lunes, julio 20

Las tres crisis (Lenin)

Escrito el 7 (20) de Julio de 1917
Rabotnitsa Nº 7 del 9 (22) de julio de 1917 (periódico bolchevique dirigido a la mujeres obreras)


Mientras más violentas sean las calumnias y mentiras contra los bolcheviques en estos días, más calmados debemos -mientras refutamos las mentiras y calumnias- reflexionar sobre la interrelación histórica de los eventos y la política, esto es, el significado de clase del presente curso de la revolución.

Para refutar las mentiras y calumnias sólo tenemos que referirnos... a Listok Pravdy del 6 de julio y llamar la atención de los lectores especialmente sobre el artículo impreso ahí que proporciona evidencia documental de que el 2 de julio los bolcheviques hicieron campaña contra la manifestación (como lo admite el periódico de los socialista-revolucionarios). El artículo señala que el 3 de julio el estado de ánimo de las masas estalló en acción y la manifestación empezó contra nuestra prédica. Demuestra que el 4 de julio, en un volante (reimpreso por el periódico socialista-revolucionario Dyelo Naroda), llamamos a una manifestación pacífica y organizada y que en la noche del 4 de julio aprobamos cancelar la manifestación. ¡Calumniadores continúen calumniando! Ustedes no pueden refutar esos hechos y su decisivo significado en cada momento.

Volvamos a la cuestión de la histórica interrelación de los eventos. Cuando, a principios de abril nos opusimos a apoyar al Gobierno Provisional , fuimos atacados por eseristas y mencheviques. ¿Pero la realidad qué demostró? ¿Qué desmostraron las tres crisis políticas: 20 y 21 de abril, 10 y 18 de junio, 3 y 4 de Julio?

Ellas han demostrado, en primer lugar, que las masas están cada vez más descontentas con la política burguesa de la mayoría burguesa del Gobierno Provisional.

Es bastante interesante notar que el periódico de los eseristas Dyelo Naroda, a pesar de su marcada hostilidad hacia los bolcheviques, se ve obligado a admitir, en su número del 6 de Julio, las profundas causas económicas y políticas de la acción del 3-4 de julio. La estúpida, simplista e infame mentira de que esta acción fue creada artificalmente, y que los bolcheviques hicieron campaña a favor de la acción, será puesta en evidencia diariamente.

La causa común, el origen común, la profunda raíz común de las tres crisis políticas arriba mencionadas, es clara, especialmente si las vemos en su interrelación, como la ciencia exige que la política sea observada. Es absurdo siquiera pensar que esas tres semejantes crisis pudieron ser producidas artificialmente.

En segundo lugar, es instructivo captar lo que cada una de ellas tiene en común con las otras y cuáles son sus características específicas.

Lo que es común a las tres es el descontento masivo que fluye por todos lados, un resentimiento masivo con la burguesía y su gobierno. Cualquiera que olvide, ignore o subestime esta esencia del asunto, renuncia al ABC del socialismo en relación a la lucha de clases.

Que esos que se llaman a sí mismos socialistas, que saben algo sobre el carácter de la lucha de clases en la revoluciones europeas, piensen acerca de la lucha de clases en la revolución rusa.

Esas crisis son peculiares en las formas en que se manifestaron. La primera (20-21 de abril) fue agitada y espontánea y completamente desorganizada. Condujo a que las Centurias Negras dispararan a los manifestantes y a acusaciones sin precedents, salvajes y falsas, contra los bolcheviques. Después del estallido llegó una crisis política.

En el segundo caso, la manifestación fue convocada por los bolcheviques y fue cancelada después de un severo ultimátum y una prohibición directa del Congreso de los Soviets; luego, el 18 de junio, se realizó una manifestación general en la que predominaron las consignas bolcheviques. Como los eseristas y mencheviques lo admitieron en la noche del 18 de junio, una crisis política ciertamente habría estallado de no haber sido por la ofensiva en el frente.

La tercera crisis estalló espontáneamente el 3 de julio a pesar de los esfuerzos bolcheviques del 2 de julio. Alcanzó su climax el 4 de julio y motivó una furiosa reacción de la contrarrevolución el 5 y 6 de julio. La vacilación de los eseristas y mencheviques se expresó en Spiridinova y otros eseristas llamando a la transferencia del poder a los Soviets, y en los mencheviques internacionalistas voceando la misma idea, a la que antes se oponían.

La última y quizá la más instructiva conclusión a la que llegamos, considerando los eventos en su interconexión, es que las tres crisis revelaron una forma de manifestación que es nueva en la historia de nuestra revolución, una manifestación de tipo muy complicado en la que el movimiento se da en oleadas: una súbita caída seguida de un rápido auge, revolución y contrarrevolución, haciéndose más intenso, en la que los elementos medios son eliminados por un período más o menos extenso.

En las tres crisis, el movimiento tomó la forma de una manifestación. Una manifestación antigubernamental: esa sería la descripción más exacta y formal de los eventos. Pero el hecho del asunto es que no fue una manifestación ordinaria; fue considerablemente algo más que una manifestación pero menos que una revolución. Fue una erupción de la revolución y la contrarrevolución juntas, una severa y a veces casi eliminación súbita de los elementos medios, mientras los elementos proletarios y burgueses hacían una agitada aparición.

