sábado, abril 11

Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique

Petrogrado (29 de marzo de 1917).- Las sesiones de la Conferencia del Partido Bolchevique continuaron hoy en la mansión Kshesinskaya. El tema del día fue la actitud ante el Gobierno Provisional. El informe sobre el particular fue presentado por José Stalin, miembro del Comité Central y editor del diario Pravda.

Según lo que pudimos obtener de fuentes cercanas a la conferencia bolchevique, el informe de Stalin establece:

"Debido a la guerra, la crisis revolucionaria, agravada por la crisis de alimentos, fue resuelta de forma rápida. Debido a la guerra, el ejército ha jugado un rol que nunca jugó en ninguna otra revolución dado que la población adulta en su totalidad fue movilizada y que los soldados se unieron a la insurrección del pueblo. Debido a la guerra, el zarismo fue aislado aún de los círculos burgueses imperialistas. El zarismo, con sus traiciones, ha apartado a la burguesía de sí mismo. Incluso los círculos imperialistas de Occidente, Inglaterra y Francia, le han dado la espalda al zarismo porque quieren tener a la cabeza del gobierno ruso a gente capaz de llevar la guerra hasta el fin'.

"Hay cuatro fuerzas en la revolución. Las dos básicas son los trabajadores y los soldados. Y adicionalmente, hay dos secundarias: nuestros propios círculos imperialistas y los anglo-franceses. Estas fuerzas, unidas, prepararon el terreno para un fácil y rápido derrocamiento del zarismo. Pero como estas fuerzas son heterogéneas, sus objetivos son igualmente hererogéneos. Los de arriba, nuestra burguesía y la europea occidental, se unieron a fin de cambiar el escenario decorativo; se unieron para reemplazar el zar por otro. Ellos querían una revolución fácil, como la turca, con poca libertad, para continuar la guerra. Una pequeña revolución para una gran victoria. Pero los de abajo –los trabajadores y soldados- han profundizado la revolución, destruyendo las bases del viejo sistema".

"Así, es como si hubieran dos corrientes –“una de abajo, la otra de arriba”- que han creado dos gobiernos, dos fuerzas: 1) el Gobierno Provisional, apoyado por el capitalismo anglo-francés; y 2) el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados. El poder ha sido dividido entre dos órganos y ninguno posee lo posee a plenitud. Hay y debe haber fricción y lucha entre ambos. Los roles han sido divididos. El Soviet de Diputados y Soldados ha tomado de hecho la iniciativa efectuando transformaciones revolucionarias. El Soviet de Diputados de Obreros y Soldados es el líder revolucionario de la insurreción popular, y un órgano de control sobre el Gobierno Provisional. De otro lado, el Gobierno Provisional tiene de hecho el rol de afianzador de las conquistas del pueblo revolucionario. El Soviet de Diputados de Obreros y Soldados moviliza las fuerzas y ejerce control mientras que el Gobierno Provisional, reacia y turbiamente, asume el papel de afianzador de esas conquistas que el pueblo de hecho las ha logrado. Tal situación tiene sus desventajas pero también sus ventajas".

"En el presente, no es ventajoso forzar los acontecimientos apresurando el proceso de repeler a las capas de la burguesía quienes en un futuro inmediato se alejarán de nosotros. Es necesario ganar tiempo frenando el apartamiento de las capas de medias de la burguesía para que podamos prepararnos para la lucha contra el Gobierno Provisional. Pero tal situación no durará eternamente. La revolución se profundiza. De las cuestiones políticas habrá una transición a las cuestiones sociales. Las demandas sociales causarán que las capas medias de la burguesía se aparten".

"Es tonto pensar que es posible completar la revolución sin una ruptura con la burguesía. Cuando el tiempo llegue, cuando la separación se acelere, el Gobierno Provisional se transformará de un órgano de afianzamiento de las conquistas de la revolución en un órgano para organizar la contrarrevolución. Una lucha está siendo conducida ya contra el Soviet de Diputados Obreros y Soldados; una agitación contra el Soviet se está realizando entre las tropas. Las confrontaciones están empezando a ocurrir sobre las cuestiones de lealtad, la democratización del ejército, el cambio del alto comando. La movilización de las fuerzas contrarrevolucionarias tiene su bandera: “¡Hacia una conclusión victoriosa de la guerra!”. Esta ofensiva está siendo llevada desde adentro y desde afuera –Inglaterra y Francia. Su órgano semi-oficial ha lanzado una verdadera ofensiva contra la revolución".

"La ofensiva contra el poder dual ha empezado y en la medida que la revolución se desarrolla el Gobierno Provisional debe (objetivamente debe) transformarse en un soporte de la contrarrevolución; no de una contrarrevolución zarista –no enfrentamos peligro de ese lado- sino de una contrarrevolución imperialista. En vista de esto, la cuestión se hace más compleja. La cuestión del apoyo...".

"En tanto el Gobierno Provisional fortalezca los avances de la revolución, en esa medida debemos apoyarlo; pero en tanto sea contrarrevolucionario, el apoyo no es posible. Muchos camaradas que han llegado de provincias preguntan si no deberíamos plantear inmediatamente la cuestión de la toma del poder. Es inoportuno plantear tal cuestión ahora. El Gobierno Provisional no es tan débil. La fuerza del Gobierno Provisional radica en el apoyo del capitalismo anglo-francés, en la inercia de las provincias y en la [amplia] simpatía que goza. Está siendo demostrado con telegramas [de felicitaciones]".

