lunes, junio 22

A todos los trabajadores, a todos los obreros y soldados de Petrogrado

¡Camaradas!

Rusia está pasando por duras pruebas.

La guerra continúa, todavía, llevándose innumerables vidas. La prolongan deliberadamente los banqueros vampiros, bandidos que se lucran con ella.

El desbarajuste de la industria producido por la guerra, conduce al cierre de fábricas y origina el paro forzoso, agravado deliberadamente por los capitalistas lockoutistas, ansiosos de ganancias fabulosas.

La escasez de provisiones, debida a la guerra, es cada vez más amenazadora. La carestía ahoga a los pobres de la ciudad. Y los precios continúan subiendo, para satisfacer los antojos de bandidos especuladores.

El fantasma siniestro del hambre y de la ruina llama a nuestras puertas...

Mientras tanto, se condensan las nubes negras de la contrarrevolución.

La Duma del 3 de junio, que ayudaba antes al zar a oprimir al pueblo, exige ahora una ofensiva inmediata en el frente. ¿Para qué? Para ahogar en sangre la libertad que hemos conquistado y complacer a los bandoleros “aliados” y rusos.

El Consejo de Estado, que proveía al zar de ministros verdugos, trenza en secreto una soga traidora. ¿Para qué? Para ceñirla, llegado el momento, al cuello del pueblo y complacer a los opresores “aliados” y rusos.

Y el Gobierno Provisional, colocado entre la Duma zarista y el Soviet de Diputados, con diez burgueses en su seno, está cayendo a todas luces bajo la influencia de los terratenientes y de los capitalistas.

En vez de garantizar los derechos de los soldados, la “Declaración” de Kerenski está violando esos derechos.

En vez de consolidar las libertades logradas por los soldados en los días de revolución, nuevas “órdenes” amenazando con trabajos forzados y con disolver las unidades.

En vez de garantizar la libertad conquistada por los ciudadanos de Rusia, espionaje político en los cuarteles, detenciones sin juicio ni formación de causa, nuevas propuestas referentes al artículo 129, que amenaza con trabajos forzados.

En vez de armar al pueblo, amenazas de desarmar a los obreros y a los soldados.

En vez de liberar a los pueblos oprimidos, una política de alfilerazos contra Finlandia y contra Ucrania y el temor de concederles su libertad.

En vez de combatir resueltamente a la contrarrevolución, tolerancia del desenfreno de los contrarrevolucionarios, que se están armando descaradamente para luchar contra la revolución...

Y la guerra continúa, sin que se tome ninguna medida eficaz y seria para ponerle fin, para proponer a todos los pueblos una paz justa.

Y el desbarajuste económico es cada vez mayor, sin que se tome ninguna medida contra él.

Y el hambre está cada vez más cerca, sin que se tome ninguna medida eficaz para hacerle frente.

¿Puede asombrarnos que los contrarrevolucionarios se muestren cada día más insolentes y que inciten al gobierno a tomar nuevas medidas represivas contra los obreros y contra los campesinos, contra los soldados y contra los marino?

¡Camaradas, no se puede seguir tolerando en silencio tal estado de cosas! ¡Seguir callando después de todo eso, sería un crimen!

Vosotros sois ciudadanos libres, vosotros tenéis derecho a protestar y debéis ejercer ese derecho antes de que sea tarde.

¡Que mañana, día de la manifestación pacífica, se convierta en una Jornada de imponente protesta del Petrogrado revolucionario contra el resurgimiento de la opresión y de la arbitrariedad!

¡Que ondeen mañana las banderas victoriosas, para espanto de los enemigos de la libertad y del socialismo!

¡Que vuestro grito de lucha, el grito de los paladines de la revolución, resuene en el mundo entero, para alegría de todos los oprimidos y esclavizados!

Allá en Occidente, en los países beligerantes, apunta ya la aurora de la 'nueva vida, la aurora de la gran revolución obrera. ¡Que vuestros hermanos de Occidente sepan mañana que no les lleváis en vuestras banderas la guerra, sino la paz, no el sojuzgamiento, sino la liberación!

¡Obreros! ¡Soldados! ¡Tendeos fraternalmente la mano y marchad adelante, agrupándoos bajo la bandera del socialismo!

¡Salid todos a la calle, camaradas!

¡Agrupaos estrechamente en torno a vuestras banderas!

¡Desfilad en apretadas filas por las calles de la capital!

Proclamad serenamente y con firmeza vuestros deseos:

¡Abajo la contrarrevolución!
¡Abajo la Duma zarista!
¡Abajo el Consejo de Estado!
¡Abajo los diez ministros capitalistas!
¡Todo el Poder a los Soviets de Diputados Obreros, Soldados y Campesinos!
¡Anulación de las “órdenes” contra los soldados y contra los marinos!
¡Abajo el desarme de los obreros revolucionarios!
¡Viva la milicia popular!
¡Abajo la anarquía en la industria! ¡Abajo los capitalistas lockoutistas!
¡Vivan el control y la organización de la producción y de la distribución!
¡Ya es hora de poner fin a la guerra! ¡Que el Soviet de Diputados anuncie unas condiciones justas de paz!
¡Ni una paz por separado con Guillermo, ni tratados secretos con los capitalistas franceses e ingleses!
¡Pan! ¡Paz! ¡Libertad!


El Comité Central del P.O.S.D.R.
El Comité de Petersburgo del P.O.S.D.R.
La Organización Militar del Comité Central del P.O.S.D.R.
El Consejo Central de los comités de fábrica de la ciudad de Petrogrado.
La minoría bolchevique del Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado.
La redacción de “Pravda”. La redacción de “Soldátskaia Pravda”.

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