sábado, mayo 2

Discurso de Stalin en un mítin, el Primero de Mayo

Primero de Mayo en Petrogrado

Discurso pronunciado en Vasílievsky Ostrov, en un mítin celebrado el 18 de abril (1º de mayo) de 1917

En el curso de la revolución han surgido en el país dos poderes: el Gobierno Provisional, elegido por la Duma del 3 de junio, y el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, elegido por los obreros y soldados.

Las relaciones entre estos dos poderes son cada día más tirantes; la cooperación que existía antes entre ellos decae, y sería un crimen por nuestra parte ocultar este hecho.

La burguesía ha sido la primera en plantear el problema de la dualidad de poderes; ella ha sido la primera en proponer la alternativa: o Gobierno Provisional o Soviet de Diputados de Obreros y Soldados. Sería indigno de nosotros eludir la respuesta a cuestión planteada tan claramente. Los obreros y soldados deben decir resuelta y abiertamente qué gobierno consideran suyo: o el Gobierno Provisional o el Soviet de Diptados de Obreros y Soldados.

Se habla de confianza en el Gobierno Provisional, de la necesidad de esa confianza. Pero ¿cómo se puede confiar en un gobierno, cuando él mismo no confía en el pueblo en lo más importante y fundamental? Estamos en guerra. Y esa guerra se hace sobre la base de tratados con Inglaterra y con Francia, de tratados concluidos por el zar a espaldas del pueblo y consagrados por el Gobierno Provisional sin el consentimiento del pueblo.

El pueblo tiene derecho a conocer qué contienen esos tratados; los obreros y los soldados tienen derecho a saber por qué se derrama tanta sangre. ¿Qué respuesta ha dado el Gobierno Provisional a los obreros y a los soldados, cuándo éstos han exigido que se hicieran públicos? La declaración de que los tratados continúan en vigor. ¡Pero no ha publicado los tratados y no piensa publicarlos!

¿No es evidentre que el Gobierno Provisional oculta al pueblo los verdaderos fines de la guerra y que, al ocultarlos, se niega tenazmente a tener confianza en el pueblo? ¿Cómo pueden los obreros y los campesinos confiar en el Gobierno Provisional que no confía en ellos en lo más importante y fundamental?

Se habla del apoyo al Gobierno Provisional, de la necesidad de tal apoyo. Pero, juzguen ustedes mismos: ¿se puede acaso en una época revolucionaria, apoyar a un gobierno que desde su nacimiento mismo viene frenando la revolución? Hasta ahora la situación ha sido tal que las iniciativas revolucionarias y las medidas democráticas emanaban sólo y exclusivamente del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados. El Gobierno Provisional forcejeaba y se resistía; y si luego se ponía de acuerdo con el Soviet, era sólo parcialmente y de palabra, poniendo obstáculos en la práctica. Y así siguen las cosas hasta el presente. Pero ¿cómo se puede en plena revolución apoyar a un gobierno que se enreda en los pies de la revolución y tira de ella hacia atrás? ¿No será mejor plantear la cuestión de que el Gobierno Provisional no estorbe al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados en su obra de democratización sucesiva del país?

En el país se movilizan las fuerzas de la contrarrevolución. Hacen propaganda en el ejército, entre los campesinos y la gente humilde de las ciudades. La agitación contrarrevolucionaria va encaminada, ante todo, contra el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados. Se encubre esa agitación con el nombre del Gobierno Provisional, y el Gobierno Provisional tolera abiertamente los ataques al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados. Por qué, pues, vamos a apoyar al Gobierno Provisional? ¿Acaso porque tolera la agitación contrarrevolucionaria?

En Rusia ha comenzado un movimiento agrario. Los campesinos tratan de labrar, sin el consentimiento de los terratenientes, las tierras que éstos dejan sin cultivar. Si no se labran las tierras, el país puede verse al borde del hambre. Haciéndose eco de los deseos de los campesinos, la Conferencia de los Soviets de Toda Rusia ha acordado “apoyar” el movimiento campesino por la confiscación de las tierras de los terratenientes. Pero ¿qué hace el Gobierno Provisional? Declara que el movimiento campesino es una “usurpación”, prohibe a los campesinos que labren las tierras de los terratenientes y da a sus comisarios las “correspondientes” instrucciones (v. “Riech” del 17 de abril). ¿Por qué, pues, vamos a apoyar al Gobierno Provisional? ¿Acaso porque declara la guerra a los campesinos?

Se habla de que la desconfianza hacia el Gobierno Provisional minará la unidad de la revolución, apartará de ella a los capitalistas y a los terratenientes. Pero ¿quién se atreverá a decir que los capitalistas y los terratenientes apoyan realmente o pueden apoyar la revolución de las masas populares?

¿Acaso el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados al implantar la jornada de ocho horas, no apartó de sí a los capitalistas, uniendo en torno a la revolución a las amplias masas obreras? ¿Quién se atreverá a afirmar que la dudosa amistad de un puñado de fabricantes es más valiosa para la revolución que la amistad real, sellada con sangre, de millones de obreros?

Más aún: ¿acaso la Conferencia de los Soviets de Toda Rusia, al resolver apoyar a los campesinos, no ha apartado de sí a los terratenientes, vinculando las masas campesinas a la revolución? ¿Quién se atreverá a decir que la amistad de un puñado de terratenientes es más valiosa para la revolución que la amistad real de los millones y millones de campesinos pobres que visten hoy el uniforme de soldado?