"Debemos esperar nuestra oportunidad hasta que el Gobierno Provisional se desgaste, hasta el momento en que el proceso de cumplimiento del programa revolucionario los desacredite. El único órgano capaz de tomar el poder es el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados de Toda Rusia. Nosotros, por nuestra parte, debemos esperar nuestra oportunidada hasta el momento en que los acontecimientos revelen la orfandad del Gobierno Provisional; debemos estar preparados para cuando el momento llegue, para cuando las cosas hayan madurado; y hasta entonces debemos organizar el centro –el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados- y fortalecerlo. Esa es la tarea del momento".


viernes, abril 10

Se inicia la Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique

La sede del Partido Bolchevique de marzo a julio de 1917


Petrogrado (28 de marzo de 1917).- Se iniciaron las sesiones de la Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique. En la primera sesión se debatió el problema de la guerra.

La sesiones de la conferencia bolchevique que se llevan a cabo en la mansión Kshesinskaya, sede del partido bolchevique, continuarán hasta el próximo 4 de abril. El día de mañana el tema que se abordará será la actitud frente al Gobierno Provisional.

De otro lado, se tiene conocimiento que Nicolás Lenin, el líder de los bolcheviques, partió ayer de Suiza en su viaje de regreso a Rusia. Lo acompañan otros bolcheviques entre los que se cuentan a Nadezhda Krúpskaya, esposa de Lenin, Grigori Zinoviev, Zina Zinovieva, Inessa Armand, Grigori Safárov, el líder marxista del Cáucaso MikhaTskhakaya, etc. Junto a ellos, viajan seis militantes del Bund judío, y tres seguidores de León Trotksky, acompañados del socialdemócrata austríaco Karl Rádek y del socialista suizo Fritz Platten. Este grupo consiste de 32 revolucionarios.

Lenin en el New York Times en 1907

Ficha Policial de Lenin - 1896


Famoso rebelde en Londres
Lenin será arrestado si regresa a Rusia. Su verdadero nombre es Uliánov.


San Petersburgo. 20 de mayo de 1907.- Una orden ha sido emitida para el arresto de Nicolás Lenin, líder de la facción mayoritaria que ahora asiste al Congreso Socialdemócrata en Londres, bajo el cargo de alta traición. Será puesto bajo custodia si regresa a Rusia. La orden dice: “Vladímir Uliánov alias Lenin”.

Se dice que la policía ha identificado a Lenin como un notable líder radical de principios de los noventa. Es hermano del Uliánov que con cuatro camaradas, todos armados con bombas, fuera arrestado en 1887 mientras esperaba el carruaje del emperador Alexander III y que luego fuera condenado a muerte y ejecutado. Vladímir tomó la misión del hermano ejecutado y ha sido continuamente perseguido por la policía de San Petersburgo. Pudo evadir la captura hasta 1897, cuando fue arrestado y enviado a Siberia por organizar la primera huelga política de Rusia.

Escapó en 1901 y desapareció. Se ha establecido que reapareció en San Petersburgo bajo el nombre de Lenin después de la publicación del decreto de amnistía de 1905 e inmediatamente reasumió su antigua ascendencia en el Partido Social Demócrata. Se burló de los esfuerzos de la policía por arrestar a quien creían un nuevo líder, e intrépidamente se declaró candidato bajo su verdadero nombre a la elección del segundo Parlamento en San Petersburgo. Recientemente, sin embargo, la policía determinó arrestarlo y removerlo a Finlandia.

Lenin es considerado por la policía como el más peligroso y el más capaz de todos los líderes revolucionarios. Es muy conocido como escritor sobre temas económicos.

Artículo publicado en The New York Times del 21 de mayo de 1907, bajo el título “A famous rebel in London”. Traducción propia.

jueves, abril 9

Ofensiva aliada contra los alemanes al norte de Francia

Soldados alemanes en sus trincheras

Petrogrado (27 de marzo de 1917).- El ejército británico inició hoy una ofensiva contra posiciones alemanas ubicadas cerca de Arras en el norte de Francia. Se informa que tropas británicas, canadienses y australianas atacaron trincheras que son parte de la defensa alemana que se extiende desde la costa belga hasta la frontera con Suiza.

La ofensiva busca quebrar la defensa alemana y penetrar territorio para forzar a los alemanes a un combate en campo abierto. Debido a su inferioridad de efectivos, el ejército alemán no estaría en condiciones de responder adecuadamente en una guerra de movimientos.

Al sur, a unos ochenta kilómetros, y en coordinación con la ofensiva británica, el ejército francés inició -también el día de hoy- un masivo contra los alemanes.

Se espera que los resultados de la ofensiva se puedan observar en las próximas cuarentiocho horas.

Gobierno Provisional desautoriza a su Ministro de Relaciones Exteriores

Carga de cosacos en la Primera Guerra Mundial - 1915

Petrogrado (27 de marzo de 1917).- Luego de la controversia suscitada por las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov el día 22 pasado, el Gobierno Provisional ha dado conocer su Declaración de Objetivos de Guerra.