Al respecto es extremadamente típico que, en cada uno de esos movimientos, los elementos medios culpaban a ambas fuerzas de clase específicas, el proletariado y la burguesía. Miren a los eseristas y mencheviques. Ellos se esfuerzan en gritar frenéticamente que, por su extremismo, los bolcheviques están ayudando a la contrarrevolución. Al mismo tiempo, sin embargo, admiten una y otra vez que los kadetes (con quienes ellos forman un bloque en el gobierno) son contrarrevolucionarios. “Nuestra tarea urgente es trazar una línea”, escribió Dyelo Naroda ayer, “para cavar un profundo abismo entre nosotros y todos los elementos de derecha, incluyendo Yedinstvo [periódico de Plejánov], que se ha hecho militante” (con el que, debemos agregar, los eseristas formaron un bloque durante las eleciones).

Compare eso con la edición de hoy (7 de Julio) de Yedinstvo, en el que el editorial de Plejánov es obligado a registrar el hecho indiscutible de que los Soviets (esto es, eseristas y mencheviques) “pensarán el asunto durante quince días” y que, si el poder pasara a los Soviets, “sería una equivalente a una victoria para los seguidores de Lenin”. “Si los kadetes no se atienen a la norma: lo peor, lo mejor...”, dice Plejánov, “tendrán que admitir que han cometido un gran error [retirándose del gabinete], facilitando el trabajo de los seguidores de Lenin”.

¿No es típico? ¡Los elementos medios culpan a los kadetes por facilitar el trabajo de los bolcheviques y a los bolcheviques por facilitar el trabajo de los cadetes! ¿Es tan difícil de advertir que si sustituimos los nombres de las clases por la de los políticos tenemos antes nosotros los sueños de la pequeña burguesía acerca de la desaparición de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía? ¿No está la pequeña burguesía quejándose acerca de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía? ¿Es realmente difícil advertir que los bolcheviques del mundo no podrían haber “creado” siquiera un solo “movimiento popular”, menos aún tres movimientos, si las más profundas causas económicas y políticas no hubieran puesto al proletariado listo para la acción? ¿Es tan difícil advertir que los kadetes y monárquicos juntos no podrían haber convocado a ningún movimiento “de la derecha” si no hubiera sido por las igualmente profundas causas que hacen de la burguesía una clase contrarrevolucionaria?

Nosotros y los kadetes fuimos culpados por el movimiento del 20-21 de abril –por intransigentes, por extremistas y por agravar la situación. Los bolcheviques fuimos incluso acusados (absurdo en todo sentido) de disparar en la avenida Nevsky. Sin embargo, cuando el movimiento terminó, esos mismos eseristas y mencheviques en su órgano oficial conjunto, Izvestia, escribieron que el “movimiento popular” había barrido a los imperialistas, Miliukov, etc.”, es decir, ¡alababan el movimiento! ¿No es típico? ¿Esto no demuestra claramente que la pequeña burguesía no entiende la mecánica y el significado de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía?

La situación objetiva es esta. La vasta mayoría de la población del país es pequeño-burguesa por sus condiciones de vida y más todavía por sus ideas. Pero el gran capital gobierna el país, principalmente a través de los bancos y sindicatos. Hay un proletariado urbano en este país, suficientemente maduro para seguir su propio camino pero incapaz aún de atraer de una vez a la mayoría de los semi-proletarios a su lado. De este hecho fundamental de clase se deriva la inevitabilidad de las crisis como las tres que estamos examinando, así como sus formas.

En el futuro, las formas de las crisis pueden variar, por supuesto, pero la esencia del asunto permanecerá igual aún si, por ejemplo, la Asamblea Constituyente eserista se reúne en octubre. Los eseristas han prometido a los campesinos: 1) abolir la propiedad privada terrateniente; 2) transferir la tierra al pueblo trabajador; 3) confiscar las haciendas y traspasarlas a los campesinos, sin compensación. Esas grandes reformas no pueden ser ejecutadas sin las más decididas medidas revolucionarias contra la burguesía, medidas que sólo pueden ser tomadas cuando los campesinos pobres se unan al proletariado, sólo cuando los bancos y los sindicatos sean nacionalizados.

Los crédulos campesinos, creyendo durante un tiempo que esas cosas bonitas pueden ser alcanzadas en compromiso con la burguesía, inevitablemente serán decepcionados e ...”insatisfechos” (hablando ligeramente) por el agudizamiento de la lucha de clase del proletariado contra la burguesía por la implementación de las promesas de los eseristas. Así fue y así será.

2 comentarios:

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  2. Buenas tardes, le escribo desde Venezuela. Estoy muy interesado en comunicarme con el creador de este blog, que por lo que veo ha hecho un trabajo documental fundamental. Incluso de traducción. Estoy editando un libro con textos de Lenin y he revisado algunas tradicciones, por ejemplo la de este artículo y no la ubico. Quería saber si es suya, pero en general comunicarme para hablar sobre el año 1917 y otros asuntos. Mi correo es manuel23470@gmail.com

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