La revolución no puede complacer a todos y cada uno. Por un extremo, satisface siempre los intereses de las masas trabajadoras y, por el otro, golpea a los enemigos ocultos y declarados de estas masas.

Por esto hay que elegir: o con los obreros y los campesinos pobres, por la revolución, o con los capitalistas y los terratenientes, contra la revolución.

Así, pues, ¿a quién vamos a apoyar? ¿A quién podemos considerar nuestro gobierno: al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados o al Gobierno Provisional?

Es evidente que los obreros y los soldados sólo pueden apoyar al Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, elegido por ellos.

Nota: Publicado con la firma de K. Stalin el 25 de abril (8 de mayo) de 1917 en el número 6 de Soldátskaia Pravda, periódico bolchevique dirigido a los soldados de la guarnición de Petrogrado.
Hasta febrero de 1918, rigió en Rusia el calendario juliano que tenía (en 1917) un "retraso" de 13 días con respecto al calendario "occidental" o gregoriano. En 1917, el 1 de mayo cayó el 18 de abril en Rusia.

viernes, mayo 1

Primero de Mayo

Pravda Nº 35 del 18 de abril (1 de mayo) de 1917

Pronto hará tres años que la rapaz burguesía de los países beligerantes arrastró al mundo a una sangrienta matanza.

Pronto hará tres años que los obreros de todos los países, ayer hermanos entrañables y ahora vestidos con el uniforme de soldado, están unos frente a otros como enemigos, y se mutilan y matan, para regocijo de los enemigos del proletariado.

Exterminio en masa de las fuerzas vivas de los pueblos, ruina y miseria generales, destrucción de ciudades y aldeas un tiempo florecientes, hambre y embrutecimiento, y todo ello para que un puñado de buitres coronados y sin coronar saquee tierras ajenas y se embolse millones sin cuento. He ahí a dónde conduce la presente guerra.

El mundo ha empezado a ahogarse en la zarpas de la guerra...

Los pueblos de Europa no pueden soportar más y ya empiezan a revolverse contra la burguesía belicista.

La revolución rusa es la primera que abre una brecha en el muro que separa unos de otros a los obreros. En ese momento de embriaguez “patriótica” general, los obreros rusos proclaman -los primeros- la olvidada consigna; “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.

Bajo el tronar de la revolución rusa despiertan de su letargo los obreros de Occidente. Las huelgas y las manifestaciones en Alemania, las manifestaciones en Austria y en Bulgaria, las huelgas y mítines en los países neutrales, la creciente efervescencia en Inglaterra y Francia, la fraternización en masa en los frentes, son las primeras golondrinas de la revolución socialista que se avecina.

Y nuestra fiesta de hoy, la fiesta del Primero de Mayo, ¿no es acaso una señal de que en los torrentes de sangre se forjan nuevos lazos de fraternidad entre los pueblos?

Arde la tierra bajo los pies de los tiburones capitalistas, pues de nuevo flamea sobre Europa la bandera roja de la Internacional.

¡Que el día de hoy, este Primero de Mayo, en el que centenares de miles de obreros de Petrogrado tienden fraternalmente la mano a los obreros de todo el mundo, sea la garantía del nacimiento de una nueva Internacional revolucionaria!

¡Que la consigna “¡Proletarios de todos los países, uníos!” – que hoy ha resonado en las plazas de Petrogrado- vuele por el mundo y una a los obreros de todos los países en la lucha por el socialismo!

Por encima de las cabezas de los tiburones, por encima de las cabezas de sus gobiernos expoliadores, tendamos la mano a los obreros de todos los países y proclamemos:

¡Viva el Primero de Mayo!
¡Viva la fraternidad de los pueblos!
¡Viva la revolución socialista!


Nota: Redactado por Stalin en nombre del Partido. Publicado sin firma.

Conferencia Bolchevique de Petrogrado aprueba Resolución sobre la actitud ante el Gobierno Provisional

Pravda Nº 35 del 18 de abril (1 de mayo) de 1917.

Primera Conferencia de la Ciudad de Petrogrado
Partido Obrero Social Demócrata de Rusia (Bolchevique)

Resolución sobre la actitud hacia el Gobierno Provisional


Considerando:

(1) que el Gobierno Provisional, por su carácter de clase, es el órgano de la dominación terrateniente y burguesa;
(2) que el Gobierno Provisional y las clases que representa están ligadas con indisolubles lazos económicos y políticos a los imperialismos ruso y anglo-francés;
(3) que el Gobierno Provisional está llevando su proclamado programa sólo parcialmente y únicamente bajo la presión del proletariado revolucionario y hasta cierto punto de la pequeña burguesía;
(4) que las fuerzas de la contrarrevolución burguesa y terrateniente, ahora bien organizadas, han lanzado ya un ataque contra la democracia revolucionaria bajo la cobertura y la obvia connivencia del Gobierno Provisional;
(5) que el Gobierno Provisional está evitando fijar la fecha de las elecciones a la Asamblea Constituyente, obstaculizando el armamento del pueblo en su conjunto, oponiéndose a la transferencia de la tierra al pueblo, facilitando la resolución del problema agrario según el modo terrateniente; obstruyendo la introducción de la jornada de las ocho horas; permitiendo la propaganda contrarrevolucionaria en el ejército (Guchkov y Cia.), animando a los oficiales de alto rango contra los soldado; etc.
(6) que este gobierno, al mismo tiempo, se está apoyando en el presente en la confianza de y, hasta cierto punto, en un acuerdo real con el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados, es decir, Campesinos;
(7) que cada paso del Gobierno Provisional, en su política interior y exterior, de seguro abrirá los ojos, no sólo de los proletarios de la ciudad y del campo y los semiproletarios sino también de amplios sectores de la pequeña burguesía, sobre la verdadera naturaleza de este gobierno;

la Conferencia resuelve que:

(1) para asegurar que todo el poder del Estado pase a manos de los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados u otras organizaciones como expresión directa de la voluntad del pueblo, es necesario un largo trabajo para desarrollar la consciencia de clase del proletariado y unir a los proletarios urbanos y rurales contra las vacilaciones de la pequeña burguesía, porque sólo un trabajo de esta naturaleza puede garantizar un verdadero avance de todo el pueblo revolucionario;
(2) esto demanda una actividad multilateral en los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados, un trabajo orientado a incrementar el número de esos Soviets, consolidando su poder y fusionando los grupos internacionalistas proletarios de nuestro Partido en los Soviets;
(3) debemos organizar nuestras fuerzas socialdemócratas más efectivamente para ser capaces de dirigir la nueva ola del movimiento revolucionario bajo la bandera de la Social Democracia revolucionaria.

Nota: Resolución propuesta por Lenin y aprobada por mayoría de 37 a 3.

jueves, abril 30

La crítica de Lenin al "viejo" bolchevismo

Homenaje a las víctimas del 27 de Febrero

El llamado de Lenin a “revisar” el bolchevismo y su crítica a los “viejos” bolcheviques, fue difundido por Trotsky de manera maliciosa como un llamado a renunciar a la teoría de la revolución establecida por Lenin en “Dos tácticas de la socialdemocracia revolucionaria…” y escritos posteriores.

Lo que Trotsky y los historiadores burgueses que lo siguen, han machacado es que esta crítica de Lenin del “viejo” bolchevismo es una reconocimiento de que la teoría de las dos etapas de la revolución estaba equivocada y que los sucesos de la Revolución de Febrero obligaron al “pragmático” Lenin a corregir esto. Trotsky establece que las discrepancias de Lenin con los “viejos” bolcheviques consistía en que estos últimos sostenían que la revolución burguesa debía ser liderada por la burguesía (“Gobierno Provisional”), que había que dejar que esta burguesía ejecute las tareas “burguesas” que le son propias, y que una vez que el desarrollo de las condiciones sociales lo planteen la clase obrera tendría su turno para luchar por la revolución socialista. (Esta, en realidad, es una descripción de la teoría menchevique de la revolución, que explica en buena cuenta por qué -a pesar de liderar el Soviet de Petrogrado- los mencheviques nunca se decidieron a tomar el poder en sus manos, cediéndolo a la burguesía).

Por supuesto, Lenin jamás renunció a su teoría de la revolución. Su análisis de la revolución rusa, realizado en el mismo momento de su desarrollo, y que es la base de sus célebres Tesis de Abril, reafirman y desarrollan su teoría. Lo que Lenin sostiene cuando llega a Petrogrado es que la revolución democrático burguesa ha sido completada, que la primera etapa de la revolución ha concluido, y que es hora de la transición a la segunda etapa de la revolución. La crítica que hace a los viejos bolcheviques es que no han considerado que la revolución había planteado las cosas de manera diferente, que los bolcheviques seguían manejando los viejos esquemas de una revolución “clásica” basada en experiencias de revoluciones pasadas cuando la realidad estaba mostrando nuevas características, y que una de esas características –única y sin precedentes– era el poder dual en el que junto al poder de los Soviets estaba el poder de la burguesía.

Lenin reconocía que las viejas premisas bolcheviques habían sido confirmadas por la revolución, que los bolcheviques eran los únicos que habían hecho un análisis completo de la revolución, que habían determinado correctamente sus fuerzas motrices y su comportamiento. Sin embargo, los viejos bolcheviques todavían consideraban vigente la revolución democrático burguesa porque no se había resuelto claramente el problema del poder y que por tal razón aún no se había completado. La cuestión del poder en la revolución democrático burguesa está definida por la dictadura democrática del proletariado y del campesinado, y mientras ésta no se alcance, esa primera etapa de la revolución no ha concluido. Tal era el razonamiento de fondo de los “viejos” bolcheviques, expresado claramente por Kámenev en la VII Conferencia del Partido.

Lo nuevo que Lenin establecía era: 1) la primera etapa de la revolución se ha consumado; 2) el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados es la dictadura del proletariado y el campesinado; 3) esta dictadura existe junto a la dictadura de la burguesía (Gobierno Provisional) y le ha cedido el poder, y ese poder dual es lo extraordinario, lo inédito de la revolución rusa; 4) la presencia de ambas dictaduras, coexistiendo como resultado de las condiciones peculiares de la revolución, es lo que determina que la revolución democrático burguesa se haya completado; 5) la peculiaridad del momento en Rusia consiste en la transición, sin pausa, sin interrupción, de la primera etapa de la revolución que dió el poder a la burguesía debido a la inadecuada organización del proletariado, a su segunda etapa, que debe dar el poder al proletariado y al campesinado pobre; 6) la tarea es luchar por el poder para el proletariado y los campesinos pobres, por la república de los soviets; 7) no a la “introducción” del socialismo como tarea inmediata.