Esta declaración es la posición oficial del gobierno sobre los asuntos de la guerra y la paz. La declaración establece que Rusia “no desea señorío sobre otras naciones, privarlas de de su propiedad nacional, anexar por la fuerza territorios pertenecientes a otros”. Establece además que su objetivo es “la paz duradera sobre la base de la autodeterminación de las naciones”.

Claramente, esta “Declaración” está en la misma línea que el “Llamamiento” del Soviet de Petrogrado. Es importante destacar que el “llamamiento” sirvió de base para la discusión en el gabinete que la revisó para la redacción de la “Declaración” final.

Como es evidente, la posición del Gobierno contradice el reciente pronunciamiento del ministro Miliukov que hacía referencia a “uniones” y “adquisiciones” de territorios en esta guerra.

Además de los pronunciamientos del Soviet y de la intelectualidad, se conoce que el ministro Kerensky –principal rival de Miliukov en el gabinete- exigió una reunión de ministros para desautorizar –de hecho- las “opiniones personales” de Miliukov.

No sintiéndose plenamente satisfecho con la sola publicación de la “Declaración”, el Soviet ha urgido al Gobierno Provisional que se haga llegar copia oficial de la misma a los países aliados informándoles los “objetivos de guerra” de Rusia.

El ministro Miliukov, practicamente desautorizado, ha declarado a la prensa extranjera que el pronunciamiento del Gobierno Provisional emitido el día de hoy, “no altera los compromisos de Rusia con sus aliados imperiales”.

Por el momento, parecen haberse calmado las cosas entre el Soviet y el Gobierno Provisional.

El Soviet de Petrogrado a todos los pueblos del mundo

Petrogrado (27 de marzo de 1917).- Ante la controversia provocada por la Nota del Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov, en la que reivindica para Rusia el derecho a anexionarse territorios de otros países como resultado de una eventual victoria en la guerra, el Soviet de Petrogrado ha entregado el siguiente pronunciamiento:


Camaradas proletarios, trabajadores de todos los países:

Nosotros, soldados y obreros rusos, unidos en el seno del Soviet de los diputados de obreros y soldados, os enviamos nuestros saludos calurosos y os informamos de un gran suceso. La democracia rusa ha derribado el despotismo de los zares. Nuestra victoria es una gran victoria para la libertad y la democracia.

Nuestra obra no se ha terminado: las sombras del antiguo régimen no han sido disipadas totalmente y son numerosos los enemigos que preparan sus fuerzas para reducir a la revolución rusa. Sin embargo, nuestros éxitos son ya considerables. Los pueblos de Rusia expresarán su voluntad en una Asamblea Constituyente que será pronto convocada sobre la base del sufragio universal, directo, igual y secreto. Se puede ya predecir con confianza que una República democrática se instaurará en Rusia.

Así, apelando a todos los pueblos destruidos y arruinados por esta guerra monstruosa, creemos que ha llegado la hora de realizar un combate decisivo contra las ambiciones anexionistas de los gobiernos de todos los países; ha llegado el momento para que los pueblos tomen entre sus manos las decisiones en lo que concierne a las cuestiones de la paz y de la guerra.

Consciente de su fuerza revolucionaria, la democracia rusa anuncia que se opondrá a la política de conquista de sus clases dirigentes por todos los medios e invita a los pueblos de Europa a una acción común y decisiva en favor de la paz.

Hacemos igualmente una llamada a nuestros hermanos, los proletarios de la coalición austro-alemana. Desde los primeros días de la guerra, ellos tenían la firme creencia de que, tomando las armas, aseguraban la defensa de la civilización europea amenazada por el despotismo zarista. Pero ahora esta justificación ya no es válida: la Rusia democrática no puede ser una amenaza para la libertad y la civilización.

… nosotros os hacemos un llamamiento: desembarazaos del yugo de vuestro gobierno autocrático, como el pueblo ruso ha barrido a la autocracia zarista; así, uniendo nuestros esfuerzos, detendremos la horrible carnicería que es la vergüenza de la humanidad y ensombrece los grandes momentos del nacimiento de la libertad rusa.

Trabajadores de todos los países: tendiendo nuestras manos como hermanos por encima de las montañas de los cuerpos de nuestros muertos, por encima de los ríos de lágrimas y de sangre vertida inocentemente, por encima de las ruinas todavía humeantes de las ciudades y de los pueblos, os hacemos un llamamiento para restaurar la unidad internacional.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

27 de marzo de 1917

Soviet de Diputados de Obreros y Soldados de Petrogrado

Lenin regresa a Rusia

Lenin (con bastón), Nadiezhda Krúpskaya (detrás de él), Inessa Armand (con sombrero claro) y demás emigrados rusos en Estocolmo, de regreso a Rusia


