9 (22) de enero de 1905
La lucha proletaria suscitó una gran efervescencia… en el seno de una masa campesina de cincuenta a cien millones de personas; el movimiento campesino repercutió en el ejército y provocó insurrecciones de soldados, choques armados de una parte del ejército con otra. Así pues, un país enorme, de 130.000.000 de habitantes, se lanzó a la revolución. Así pues, la Rusia aletargada se convirtió en la Rusia del proletariado revolucionario y del pueblo revolucionario.
El medio principal de esta transición fue la huelga de masas. La peculiaridad de la revolución rusa estriba precisamente en que, por su contenido social, fue una revolución democrático burguesa, mientras que, por sus medios de lucha, fue una revolución proletaria. Fue democrática burguesa, puesto que el objetivo inmediato que se proponía, y que podía alcanzar directamente con sus propias fuerzas, era la república democrática, la jornada de 8 horas y la confiscación de los inmensos latifundios de la nobleza…
La revolución rusa es la primera gran revolución de la historia mundial -y, sin duda, no será la última- en que la huelga política de masas ha desempeñado un papel extraordinario.
La historia de la revolución rusa nos muestra que quien luchó con la mayor tenacidad, la mayor abnegación fue la vanguardia, fueron los elementos selectos de los obreros asalariados.
Los metalúrgicos son en Rusia -probablemente lo mismo que en otros países capitalistas- el destacamento de vanguardia del proletariado… Delante iban los mejores elementos de la clase obrera, arrastrando tras de sí a los vacilantes, despertando a los dormidos y animando a los débiles.
Extraordinario por su peculiaridad fue el entrelazamiento de las huelgas económicas y políticas en el período de la revolución. Está fuera de toda duda que sólo la ligazón más estrecha entre estas dos formas de huelga fue lo que aseguró la gran fuerza del movimiento.
… la unión de la huelga proletaria de masas en las ciudades con el movimiento campesino en las aldeas fue suficiente para tambalear el último y “más firme” sostén del zarismo. Me refiero al ejército.
… La efervescencia revolucionaria reinante en el pueblo no podía dejar de extenderse al ejército. Es característico que los jefes del movimiento surgieran de aquellos elementos de la marina y del ejército que habían sido reclutados principalmente entre los obreros industriales y de quienes se exigía una mayor preparación técnica...
… Los obreros y campesinos vestidos de uniforme militar fueron el alma de las insurrecciones; el movimiento se hizo popular. Por primera vez en la historia de Rusia abarcó a la mayoría de los explotados. Lo que a este movimiento le faltó fue, de una parte, firmeza y resolución en las masas, que adolecían de un exceso de confianza; de otra parte, faltó la organización de los obreros revolucionarios socialdemócratas que se hallaban bajo las armas: no supieron tomar la dirección en sus manos, ponerse a la cabeza del ejército revolucionario y pasar a la ofensiva contra el poder gubernamental.
El proletariado marchaba a la cabeza del movimiento. Su objetivo era conquistar la jornada de 8 horas por vía revolucionaria. La consigna de lucha del proletariado de Petersburgo era: ¡Jornada de 8 horas y armas! Para una masa cada vez mayor de obreros se hizo evidente que la suerte de la revolución podía decidirse, y que en efecto se decidiría, sólo por la lucha armada.
En el fragor de la lucha se formó una organización de masas original: los célebres Soviets de Diputados Obreros, asambleas de delegados de todas las fábricas. Estos Soviets de Diputados Obreros comenzaron a desempeñar, cada vez más, en algunas ciudades de Rusia, el papel de gobierno provisional revolucionario, el papel de órganos y de dirigentes de las insurrecciones…
El movimiento campesino alcanzó en el otoño de 1905 proporciones aún mayores. Los llamados desórdenes campesinos, y las verdaderas insurrecciones campesinas afectaron entonces a más de un tercio de todos los distritos del país... Por desgracia, los campesinos actuaron demasiado dispersos, demasiado desorganizadamente y con insuficiente brío en la ofensiva, siendo ésta una de las causas fundamentales de la derrota de la revolución.
La revolución de 1905 alcanzó su punto culminante con la insurrección de diciembre en Moscú. Un pequeño número de insurrectos, obreros organizados y armados -no serían más de ocho mil, ofrecieron resistencia durante nueve días al Gobierno zarista… únicamente la llegada del regimiento Semionovski de Petersburgo permitió al Gobierno sofocar la insurrección.