Como se puede ver, no tienen justificación las afirmaciones de Trotsky y los trotskistas que dicen que Lenin renunció a la teoría bolchevique de la revolución. Por el contrario, claramente reconoce las dos etapas de la revolución; establece que la primera etapa se ha completado; sitúa las tareas del proletariado en la transición de la primera etapa de la revolución a la segunda; y, precisamente por estar en ese período de transición, advierte que no se plantee la “introducción” del socialismo como tarea inmediata. No es como dice Trotsky que Lenin se hizo "menos bolchevique" y que eso lo decidió a incorporarse al Partido. Lenin criticó antes de 1917 la consigna trotskista "Sin Zar, por un gobierno obrero"; en la VII Conferencia de fines de abril de 1917 insistía que sería un error la consigna "Sin Zar, por la dictadura del proletariado", y en 1921 criticaba que el principal error de Trotsky era su tesis del "estado obrero" cuando el soviético era un estado "de obreros y campesinos".

Los viejos bolcheviques en sus resoluciones analizaron la revolución, sus fuerzas motrices, la naturaleza de clase del Gobierno Provisional y de la guerra imperialista, comprendieron lo característico del poder dual, pero no reconocieron al Soviet como la dictadura del proletariado y del campesinado de manera clara. Aunque los bolcheviques consideraban al Soviet un poder surgido de la revolución, no apreciaron que era la expresión de un nuevo Estado, tipo la Comuna de París como decía Lenin. Por consiguiente, no evaluaron correctamente que la revolución iba por el camino de los Soviets, no como una organización cualquiera sino como la forma de Estado que la revolución había creado. Por eso no vieron la República de los Soviets como forma de solución de la cuestión del poder en la revolución, y vacilaron con el “apoyo condicional” o el “control” sobre el Gobierno Provisional en lugar de llamar por la transferencia del poder a los Soviets.

No se puede decir que estas diferencias fueran desdeñables pero tampoco que fueran contradicciones insalvables. Eso explica por qué en cortísimo tiempo (diez días en Petrogrado!) Lenin puedo convencer a la gran mayoría del Partido de la corrección de sus tesis sobre la revolución. Lenin llegó a Petrogrado el 3 de abril, cerca de la medianoche. El día 4, inició su campaña exponiendo sus Tesis de Abril ante el Partido y ante las masas. Del 14 al 22 de abril, se realizó la Primera Conferencia del Comité de Petrogrado del Partido, donde se aprobaron sus propuestas. Del 24 al 29 de abril se llevó a cabo la VII Conferencia del Partido, donde nuevamente sus posiciones fueron adoptadas. De ahí en adelante, el Partido Bolchevique lucharía con claridad por ganarse a la clase obrera y el campesinado para la toma del poder.

D.R.

miércoles, abril 29

Revisar el viejo bolchevismo exige Lenin


Petrogrado (16 de abril de 1917).- El pasado 14, en la Primera Conferencia de la Ciudad de Petrogrado del Partido Bolchevique, Lenin presentó el “Informe sobre la situacion actual y la actitud ante el Gobierno Provisional”, del cual citamos algunos extractos:

"Nuestra línea política, expresada en resoluciones, fue elaborada progresivamente con mayor precisión que cualquier otro partido. Los sucesos, sin embargo, han creado una situación enteramente nueva. El principal error cometido por los revolucionarios es que miran hacia atrás, a las viejas revoluciones, cuando la vida nos proporciona muchas cosas nuevas que han de ser ubicadas en el contexto general de acontecimientos.

Las fuerzas motrices de la Revolución [de Febrero] fueron definidas por nosotros bastante correctamente. Los hechos han justificado nuestras viejas premisas bolcheviques pero el problema con nosotros es que los camaradas han querido permanecer “viejos” bolcheviques. El movimiento de masas ha estado confinado al proletariado y al campesinado. La burguesía europea occidental ha estado siempre opuesta a la revolución. Tal era la situación a la que hemos estado acostumbrados…

…Pero las cosas se presentaron diferentes. La guerra imperialista dividió a la burguesía europea, y esto creó una situación donde los capitalistas anglo-franceses, por razones imperialistas, se convirtieron en soportes de la revolución rusa. Los capitalistas británicos ingresaron en una conspiración con Guchkov, Miliukov y el alto mando de oficiales del ejército… La revolución ha ganado así un inesperado aliado. Como resultado, la revolución ha sido diferente de lo que cualquiera hubiera esperado. Hemos encontrado no sólo aliados en la burguesía rusa sino también entre los capitalistas anglo-franceses…

Y entonces, la revolución en su primera etapa se desarrolló de una forma que nadie había esperado… La situación es única en que ahora tenemos un poder dual… El Soviet es la realización de la dictadura del proletariado y los soldados, entre los últimos la mayoría es campesina. Por tanto, es una dictadura del proletariado y el campesinado. Pero esta “dictadura” ha entrado en un acuerdo con la burguesía…

…Y aquí es donde el “viejo” bolchevismo necesita ser revisado…

…La situación que ha surgido muestra que la dictadura del proletariado y el campesinado está entrelazada con el poder de la burguesía. Una situación extraordinariamente única. El pasado no tiene ejemplos de una revolución donde los representantes del proletariado revolucionario y el campesinado, aunque totalmente armados, llegan a una alianza con la burguesía, y aunque tienen el poder lo ceden a la burguesía…

La revolución burguesa en Rusia se ha completado en tanto el poder ha llegado a las manos de la burguesía…

…Aquí el “viejo bolchevique” replica: “No se ha completado –porque no hay dictadura del proletariado y del campesinado”. ¡Pero el Soviet de Diputados de Obreros y Soldados es esa dictadura!