No tenía intención de repetir el error de 1905, cuando retornó a Rusia meses después de que el tumulto revolucionario empezara. Pero esta vez una guerra recorría la zona central de Europa. No podía ir a Rusia a través de Francia y el Mar del Norte sin el permiso de los aliados, y este permiso por supuesto nunca llegaría. Intentar ingresar a Rusia vía el Mediterráneo era igualmente imposible. Los turcos eran impredecibles y podían no permitir el libre tránsito a los revolucionarios rusos. Lenin tenía que contemplar otras alternativas. Su más imaginativa idea fue vestirse como un sueco sordomudo, tomar el tren a través de Alemania hacia Dinamarca, luego seguir camino a Finlandia y finalmente a Petrogrado. Nadya lo disuadió… Sus otras ideas eran igualmente alocadas…

Habían pocas alternativas sólidas, y había una sola que valía la pena explorar. Fue la idea sugerida por Mártov según la cual los socialistas rusos en Suiza deberían conseguir el permiso del gobierno alemán para viajar por Alemania, a cambio de que el Gobierno Provisional ruso libere un igual número de alemanes en Rusia. Robert Grimm negoció con el cónsul alemán en Berna, Gisbert von Romberg, en representación de los rusos. Rápidamente, Grimm logró una respuesta positiva de Berlín. El único requisito que faltaba conseguir era que el Gobierno Provisional otorgara su aprobación formal. El problema era que el Ministro ruso de Asuntos Exteriores Pavel Miliukov la objetaba. Mártov declinó seguir con el plan hasta que el Soviet de Petrogado hubiera presionado a Miliukov para conceder la autorización.

Pero Lenin no lo dejaría. Criticando injustamente por incompetencia a Grimm, recurrió a la ayuda del adversario de éste, el socialista de extrema izquierda Fritz Platten. Platten estuvo de acuerdo en ir a ver Romberg con una propuesta formulada por Lenin y Zinoviev. Romberg inmediatamente aseguró que su Ministerio del Exterior permitiría el paso por tren a través de Alemania de un determinado número de emigrados políticos rusos y que el tren tendría status extraterritorial durante el viaje; también confirmó que su gobierno no haría ninguna demanda para la liberación de prisioneros de guerra alemanes a cambio. Lenin estaba extasiado e inmediatamente planeó los detalles con Zinoviev. Treintidós viajeros harían el viaje y cada uno de ellos pagaría su pasaje según lo estipulado por Lenin y Zinoviev: ningún subsidio de los alemanes sería permitido. El viaje no estuvo restringido a sólo bolcheviques. Así por ejemplo, una importante lideresa del Bund judío fue bienvenida como pasajera con su hijo de cuatro años… Tal era el aprecio de Lenin por la intervención de Platten con Romberg que le pidió que actuara como intermediario del grupo durante todo el viaje. Así Lenin no tendría necesidad de hablar a ningún aleman entre Suiza y Dinamarca…

El día llegó y Lenin y el resto de los viajeros caminaron del hotel Zahringerhof hacia la estación del ferrocarril de Zurich. Luego siguieron el viaje a Schaffhausen en el lado suizo de la frontera. El tren alemán los esperaba ahí. Una vez a bordo se dirigieron a la aduana en Thayngen… Luego atravesaron los Alpes y cruzaron la frontera hacia Gottmadingen en Alemania. El tren se detuvo ahí y se ordenó que los emigrados rusos fueran aislados del resto de los pasajeros y escoltados a una sala de espera. Dos oficiales alemanes se presentaron para instruir a los emigrados rusos que formaran grupos separados de hombres y mujeres. Los emigrados entraron en pánico, pensando que algo terrible iba a pasar con los hombres. Formaron un círculo alrededor de Lenin, como líder de los bolcheviques, para protegerlo. Pero los oficiales alemanes explicaron que simplemente querían acelerar el trámite de llenar formularios antes de que el tren dejara la estación. Los viajeros abordaron el tren y ocuparon los espacios reservados en el vagón de segunda-tercera clase, y el tren dejó Gottmadingen en su trascendental viaje.

El protocolo para el viaje había sido establecido de antemano. Los dos oficiales alemanes fueron instruidos para permanecer en la parte de atrás del vagón, detrás de una línea trazada con tiza dividiendo el territorio “alemán” del “ruso”. Se sellaron tres puertas de acceso al vagón pero el cuarto, adyacente al compartimiento de dormir de los oficiales alemanes, se dejó sin seguro. De este modo, los pasajeros no fueron realmente aislados del mundo mientras viajaban, por lo que la famosa denominación “tren precintado” no se ajusta a la verdad. Ellos hablaban a la gente que se acercaba al tren en la ruta. Esto pasó cuando Platten bajó en la parada de Frankfurt para comprar cerveza y periódicos y pidió a algunos soldados que se los trajeran a bordo. Varios trabajadores ferrocarrileros se unieron a los soldados, y el irresponsable Rádek tuvo el desatino de incitarlos a hacer la revolución en Alemania. Lo que fue menos aceptable para Lenin fue el permiso dado por el gobierno alemán al líder de los sindicatos alemanes Wilhelm Janson para subir a bordo en Stuttgart. Los emigrados tuvieron una breve discusión y le dijeron a Platten que informe a Janson que no se reunirían con él. Habían tomado ya demasiados riesgos y no querían que lleguen informes a Rusia de que habían hablado con ciudadanos enemigos en territorio enemigo…

…el 30 de marzo [12 de abril], seis días después de dejar Suiza, los emigrados llegaron al puerto norteño de Sassnitz. Otro juego de formularios fue llenado. Como precaución, a sugerencia de Lenin, los viajeros pusieron nuevos seudónimos en los formularios. Esta fue una absurda sobrerreacción porque los alemanes ya tenían información detallada acerca de los rusos bajo su cuidado. Las autoridades alemanas aceptaron los formularios sin hacer problema. Esto tuvo un resultado cómico: cuando el fiel asistente de Lenin telegrafió desde Trelleborg en Suecia, preguntó si el señor Uliánov estaba presente entre los pasajeros; al principio recibió una respuesta negativa de los alemanes.

