarlas de su propiedad nacional, anexar por la fuerza territorios pertenecientes a otros”.

Dicha “Declaración” se redactó tomando como base las posiciones establecidas por el Soviet de Petrogrado en su “Llamamiento a los pueblos del mundo” del 14 de marzo. Debido a la insistencia del Soviet, El Gobierno Provisional se comprometió además a entregar oficialmente a los países aliados la “Declaración”. Luego de tres semanas de demora, el Gobierno Provisional ha cumplido su palabra pero ha enviado a adicionalmente una Nota Explicatoria de dicha de “Declaración”.

La Nota del Gobierno Provisional asegura a los aliados “el deseo de la nación entera de pelear la guerra mundial hasta una victoria decisiva”. Afirma que “no es necesario decir que el Gobierno Provisional… estará dispuesto a cumplir sus obligaciones hacia sus aliados”, que Rusia estará dispuesta a luchar por los “altos ideales” comunes a la alianza.

Se tiene conocimiento que la Nota fue redactada por el mismo ministro que el pasado 22 de marzo generó la controversia, el Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov quien durante todas estas semanas se resistió a enviar la “Declaración” a los aliados porque éstos “podían mal interpretar la renuncia formal de Rusia a los territorios prometidos a ella como una intención de abandonar la guerra”. La persistente campaña del líder del Partido Socialista Revolucionario, Víctor Chernov, consiguió un compromiso en este impasse: la “Declaración sería enviada con un Nota explicatoria.

La Nota aprobada por el gabinete apareció en la mañana del día de hoy en los periódicos rusos. Los líderes del Soviet se mostraron disconformes con el contenido de la Nota, no tanto por el compromiso de “pelear hasta una victoria decisiva” que es el objetivo establecido por todos los partidos socialistas excepto una pequeña minoría, sino por el lenguaje ambiguo acerca de “anexiones y contribuciones”. El Ispolkom (Comité Ejecutivo) aprobó hoy día que “la democracia revolucionaria no permitirá que se derrame sangre por… objetivos agresivos”. Ellos asumen que Rusia debe luchar sólo hasta el momento en que todos los países beligerantes estén preprados para hacer la paz sin anexiones.

Según un político cercano al Gobierno Provisional, en representación del Soviet, la nota redactada por Miliukov y aprobada por el gabinete “satisface al más violento crítico del ‘imperialismo’ de Miliukov”.