En los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados el alineamiento de fuerzas es tal que el poder ha pasado al Gobierno Provisional mientras los socialistas se contentan con “comisiones de contacto”…Uno debe estar ciego ante los hechos para no ver que en Rusia, aparte de los bolcheviques, no hay nada sino defensismo revolucionario y que eso ha triunfado en todas partes. El defensismo revolucionario significa la renuncia a todos los principios socialistas a los intereses depredadores del capitalismo, intereses que están escondidos detrás de la frase “defensa de la patria”; significa rendir la posición de uno a la pequeña burguesía…

…Lo esencial de la situación política de este momento es ser capaz de hacer que las masas vean la verdad…

Estamos aun en minoría y comprendemos la necesidad de ganar la mayoría. A diferencia de los anarquistas, necesitamos el Estado para la transición al socialismo…

…Los hechos han conducido a que la dictadura del proletariado y el campesinado esté entrelazada con la dictadura de la burguesía. La siguiente etapa es la dictadura del proletariado, pero el proletariado no está lo suficientemente organizado y educado; debe ser educado. Deberían organizarse Soviets de Diputados de Obreros y Soldados por todo el país, la vida misma lo demanda. No hay otro camino. ¡Esta es la Comuna de París!… Este es el tipo de Estado bajo el que es posible avanzar hacia el socialismo…

…La revolución rusa se ha erguido más alto: cualquier otro gobierno distinto del Soviet es imposible y eso es lo que la burguesía teme. Mientras los Soviets no hayan tomado el poder, nosotros no lo tomaremos. Una fuerza viva, sin embargo, puede empujar al Soviet a tomar el poder. De otro modo nunca saldremos de la guerra que los capitalistas están conduciendo engañando al pueblo. Todos los países están al borde de la ruina; el pueblo debe entender esto; no hay salida excepto a través de la revolución socialista…

…El gobierno debe ser derrocado pero nadie entiende esto correctamente. Mientras el Gobierno Provisional tenga el apoyo del Soviet de Diputados Obreros, no se puede “simplemente” derrocarlo. La única forma en que puede y debe ser derrocado es ganando a la mayoría en los Soviets. Una de dos: o adelante hacia el poder indivisible de los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados o respaldo a la guerra imperialista – no hay otra alternativa".

La Conferencia continuará en sesión hasta el 22 de abril. Dos días después se iniciará el VII Congreso de Toda Rusia del Partido Bolchevique.

Lenin: Sobre el retorno de los emigrados

Pravda Nº 34 del 16 (29) de abril de 1917

Los periódicos de hoy han publicado un telegrama firmado por P.B. Axelrod, L. Mártov, Riazanov, Lunacharsky y Natanson, que dice:

"Encontramos absolutamente imposible regresar a Rusia vía Inglaterra".

Otro telegrama firmado por Mandelberg, miembro de la Segunda Duma, profesor Reichesberg, Felix Kon, Ustinov, Balabanova, Andronikov y otros, dice:

“Vemos una salida en un acuerdo entre los gobiernos de Rusia y Alemania… por un intercambio de prisioneros… a cambio de la liberación de un número equivalente de alemanes civiles retenidos en Rusia”.

¿Por qué los caballeros de Russkaya Volya y Yedinstvo no declaran, también, a esos emigrados políticos como agentes alemanes?

N. Lenin

martes, abril 28

Stalin adopta las Tesis de Abril

Lenin y Stalin

Stalin, aún después de aceptar las Tesis de Abril de Lenin, no adoptó todas las políticas del líder. Lenin exigía la propiedad estatal de la tierra. Stalin continuó sosteniendo que eso alejaría a los campesinos que deseaban tener el control total sobre el campo. La tierra, insistía, debería ser transferida al campesinado sin condiciones. Quizá pensó que una vez que Lenin ganara experiencia directa con las condiciones rusas, vería el punto. Stalin también evitó la más provocativa de las consignas de Lenin sobre la guerra. Como Kámenev, Stalin omitía llamar a los soldados y trabajadores a transformar la “guerra imperialista” existente en una “guerra civil europea” entre los proletariados de Europa y sus burguesías. Kámanev y Stalin entendían que si los bolcheviques querían aumentar su popularidad, tenían que hacer énfasis en que eran el único partido en Rusia que podría traer la paz. Igualmente notable fue la elusión de Stalin de términos tales como “la dictadura del proletariado”. El tenía sus oídos abiertos a las actitudes de la sociedad. Los obreros y los soldados vieron la caída de la monarquía como el inicio de un orden de libertad y democracia. Ideas de dictadura eran consideradas como características de la monarquía derrocada en febrero de 1917. Stalin defendió sus ideas – y no fue él sino Lenin quien finalmente tuvo que enmendar su posición.