La lucha proletaria suscitó una gran efervescencia… en el seno de una masa campesina de cincuenta a cien millones de personas; el movimiento campesino repercutió en el ejército y provocó insurrecciones de soldados, choques armados de una parte del ejército con otra. Así pues, un país enorme, de 130.000.000 de habitantes, se lanzó a la revolución. Así pues, la Rusia aletargada se convirtió en la Rusia del proletariado revolucionario y del pueblo revolucionario.
El medio principal de esta transición fue la huelga de masas. La peculiaridad de la revolución rusa estriba precisamente en que, por su contenido social, fue una revolución democrático burguesa, mientras que, por sus medios de lucha, fue una revolución proletaria. Fue democrática burguesa, puesto que el objetivo inmediato que se proponía, y que podía alcanzar directamente con sus propias fuerzas, era la república democrática, la jornada de 8 horas y la confiscación de los inmensos latifundios de la nobleza…
La revolución rusa es la primera gran revolución de la historia mundial -y, sin duda, no será la última- en que la huelga política de masas ha desempeñado un papel extraordinario.
La historia de la revolución rusa nos muestra que quien luchó con la mayor tenacidad, la mayor abnegación fue la vanguardia, fueron los elementos selectos de los obreros asalariados.
Los metalúrgicos son en Rusia -probablemente lo mismo que en otros países capitalistas- el destacamento de vanguardia del proletariado… Delante iban los mejores elementos de la clase obrera, arrastrando tras de sí a los vacilantes, despertando a los dormidos y animando a los débiles.
Extraordinario por su peculiaridad fue el entrelazamiento de las huelgas económicas y políticas en el período de la revolución. Está fuera de toda duda que sólo la ligazón más estrecha entre estas dos formas de huelga fue lo que aseguró la gran fuerza del movimiento.
… la unión de la huelga proletaria de masas en las ciudades con el movimiento campesino en las aldeas fue suficiente para tambalear el último y “más firme” sostén del zarismo. Me refiero al ejército.
… La efervescencia revolucionaria reinante en el pueblo no podía dejar de extenderse al ejército. Es característico que los jefes del movimiento surgieran de aquellos elementos de la marina y del ejército que habían sido reclutados principalmente entre los obreros industriales y de quienes se exigía una mayor preparación técnica...
… Los obreros y campesinos vestidos de uniforme militar fueron el alma de las insurrecciones; el movimiento se hizo popular. Por primera vez en la historia de Rusia abarcó a la mayoría de los explotados. Lo que a este movimiento le faltó fue, de una parte, firmeza y resolución en las masas, que adolecían de un exceso de confianza; de otra parte, faltó la organización de los obreros revolucionarios socialdemócratas que se hallaban bajo las armas: no supieron tomar la dirección en sus manos, ponerse a la cabeza del ejército revolucionario y pasar a la ofensiva contra el poder gubernamental.
El proletariado marchaba a la cabeza del movimiento. Su objetivo era conquistar la jornada de 8 horas por vía revolucionaria. La consigna de lucha del proletariado de Petersburgo era: ¡Jornada de 8 horas y armas! Para una masa cada vez mayor de obreros se hizo evidente que la suerte de la revolución podía decidirse, y que en efecto se decidiría, sólo por la lucha armada.
En el fragor de la lucha se formó una organización de masas original: los célebres Soviets de Diputados Obreros, asambleas de delegados de todas las fábricas. Estos Soviets de Diputados Obreros comenzaron a desempeñar, cada vez más, en algunas ciudades de Rusia, el papel de gobierno provisional revolucionario, el papel de órganos y de dirigentes de las insurrecciones…
El movimiento campesino alcanzó en el otoño de 1905 proporciones aún mayores. Los llamados desórdenes campesinos, y las verdaderas insurrecciones campesinas afectaron entonces a más de un tercio de todos los distritos del país... Por desgracia, los campesinos actuaron demasiado dispersos, demasiado desorganizadamente y con insuficiente brío en la ofensiva, siendo ésta una de las causas fundamentales de la derrota de la revolución.
La revolución de 1905 alcanzó su punto culminante con la insurrección de diciembre en Moscú. Un pequeño número de insurrectos, obreros organizados y armados -no serían más de ocho mil, ofrecieron resistencia durante nueve días al Gobierno zarista… únicamente la llegada del regimiento Semionovski de Petersburgo permitió al Gobierno sofocar la insurrección.
Extracto (editado) del Informe sobre la Revolución de 1905 (Conferencia en alemán pronunciada por Lenin el 9 de enero de 1917)
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