Finalmente, el líder bolchevique admitió su verdadera identidad y se compraron los boletos para el ferry Reina Victoria que los llevaría de Sassnitz a Trelleborg el mismo día… Al siguiente día los viajeros tomaron el tren a Estocolmo… Esta fue la primera ocasión en la carrera de Lenin en que recibió reconocimiento oficial de parte de líderes extranjeros. El alcalde de Estocolmo, Karl Lindhagen, llegó al almuerzo a dar la bienvenida a los rusos. El periódico Politiken publicó un artículo sobre el retorno de los emigrados y –nuevamente por primera vez- una fotografía de Lenin fue publicada…

El 31 de marzo [13 de abril], los pasajeros abordaron el tren de la tarde de Estocolmo a Finlandia, al norte… Varias horas después…el tren llegó a la frontera con Finlandia en Harapanda. Ahí los pasajeros alquilaron deslizadores hacia el pueblo de Tornio. Ahí fueron brevemente revisados por guardias fronterizos rusos antes de subir a otro tren hacia Helsinki. Em Tornio, Lenin compró ejemplares de Pravda. Se sentó en un rincón de la sala de espera y se puso a revisar el contenido. Tuvo dos desagradables sorpresas. La primera fue que se había probado fuera de duda que Malinovsky había sido agente de la Ojrana. Lenin se puso blanco de asombro… La segunda sorpresa fueron las noticias de que el Comité Central bolchevique conducido por Lev Kámenev y Jose Stalin desde su liberación del exilio siberiano, había adoptado una política de apoyo condicional al Gobierno Provisional ruso. Ya disgustado con los mencheviques, Lenin estaba enfurecido con los líderes bolcheviques.

De Helsinki, los emigrados tomaron el tren a Petrogrado. El tren iba a una velocidad que no llegaba a las cuarenta millas por hora, y los pasajeros se impacientaban por la lentitud. En Beloostrov, veinte millas al norte de la capital, el tren paró en la frontera administrativa ruso-finesa para un chequeo regular de pasaportes y aduana. El CC bolchevique había enviado nada menos que a Lev Kámenev a saludar al líder que regresaba y a discutir la recepción que le esperaba. Lenin lo recibió con algo menos que hospitalidad: “¿Qué estás escribiendo en Pravda? Hemos leído unos cuantos ejemplares y te hemos llamado de todo”.

Extractos de Lenin: A biography de Robert Service, 2000. Traducción propia.

miércoles, abril 8

El tren precintado de Lenin

Lenin en París. 1910

Súbitamente, la dirección de la revolución en Rusia se hizo urgente para la estrategia global de Alemania. Alexander Helphand [antiguo asociado de Lenin en los días de Iskra, y ahora contacto del gobierno alemán] asumió un papel importante, viéndose a sí mismo como un hacedor de reyes. Curiosamente, Jacob Furstenberg, antiguo compañero de Lenin en la Comisión Malinovsky, era el administrador de la empresa de Helphand. Aquél cableó a Lenin ofreciéndole tránsito hacia Rusia para dos personas.

Lenin fue cauto. “El tío quiere saber más. Tránsito oficial para individuos inaceptable”, respondió Zinoviev en su nombre.

Lenin esperaba reducir el inmenso riesgo político viajando con un grupo variado de exiliados, no sólo bolcheviques, buscando además la aprobación de San Petersburgo. Esto último era una vana esperanza. Paul Miliukov, el nuevo ministro de asuntos extranjeros, y Alexander Kerensky, ministro de justicia, eran patriotas. Sin duda, ellos no querrían en Rusia a Lenin y otros socialistas antibelicistas.

Mártov, de hecho, había tenido la misma idea de un grupo mixto –pero, como era de esperar, ninguna autorización llegaba. El 18 (31) de marzo de 1917, con Mártov insistiendo en esperar, Lenin decidió que él iría de todas maneras, aunque sin la ayuda directa de Helphand.

Un camarada suizo ya había hecho contacto con Gisbert von Romberg, el embajador alemán en Berna, explorando las posibilidades de pasar Alemania en tren. Ahora Lenin, confirmaba el requerimiento mediante cable. Sus condiciones: el tren deberá ser “precintado” y tendrá el status de extraterritorialidad de una embajada. Ningún ruso hablaría a ningún alemán durante el viaje. Para evitar eso, Fritz Platten, un socialdemócrata suizo, estaría a cargo del grupo y sería el contacto cuando fuera necesario…

El 2 de abril [20 de marzo, fecha rusa], tres días después, Romberg recibió órdenes de la Wilhelmstrasse para apurar los arreglos. Al siguiente día, Lenin cableó a sus hermanas en San Petersburgo: “Llegamos el lunes a las 11 p.m. Informar a Pravda”.