Mientras tanto el Gobierno Provisional se hundió en dificultades. La guerra continuaba y los ejércitos rusos parecían cada vez inferiores a sus enemigos alemanes. La dislocación de la economía empeoró. La provisión de alimentos cayó. Las fábricas enfrentaron el cierre cuando fallaron las entrega de metales, petróleo y otras materias primas. Los bancos cesaron de financiar a las empresas industriales. El sistema administrativo civil que había crujido bajo las tensiones de la guerra, empezó a colapsar. El transporte y las comunicaciones ya no eran confiables. Al mismo tiempo las demandas de la opinión popular se intensificaron. Los obreros clamaban mayor pago y empleo seguro. Los soldados en la guarnición apoyaban una política de paz: estaban horrorizados con la posibilidad de ser transferidos al frente. Los campesinos querían mayores precios para sus cosechas e insistían además en la posesión de todas las tierras agrícolas y en el fin de la guerra. Los dueños de tiendas y artesanos demandaban protección contra los intereses de los grandes negocios. Ucranianos, fineses y georgianos querían pruebas de que las autoridades de Petrogrado no los estaban poniendo en desventaja. El Gobierno Provisional hizo concesiones. Introdujo los tribunales arbitrales para las disputas industriales. Subió los precios pagados por el grano. Se hizo de la vista gorda con la insubordinación de la guarnición. Otorgó gran autonomía a los órganos locales de auto-gobierno. Prometió llevar a cabo elecciones para una asamblea constituyente a la primera oportunidad.

Los ministros se rehusaron a aprobar más reformas hasta la derrota de los Poderes Centrales. El problema menifiesto desde la Revolución de Febrero era que el Gobierno Provisional carecía de capacidad para contener a los grupos de la sociedad que exigían que se introduzcan reformas inmediatamente. El permiso del Soviet de Petrogrado había sido crucial para el establecimiento del primer gabinete. Los Soviets, los comités de fábricas, los comités del ejército y las comunas de las villas procedieron a restringir la capacidad de los ministros para gobernar. Las fuerzas armadas estaban incapacitadas para forzar la voluntad del Gobierno Provisional debido a que los soldados de la guarnición ignoraban las órdenes que no les eran de su agrado. La policía siempre había sido inútil para enfrentar la desobediencia civil – de cualquier forma ellos se habían desbandado cuando la monarquía imperial fue derrocada.

Si Stalin tenía algunas dudas acerca de seguir a Lenin, ellas fueron disipadas por los sucesos en Petrogrado. El Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov había enviado una nota diplomática a Londres y París afirmando que los objetivos de guerra rusos permanecían habían sido bajo Nicolás II. Desde que esos objetivos incluían expansión territorial a expensas del Imperio Otomano hubo mucha repulsa popular entre los obreros y soldados de la capital. El Gobierno Provisional había llegado al poder con el apoyo del Soviet de Petrogrado en el entendido de que la guerra sería peleada defensivamente y que el expansionismo había sido rechazado. El 20-21 de abril una manifestación política contra el gabinete fue apoyada por los líderes mencheviques y socialistas-revolucionarios del Soviet de Petrogrado. Manifestaciones similares ocurrieron en otras ciudades a través del país. Algunos bolcheviques en Petrogrado llamaron a un levantamiento armado contra el Gobierno Provisional, y Lenin tuvo que desautorizarlos como representantes de su Partido. Todo el caso Miliukov jugó a favor de Lenin. Para muchos bolcheviques todavía no convencidos así como para un número creciente de obreros y soldados, los hechos habían probado que él estaba en lo correcto y que los mencheviques y socialistas-revolucionarios eran los culpables por haber confiado en el Gobierno Provisional.

La opinión en el bolchevismo giró definitivamente a favor de Lenin cuando ganó el apoyo de aquellos que habían estado al lado de Kámenev y Stalin en marzo. Lenin logró esto imponiendo su status y personalidad ante los oyentes y los lectores, y tuvo la ventaja de que muchos veteranos bolcheviques –aunque no habían desarrollado exactamente sus ideas sobre estrategia- se sentían incómodos de ofrecer apoyo aunque sea condicional al Gobierno Provisional conducido por los liberales. Kámanev también se alineó con él. Lenin por su parte abandonó algunos de sus más estridentes consignas. No continuó demandando la transformación de “la guerra imperialista en una guerra civil europea”. Temporalmente cesó de urgir en público “la dictadura” y la “guerra revolucionaria”. Y aunque Lenin no había hecho todavía todos los ajustes requeridos por el entorno político ruso, Kámenev pensó que no era el fanático revolucionario que apareció en la Estación Finlandia. Stalin se formó la misma opinión, y poniendo a un lado su anterior actitud conciliadora con el Gobierno Provisional, se convirtió en un inequívoco abogado del leninismo. Miliukov completó el trabajo por Lenin. Y cuando la Conferencia del Partido Bolchevique empezó el 24 de abril, el sabía que la victoria sería suya.

Extracto de Stalin: A biography de Robert Service, Belknap Harvard, 2004. Traducción propia.

lunes, abril 27

Inauguran Primera Conferencia de la Ciudad de Petrogrado del Partido Bolchevique

Petrogrado (14 de abril de 1917).- Se inauguró el día de hoy la Primera Conferencia de la Ciudad de Petrogrado del Partido Bolchevique.

La reunión general de los bolcheviques de la capital discutirá las ideas expuestas por Lenin, el líder del Partido, desde su regreso a Rusia del exilio. Durante los días que van desde su arribo a Petrogrado hasta la fecha, Lenin se ha dedicado de lleno a exponer sus tesis políticas en distintas reuniones y mítines en su Partido, en los sindicatos y en la guernición de soldados.

