Petrogrado (3 de junio de 1917).- Hoy fue clausurada la Primera Conferencia de Comités de Fábrica. Esta organización nacional de trabajadores ha otorgado, por amplia mayoría, un poco menos de 70% de la totalidad de delegados, su respaldo a la política bolchevique. De esta forma, se constituye en la primera organización de masas en la que los bolcheviques ganan la dirección y el control, en medio de un ascenso en su popularidad entre los obreros y soldados.
La conferencia aprobó, por 290 de los 421 votos, una resolución propuesta por Lenin que –además de las exigencias familiares para la transferencia del poder, el armamento de los trabajadores, intercambio de productos, etc.– abogaba por el establecimiento del control obrero sobre la producción y la distribución de bienes y sobre las operaciones bancarias y financieras: la transferencia de gran parte de las ganancias, ingresos y propiedad de los magnates bancarios, financieros, comerciales e industriales a las manos del pueblo; y la introducción de la obligación universal del trabajo. La moción que reclama el voto decisivo de los trabajadores en la administración de las fábricas y el acceso a los libros de contabilidad de las empresas fue aprobado por una abrumadora mayoría.
Una resolución presentada por B.V. Avilov para el control estatal de la industria –de conformidad con el programa de los mencheviques y eseristas– fue derrotada.
Los bolcheviques consideran vital la victoria en esta conferencia para sus propósitos de ganar a la mayoría de la clase obrera en competencia directa con los sindicatos controlados por los mencheviques que se consideran burocratizados, divorciados de sus bases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario