Bajo el régimen zarista, la guarnición de Petrogrado fue una fuerza militar inmensamente poderosa; indudablemente un factor principal y a veces decisivo en la historia política del Estado ruso. En la revolución de 1905, permaneció leal al Zar y aseguró la preservación de la monarquía. En febrero de 1917, el destino de Nicolás II fue sellado cuando las unidades de la guarnición, una detrás de otra, se pusieron de lado de la rebelión... Debido a esta estratégica importancia, un conocimiento detallado de la fuerza numérica de la guarnición de Petrogrado y su composición social así como del proceso de su transformación de baluarte de la autocracia en un aliado de la revuelta popular, es indispensable para entender la revolución rusa...
Debe recordarse que en la víspera de la revolución de febrero, las tropas de la guarnición, originalmente confiables –habiendo sufrido enormes pérdidas en las etapas iniciales de la guerra–, habían sido casi totalmente reemplazadas por indisciplinados reclutas del campo, que compartían las inmensas insatisfacciones sociales, económicas y políticas del grueso de la población y que no eran atraídos de ninguna manera por la perspectiva de ir al frente.
La columna vertebral de la fuerza de la guarnición eran dieciséis regimientos de guardias de infantería y seis regimientos de infantería de la reserva del ejército, acuartelados en Petrogrado y sus suburbios, cuya tarea principal era el entrenamiento de compañías de reemplazo para el deber en la línea del frente. Aunque popularmente llamados regimientos, esas unidades eran técnicamente batallones de reserva de regimientos en el frente.
Los regimientos de guardias de infantería tenían entre 4,500 y 7,500 hombres cada uno e incluían los Regimientos Preobrazhensky, Semenovsky, Izmailovsky, Egersky, Moskovsky, Pavlovsky, Finliandsky, Litovsky, Keksgolmsky, Petrogradsky, Volynsky y Granaderos, todos acuartelados en Petrogrado. También se incluían entre las unidades de guardias de infantería, cuatro batallones de reserva de rifleros, dos ubicados en Petrogrado y dos en Tsarskoe Selo, una villa a diecisiete millas de Petrogrado, donde quedaba uno de los palacios del Zar. Los seis regimientos de infantería de reserva del ejército tenían de 10,000 a 19,000 hombres cada una e incluían el Primer y el 180º Regimiento de Infantería de Reserva de Petrogrado, el Tercer Regimiento de Infantería de Reserva de Peterhof, el 176º Regimiento de Infantería de Reserva de Krasnoe Selo, el Primer Regimiento de Ametralladoras de Reserva de Oranienbaum (desde la revolución de Febrero hasta después de los días de julio, el grueso del Primer Regimiento de Ametralladoras estaba realmente alojado en el distrito Viborg de Petrogrado), y el Segundo Regimiento de Ametralladoras de Reserva en Strelna.
Todos los regimientos antes mencionados estaban acuartelados a veinte millas de la capital. El resto de la guarnición estaba compuesta de mayormente por el Primer y Cuarto Regimiento de Cosacos distribuido a través de la ciudad y sus suburbios, un número de unidades de reserva y varias escuelas militares. Estimados publicados del total de tropas estacionadas en Petrogrado y sus alrededores al tiempo de la revolución de Febrero varía grandemente; 215,000 a 300,000 parecería ser una justa aproximación, aunque un reciente estimado por el historiador soviético V.M. Kochakov es considerablemente más alto.
Debido a su significado político, una competencia por la influencia en la guarnición entre el Gobierno Provisional, el Soviet de Petrogrado y los principales partidos politicos rusos era inevitable en el período inmediatamente posterior a la revolución de Febrero. Durante las primera semanas de marzo, el Gobierno Provisional buscaba restablecer el comando del Distrito Militar de Petrogrado sobre las fuerzas de la guarnición, pero sus esfuerzos fueron rápidamente eclipsados por los del Soviet.
El Soviet dió pasos gigantes para asegurar el compromiso de la guarnición el 28 de febrero, cuando se invitó a las unidades del ejército a elegir representantes para participar en el trabajo del Soviet, y el 3 de marzo cuando la presión del Soviet forzó al Gobierno Provisional a incluir en su proclamación inicial que las tropas que toman parte en la revolución no podrían ser desarmadas o removidas de Petrogrado. Aún más significativa fue la publicación alrededor de ese momento de la Orden Nº 1 del Soviet que normaba la conducta en las fuerzas armadas. Entre otras cosas, la orden autorizaba la elección inmediata de comités de soldados y marineros con amplia pero vagamente definida autoridad administrativa en todas las unidades militares, ubicando el control de todas las armas en manos de esos comités, anunciando que las órdenes del Gobierno Provisional serán obedecidas solo si no están en conflicto con las órdenes del Soviet, y proclamó plenos derechos civiles para los soldados que no estaban en funciones. El efecto práctico de esas provisiones fue hacer de las unidades de la guarnición responsables ante el Soviet de Petrogrado… Además, el hecho de que la posición del Soviet de Petrogrado sobre la guerra estaba más cerca del clamor de los soldados por paz que las declaraciones patrióticas del Gobierno Provisional, contribuyó probablemente a la popularidad del Soviet en las primeras semanas del período revolucionario.
Una prueba contundente de la impotencia del Gobierno Provisional en la guarnición fue suministrado tan temprano como en la crisis de abril, cuando las tropas respondieron a la autoridad del Comité Ejecutivo del Soviet en lugar de al general Kornílov, comandante del Distrito Militar de Petrogrado. Posteriormente, en asuntos concercientes a la guarnición, el Gobierno Provisional fue forzado a actuar en concierto con el Soviet.
Extraído de "Prelude to Revolution" de Alexander Rabinowitch, Indiana University Press, 1991. Traducción propia.
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