Durante el desarrollo de esa campaña frenética por ganar a su lado a los cuadros de su Partido y a las obreros y soldados de base, Lenin ha tenido un éxito inusitado teniendo en cuenta que sólo ha tenido diez días para hacerlo. Empezando por el radical distrito de Viborg, Lenin ha ganado varios comités distritales de Petrogrado y a líderes del Comité Central, como Stalin, que ahora se alinean tras las posiciones "leninistas".

Fuentes conocedoras de los entretelones del debate en el Partido aseguran que Lenin se anotará una victoria en esta Conferencia de la capital, lo que sería un gran paso en camino a la Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique a realizarse el 24 del presente mes.

Stalin: La tierra para los campesinos


El joven Stalin
Pravda Nº 32 del 14(27) de abril de 1917

Los campesinos de la provincia de Riazán se han dirigido al ministro Shingariov, comunicándole que van a labrar las tierras que dejan sin cultivar los terratenientes, aunque éstos no den su consentimiento. Los campesinos señalan cuán funesto es que los terratenientes no siembren, y declaran que el único medio para asegurar el pan, tanto de la población en la retaguardia como del ejército en el frente, es labrar sin demora esas tierras incultas.

En respuesta a ello, el ministro Shingariov prohibe terminantemente que se labre la tierra sin permiso para ello, diciendo que lo contrario sería una “usurpación”, e invita a los campesinos a esperar a la reunión de la Asamblea Constituyente: ésta, según el ministri, lo resolverá todo.

Y como no se sabe cuándo se reunirá la Asamblea Constituyente, como su convocatoria es aplazada por el Gobierno Provisional, del que forma parte el señor Shingariov, resulta que, de hecho, la tierra debe seguir sin labrar, los terratenientes continúan poseyéndola, los campesinos siguen sin tierra y Rusia –los obreros, los campesinos y los soldados- sin el suficiente pan.

Toda eso para que los terratenientes no se sientan perjudicados, aunque Rusia se vea atenazada por el hambre.

Tal es la respuesta del Gobierno Provisional, del que forma parte el ministro Shingariov.

Esa respuesta no nos asombra: ¿qué son para ellos los campesinos? ¡Lo importante es que los terratenientes prosperen!

Por eso nosotros decimos a los campesinos, a todos los campesinos pobres de Rusia, que tomen su causa en sus propias manos y que ellos mismos la impulsen adelante.

Los llamamos a organizarse y a formar Comités campesinos revolucionarios (de subdistrito, de distrito, etc.), a posesionarse de las tierras de los terratenientes a través de dichos Comités y a cultuvarlas sin autorización y de manera organizada.

Los llamamos a realizar esto sin dilación alguna, sin esperar a que se reúna la Asamblea Constituyente y sin prestar atención a las reaccionarias prohibiciones ministeriales, que ponen barreras a la revolución.

Se nos dice que la incautación inmediata de las tierras de los terratenientes minaría la “unidad” de la revolución, desgajando de ésta de a las “capas progresivas” de la sociedad.

Pero sería ingenuo pensar que se puede impulsar la revolución sin romper con los fabricantes y con los terratenientes.

¿Acaso al implantar la jornada de ocho horas los obreros no “desgajaron” de la revolución a los fabricantes y a sus afines? ¿Quién osará afirmar que la revolución ha salido perdiendo al aliviar la situación de los obreros mediante la reducción de la jornada de trabajo?

El cultivo no autorizado de las tierras de los terratenientes y la incautación de estas tierras por los campesinos “desgajarán”, sin duda, de la revolución a los terratenientes y a sus afines. Pero ¿quién osará afirmar que, al unir en torno a la revolución a los millones y millones de campesinos pobres, debilitamos las fuerzas de la revolución?

Quien quiera influir en el desarrollo de la revolución debe comprender bien de una vez para siempre:

1) que las fuerzas principales de nuestra revolución son los obreros y los campesinos pobres, quienes, por causa de la guerra, han sido vestidos con el uniforme de soldado;
2) que, a medida que la revolución se profundiza y se va extendiendo, los llamados “elementos progresivos” –progresivos de palabra y reaccionarios de hecho– irán “desgajándose” inevitablemente de ella.

Sería una utopía reaccionaria frenar este beneficioso proceso de depuración de la revolución de “elementos” innecesarios.

La política de espera y aplazamiento hasta que se convoque la Asamblea Constituyente, la política de renuncia “temporal” a la confiscación -recomendada por los populistas, los trudoviques y los mencheviques-, la política de zigzags entre las clases (“¡cuidado con agraviar a nadie!”) y de vergonzoso marcar el paso sin moverse del sitio, no es la política del proletariado revolucionario.

La marcha victoriosa de la revolución rusa barrerá esa política como un trasto inútil, sólo deseable y ventajoso para los enemigos de la revolución.

K. Stalin

domingo, abril 26

La autocrítica de Stalin


Stalin. 1903

El período de la nueva orientación del Partido (marzo-abril).

Los principales hechos de este período son:

a) el derrocamiento del zarismo;
b) la formación del Gobierno Provisional (dictadura de la burguesía);
c) la aparición del Soviet de Diputados Obreros y Soldados (dictadura del proletariado y el campesinado);
d) poder dual;
e) la manifestación de abril;
f) la primera crisis de poder.