Fritz Platten llamó a Romberg y demandó que el “tránsito seguro” de los exiliados debería ser garantizado, insistió que ningún nombre sería dado, sólo números, y que cada uno pagaría su pasaje. El ministro estuvo de acuerdo, pero Lenin permanecía preocupado. Se estaba poniendo en las manos de su enemigo declarado, el Kaiser Guillermo II, en un momento en que la revolución había echado a su primo el zar…

Mientras tanto, el tren de Lenin estaba causando amplia preocupación en el exterior. Desde Berna, el embajador británico Sir Horace Rumbold informaba que a un grupo de socialistas y anarquistas rusos, a favor de una paz inmediata con Alemania, le estaba por ser otorgado tránsito seguro. Desde Londres, la Oficina de Asuntos Exteriores cableó las nuevas a Sir George Buchanan en San Petersburgo, preguntándole si el nuevo gobierno “tenía intenciones de tomar alguna medida contra este peligro”…

En Halifax, Nueva Escocia, Trotsky y sus amigos, que habían estado en Estados Unidos, habían sido arrestados en su viaje a casa en un barco británico…

Había un buen motivo de ansiedad en Londres. Una nueva gran ofensiva aliada estaba planeada para el 9 de abril [27 de marzo, en calendario ruso] de 1917. Mientras los telegramas se intercambiaban entre las distintas embajadas, las tropas se ponían en posición, con artillería y suministros, en el norte de Francia.

Para Lenin, las noticias provenientes de Rusia eran alarmantes. Un periódico francés, Le Petit Parisien, informaba que Miliukov había amenazado con enjuiciar bajo los cargos de alta traición a cualquiera que viaje a través de Alemania. En San Petersburgo, los líderes del partido no podían contactar con Lenin y descubrieron con alarma que sus cables habían sido bloqueados por orden del nuevo gobierno.

Un mensajero, Maria Stetskevich, fue enviado a Suecia para comunicarse con Suiza. El 2 de abril (20 de marzo), regresó a la capital con cartas de Lenin y Jacob Furstenberg informando al Comité Central acerca del tren precintado…

El Comité Central estaba preocupado por el problema del tren pero, al igual que Lenin, aceptaba el riesgo…

Romberg, que comprendía la preocupación de Lenin, trató de persuadir a algunos SRs para que se unieran al grupo, pero ellos rehusaron, como lo hicieron Martov y los mencheviques. Todos insistían en la autorización de Rusia.

El lunes en la mañana del 9 de abril [27 de marzo], sólo unas pocas horas después de que los aliados habían lanzado una nueva ofensiva en las líneas alemanas de Arras, el grupo de Lenin se reunió –treintados, incluyendo dos niños- en el Volkshaus en Berna…

Abordaron el tren a Zurich, donde almorzaron con unos amigos suizos. Lenin pronunció un importante discurso…

Después regresaron al Bahnhof Zurich, donde una airada multitud los esperaba en el andén. En medio de los gritos (“provocadores”, “espías”, “cerdos”, “traidores”), el grupo abordó el tren que los llevaría a la frontera. A las 3:10 p.m., partieron mientras los manifestantes golpeaban el vagón con palos. Uno de los viajeros sacó por la ventana, desafiante, un pañuelo rojo.

El verdadero “tren precintado” los esperaba en Gottmadingen, una pequeña estación en las montañas del lado alemán de la frontera suiza…

No era tanto un tren sino un vagón verde con ocho compartimentos –tres de segunda clase y cinco de tercera- y un vagón para el equipaje. Dos oficiales a manera de escolta viajarían con ellos, ocupando el último compartimento de tercera clase. El concepto de “precintado” consistía en una línea blanca trazada con tiza en el suelo del corredor. Nadie estaba permitido cruzar la línea excepto Fritz Platten. Había baños a cada extremo del vagón, de tal manera que los alemanes no tenían necesidad de ingresar a “territorio ruso”. Platten era la única persona permitida para hablar con ellos…

Tres de las cuatro puertas externas del vagón fueron selladas, excepto la última de los oficiales alemanes. Tan pronto como partió el tren de la estación Gottmadingen, la pesimista ansiedad de los viajeros se disipó y los ánimos se levantaron. Había risas y bromas. Algunos de los jóvenes empezaron a cantar “La Marsellesa”, y a ello se sumaron los otros compartimentos…

Extraído de Lenin’s mistress, de Michael Pearson, 2001. Traducción propia.

Stalin: Una de dos (Sobre los objetivos de la guerra de Miliukov)

Ejército ruso entrando en Salónica - 1916


Pravda Nº 18 del 26 de marzo (8 de abril) de 1917


En la conocida interviú del 23 de marzo, el señor Miliukov, ministro de Negocios Extranjeros, desarrolló su “programa” referente a los objetivos de la guerra actual. Nuestros lectores saben por Pravda de ayer que esos objetivos son imperialistas: anexión de Constantinopla, anexión de Armenia, reparto de Austria y de Turquía, anexión del Norte de Persia.

Resulta que los soldados rusos no vierten su sangre en los campos de batalla para “defender la patria” ni “por la libertad”, como asegura la venal prensa burguesa, sino para apoderarse de tierras ajenas en beneficio de un puñado de imperialistas.

Así lo afirma, por lo menos, el señor Miliukov.

¿En nombre de quién dice esa cosas con tanta franqueza y a los cuatro vientos el señor Miliukov?

Naturalmente, no en nombre del pueblo ruso, porque el pueblo ruso –los obreros, los campesinos y los soldados rusos- está contra la anexión de territorios ajenos, contra las agresiones a los pueblos. Eso lo atestigua elocuentemente el conocido “llamamiento” del Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado, exponente de la voluntad del pueblo ruso.

¿Qué opinión expresa entonces el señor Miliukov? ¿Quizá la de todo el Gobierno Provisional?

Pero he aquí lo que dice sobre el particular “Viechérneie Vremia” de ayer:

“En relación con la interviú concedida por Miliukov, ministro de Negocios Extranjeros, y publicada el 23 de marzo en los periódicos de Petrogrado, el ministro de Justicia, Kerensky, ha encargado a la Oficina de Prensa de su Ministerio declarar que esa exposición de los objetivos de la política exterior de Rusia en la presente guerra es la opinión personal de Miliukov y no representa, en modo, alguno, el punto de vista del Gobierno Provisional”.

Así, pues, de creer a Kerensky, el señor Miliukov no expresa la opinión del Gobierno Provisional en la cuestión cardinal de los objetivos de la guerra.

Resumiendo: cuando el ministro de Negocios Extranjeros, señor Miliukov, ha dicho al mundo que los objetivos de la presente guerra son anexionistas, no sólo, se ha manifestado contra la voluntad del pueblo ruso, sino también contra el Gobierno Provisional, del que el señor Miliukov forma parte.

En los días del zarismo, el señor Miliukov se pronunciaba por la responsabilidad de los ministros ante el pueblo. Estamos de acuerdo con él en que los ministros son responsables ante el pueblo y deben rendir a éste cuentas de su gestión. Por eso preguntamos: ¿sigue reconociendo el señor Miliukov el principio de responsabilidad de los ministros? Y si sigue reconociéndolo ¿por qué no presenta su dimisión?

¿O, quizá, la declaración de Kerensky no es... exacta?

Una de dos:

O la declaración de Kerensky es falsa, en cuyo caso el pueblo revolucionario debe llamar al orden al Gobierno Provisional, obligándolo a acatar su voluntad.

O Kerensky tiene razón, en cuyo caso el señor Miliukov está de más en el Gobierno Provisional y debe presentar su dimisión.

No hay término medio.


Firmado: K. Stalin

lunes, abril 6

Bolcheviques en conferencia

Petrogrado (24 de marzo de 1917).-

domingo, abril 5

Ministro Miliukov remece el ambiente político con declaraciones anexionistas

Pável Miliukov. Ministro de Asuntos Exteriores

Petrogrado (23 de marzo de 1917).- El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno Provisional Pável Miliukov, ofrecio una conferencia de prensa el día de ayer y delineó los objetivos del gobierno en la presente guerra.

Según Miliukov, Rusia tiene como objetivos de guerra:

- la liberación de los pueblos eslavos del dominio austro-húngaro;
- la fusión con Rusia de los territorios ucranianos actualmente bajo control de Austria-Hungría (entre ellos Galitzia);
- la adquisición de Constantinopla y los Estrechos.

Las declaraciones del ministro Miliukov han levantado una ola de protestas en el Soviet de Petrogrado así como una conmoción interna en el propio gabinete.

Socialistas miembros del Soviet consideran esta declaración de Miliukov un desafío al “Llamamiento a los pueblos del mundo” realizado por el Soviet de Petrogrado el pasado 14 del presente mes que demandaba la renuncia a adquisiciones “de rapiña”, a anexiones imperialistas. El Soviet exigirá una explicación al gobierno sobre este tema.

Por su lado, fuentes familiarizadas con el tema informan que lo expresado en la conferencia de prensa son opiniones personales del ministro Miliukov y que algunos miembros del Gobierno Provisional están solicitando la reunión del gabinete para pronunciarse oficialmente al respecto.

Las declaraciones del ministro han provocado disgusto entre los soldados de la guarnición de Petrogrado y una efervescencia en los distritos obreros y círculos radicales.

El peso que se da a lo expresado por el señor Pável Miliukov se deriva del hecho de ser el líder del Partido Demócrata Constitucionalista (Kadete), el principal representante de la burguesía liberal de Rusia. Muchos consideran a Miliukov el verdadero poder detrás del trono y la gente da mucha veracidad al rumor que dice que fue él quien designó a los miembros del Gobierno Provisional.

Kerensky visita al ciudadano Romanov, ex Zar de todas las Rusias

Nicolás Romanov recluido en el Palacio Alexander en Tsarkoe


Petrogrado (22 de marzo de 1917).- El día de ayer el ministro de Justicia Alexander Kerenky llegó a Tsarskoe, residencia donde el ciudadano Nicolás Romanov y su familia se encuentran bajo custodia.