La característica principal de este período es el hecho de que existían juntos, lado a lado y simultáneamente, la dictadura de la burguesía y la dictadura del proletariado y el campesinado; el último confiaba en el primero, creía en los esfuerzos por la paz, voluntariamente cedió el poder a la burguesía y se convirtió en un apéndice de la burguesía. No había aún serios conflictos entre las dos dictaduras. De otro lado, existía el “Comité de Contacto”.

Este fue el más grande punto de viraje en la historia de Rusia y un punto de viraje sin precedentes en la historia de nuestro partido. La vieja plataforma prerrevolucionaria de derrocamiento directo del gobierno era clara y definida pero no era adecuada a las nuevas condiciones de lucha. Ya no era posible luchar directamente por el derrocamiento del gobierno porque éste estaba conectado con los Soviets -entonces bajo la influencia de los defensistas-, y el Partido habría tenido que llevar adelante una guerra contra el gobierno y los Soviets, una guerra más allá de sus posibilidades. Tampoco era posible una política de apoyo al Gobierno Provisional porque éste era un gobierno del imperialismo. Bajo las nuevas condiciones de lucha, el Partido había adoptado una nueva orientación. El Partido (su mayoría) siguió su camino hacia esta nueva orientación. Adoptó la política de presión sobre el Gobierno Provisional a través de los Soviets en la cuestión de la paz y no se aventuró a dar un paso adelante, pasando de la vieja consigna de la dictadura del proletariado y el campesinado a la nueva consigan del poder a los Soviets. El objetivo de esta política intermedia fue hacer que los Soviets comprendan la real naturaleza imperialista del Gobierno Provisional sobre la base de cuestiones concretas de la paz, y en este camino separar a los Soviets del Gobierno Provisional. Pero ésta fue una posición profundamente errónea porque daba lugar a ilusiones pacifistas, llevando agua al molino del defensismo y obstaculizando la educación revolucionaria de las masas. En esa época, yo compartí esta equivocada posición con otros camaradas del Partido y las abandoné plenamente a mediados de abril, cuando me adherí a las tesis de Lenin. Una nueva orientación era necesaria. Esta nueva orientación del Partido fue dada por Lenin en sus célebre Tesis de Abril... ¿Había discrepancias entre el Partido y Lenin en ese momento? Sí, las había. ¿Cuánto duraron esas discrepancias? No más de dos semanas. La Conferencia local de la organización de Petrogrado (en la segunda mitad de abril) que adoptó esas tesis, marcó el punto de viraje del desarrollo de nuestro Partido. La Conferencia de Abril de Toda Rusia (a fines de abril) simplemente completó a escala nacional el trabajo de la Conferencia de Petrogrado, reuniendo al noventa por ciento del Partido en torno a esta posición.

Ahora, siete años después, Trotsky recuerda maliciosamente las discrepancias pasadas entre los bolcheviques y las presenta casi como una lucha entre dos grupos dentro del bolchevismo. Sin embargo, en primer lugar, Trotsky desgraciadamente exagera e infla el asunto porque el Partido Bolchevique ha vivido esas discrepancias sin la más ligera conmoción. En segundo lugar, nuestro Partido sería una casta y no un partido revolucionario si no permitiera matices de opinión en sus filas. Más aún, es bastante conocido que hubo discrepancias entre nosotros aún antes de eso, por ejemplo durante la Tercera Duma, pero ellas no remecieron la unidad de nuestro Partido. En tercer lugar, no estaría fuera de lugar preguntar cuál fue entonces la posición del mismo Trotsky quien ahora se regodea con tanto entusiasmo con las discrepancias pasadas entre los bolcheviques. Lentsner, el llamado editor de las obras de Trotsky, nos asegura que las cartas de Trotsky desde Estados Unidos (marzo) “anticipaban en toda su extensión” las Cartas desde lejos de Lenin (marzo) que sirivieron de base a las Tesis de Abril de Lenin. Eso es lo que dice: “anticipaba en toda su extensión”. Trotsky no objeta esta analogía, aparentemente la acepta con agradecimientos. Pero, en primer lugar, las cartas de Trotsky “no se asemejan en lo mínimo” a las cartas de Lenin ni en espíritu ni en conclusiones porque ellas reflejan plena y totalmente la consigna anti-bolchevique de Trotsky de “sin zar, por un gobierno obrero”, una consigna que implica una revolución sin el campesinado. Es suficiente echar un vistazo a las tesis de las dos series de cartas para convencerse de esto. En segundo lugar, si lo que dice Lentsner es verdad, ¿cómo explicamos el hecho de que Lenin al día siguiente de su arribo del extranjero consideró necesario disociarse de Trotsky? ¿Quién no conoce las reiteradas afirmaciones de Lenin de que la consigna de Trotsky: “sin zar, por un gobierno obrero” era un intento de “dejar de lado el aún vigoroso movimiento campesino”, que esta consigna significa “jugar a la toma del poder por un gobierno obrero”.

¿Qué puede haber en común entre las tesis bolcheviques de Lenin y el esquema anti-bolchevique de Trotsky con su “juego a la toma de la poder”?... ¿Con qué propósito Lentsner considera necesario hacer ese arriesgado agregado a la colección de leyendas acerca de nuestra revolución con otra leyenda sobre las cartas de Trotsky “anticipando” las bien conocidas Cartas desde lejos de Lenin?

Es sabido que un tonto complaciente es más peligroso que un enemigo.


Extracto de Trotskyism or Leninism? (Speech Delivered at the Plenum of the Communist Group in the A.U.C.C.T.U.), del 19 de Noviembre de 1924. Traducción propia