Kerensky ofrece un breve relato de su encuentro con el ex Zar:

“El no sabía cuál era mi intención. ¿Debería recibir como anfitrión o debería esperar a que yo hablara primero? ¿Debería estrecharme la mano o esperar por mi saludo? Sentí su embarazo así como la confusión de toda la familia a solas con un terrible revolucionario. Me acerqué a Nicolás y le extendí mi mano con una sonrisa, diciendo: “Kerensky”, como usualmente me presento. El estrecho mi mano firmemente, sonrió y aparentemente se sobrepuso. Me condujo hacia su familia. Su hijo e hijas estaban obviamente invadidos por la curiosidad y me miraban fijamente. Alexandra Feodorovna, rígida, orgullosa y desdeñosa, extendió su mano renuentemente. Yo tampoco quise ser efusivo así que apenas toque la palma de sus manos. Esto era típico de la diferencia de carácter entre esposo y esposa. Percibí que Alexandra Feodorovna aunque quebrada y molesta, era una mujer astuta con mucha fuerza de voluntad. En esos pocos segundos comprendí la psicología de toda la tragedia familiar que por muchos años pasó entre las paredes del palacio...

Y por una vez no pensé que él fuera el aislado e inhumano monstruo, el deliberado asesino que yo solía imaginar. Empecé a comprender que había un lado humano en él. Se me hizo claro que él aceptaba la dureza del sistema zarista sin ser movido por ninguna mala voluntad personal y aún sin comprender que estaba mal. Su mentalidad y sus circunstancias lo mantuvieron totalmente alejado del pueblo. El sabía de la sangre y lágrimas de miles de miles sólo a través de documentos oficiales en que eran presentadas como “medidas” tomadas por las autoridades “en el interés de la paz y la seguridad del Estado”. Tales informes no le sugerían el dolor y el sufrimiento de las víctimas sino únicamente el “heroísmo” de los soldados “fieles en el cumplimiento de su deber al Zar y la Patria”. Desde su juventud él ha sido educado para creer que su bienestar y el bienestar de Rusia son la misma cosa, de tal manera que los “desleales” trabajadores, campesinos y estudiantes que fueron muertos, ejecutados o exiliados eran para él simples monstruos y marginales de la humanidad que deben ser destruidos en nombre del país y de los mismos “fieles súbditos”...

...El es un hombre extremadamente reservado que desconfía y desprecia la huumanidad. No tiene buena educación pero tiene algún conocimiento de la naturaleza humana. No le importa nada salvo su hijo y tal vez sus hijas. Esta terrible indiferencia a las cosas externas lo hacen ver como un autómata... Cuando estudié su rostro, me pareció ver detrás de su sonrisa y sus ojos una rígida y fría máscara de absoluta soledad y desolación... Quizá todo en la tierra se le ha hecho insignificante y desagradable porque todos sus deseos siempre le fueron complacidos. Cuando empecé a conocer esta máscara viviente comprendí por qué habí sido fácil echarlo del poder. El no deseaba luchar por él y simplemente se le fue cayó de las manos. La autoridad como cualquier otra cosa la obtuvo fácil... El se despojó de la autoridad como antes se podía haber despojado de un uniforme para ponerse ropa simple. Es una nueva experiencia para él ser un simple ciudadano sin deberes de Estado. Retirarse a la vida privada no es una tragedia para él...”.


Según el ministro Kerensky, Nicolás estaba bastante golpeado al saber que Gran Bretaña había rehusado otorgarle asilo –no porque deseara dejar Rusia sino porque era una prueba más de “traición, cobardía, y engaño” del que estaba rodeado. Recuérdese que el rey Jorge V es primo del ex Zar y aliado en el presente guerra.

El Soviet nombra "comisarios" en las fuerzas armadas

Soldados rusos en marcha - 1914


Petrogrado (21 de marzo de 1917).- El Ispolkom decidió crear el 14 de marzo su Buró a fin de hacer más expeditiva la labor del Soviet. Los bolcheviques han rehusado por el momento formar parte de dicho Buró, aparentemente, debido a que consideraron que el número de asientos ofrecidos no era suficiente.

Otra medida, mucho más importante, tiene que ver con las fuerzas armadas. El Ispolkom acordó destacar “comisarios” en el Ministerio de Guerra, en los cuarteles generales de la Armada y en los cuarteles generales de los diversos frentes y flotas; para facilitar el contacto entre el Soviet y el Gobierno Provisional en esas instancias. Los comisarios seguirán, por supuesto, las órdenes del Ispolkom.

En la zona del frente de guerra, ninguna orden militar tendrá efecto sin la aprobación previa del Ispolkom y sus comisarios. Estos últimos colaborarán en la resolución de las disputas que surjan en las fuerzas armadas y entre los mandos militares y la población civil cerca o en la misma zona de combate. El Ministerio de Guerra instruirá a sus comandantes militares para que colaboren con los comisarios del Soviet en el cumplimiento de sus deberes.

Asimismo, el Soviet de Petrogrado definió hoy su línea hacia la guerra llamando a la unidad nacional para la defensa de la patria así como a una campaña internacional por la paz que resuelva democráticamente el problema de la guerra, "sin anexiones o indemnizaciones". Una combinación contradictoria según algunos radicales socialistas.