Pravda No. 46 del 2(15) de Mayo de 1917
Toda Rusia recuerda los días 19-21 de abril, cuando la guerra civil estuvo a punto de desatarse en las calles de Petrogrado.
El 21 de abril, el Gobierno Provisional elaboró una nueva misiva con el propósito de “explicar” su Nota depredadora del 18.
Después de esto, la mayoría del Comité Ejecutivo del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados decidió considerar “resuelto el incidente”.
Otro par de días pasaron y surgió la cuestión del gabinete de coalición. El Comité Ejecutivo estuvo dividido casi en partes iguales: 23 contra el gabinete de coalición y 22 a favor de él. El incidente había sido “resuelto” sólo en el papel.
Pasaron dos día más y ahora tenemos otro “incidente”. El Ministro de Guerra Guchkov, uno de los líderes del Gobierno Provisional, ha renunciado. Se dice que todo el Gobierno Provisional había decidido renunciar. (En el momento que escribo, todavía no sabemos con certeza si el gobierno ha renunciado). Un nuevo “incidente” ha ocurrido, uno que arroja todos los anteriores “incidentes” a la sombra.
¿De dónde sale este montón de incidentes? ¿No hay una causa básica que engendra inevitablemente “incidente” tras “incidente”?
Existe tal causa. Es lo que conocemos como poder dual, ese estado de inestable equilibrio resultante del acuerdo entre el Soviet y el Gobierno Provisional.
El Gobierno Provisional es un gobierno de los capitalistas. No puede abandonar sus sueños de conquistas (anexiones), no puede terminar la guerra depredadora con una paz democrática, no puede sino proteger las ganancias de su propia clase (la clase capitalista), no puede sino proteger las propiedades de los terratenientes.
El Soviet representa otras clases. La mayoría de los obreros y soldados en el Soviet no quieren esta guerra depredadora, ellos no están interesados en las ganancias de los capitalistas o en preservar los privilegios de los terratenientes. Al mismo tiempo, sin embargo, ellos aún tienen fe en el Gobierno Provisional de los capitalistas, están por tener acuerdos con él, por mantener contacto con él.
Los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados son un gobierno en embrión. En algunas cuestiones, ellos intentan ejercer poder paralelo al Gobierno Provisional. Tenemos, así poderes que se superponen, o, como se dice ahora, una “crisis de poder”.
Esto no puede durar mucho. Tal estado de cosas va a causar nuevos “incidentes” y más complicaciones. Es fácil poner en un pedazo de papel que “el incidente está resuelto”. En la vida real, sin embargo, esos incidentes no desaparecen. Por la simple razón de que ellos no son “incidentes”, no son ocurrencias ni ligerezas. Ellos son síntomas de una profunda crisis interna. Son el resultado del impasse en que la humanidad se encuentra ahora. No pude haber salida de esta guerra depredadora a menos que aceptemos las medidas propuestas por los socialistas internacionalistas.
Al pueblo ruso se le ha ofrecido tres formas de acabar con esta “crisis de poder”. Algunos dicen: dejen las cosas como están, tengan aún más confianza en el Gobierno Provisional. La amenaza de renuncia puede ser una triquiñuela calculada para hacer que el Soviet diga: Confiamos aún más en ustedes. El Gobierno Provisional quiere que el Soviet le ruegue: Ven y gobiérnanos; qué haríamos sin ustedes...
Otros proponen un gabinete de coalición. Compartamos los portafolios ministeriales con Miliukov y Cía., dicen, pongamos a alguno de nuestra propia gente en el gabinete...
Nosotros proponemos un tercer camino: Un cambio completo de la política de los Soviets, ninguna confianza en los capitalistas y la transferencia de todo el poder a los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados. Un cambio de personas no dará nada; debe cambiarse la política entera. Otra clase debe asumir el poder. Un gobierno de obreros y soldados tendría la confianza de todo el mundo, porque todos saben que un obrero y un campesino pobre no querrían robar a nadie. Sólo esto puede poner un rápido final a la guerra., sólo esto nos puede ayudar en la debacle económica.
¡Todo el poder a los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados! ¡Ninguna confianza en el gobierno de los capitalistas!
Cada “incidente”, cada día, cada hora, confirmará la solidez de esta consigna.
Toda Rusia recuerda los días 19-21 de abril, cuando la guerra civil estuvo a punto de desatarse en las calles de Petrogrado.
El 21 de abril, el Gobierno Provisional elaboró una nueva misiva con el propósito de “explicar” su Nota depredadora del 18.
Después de esto, la mayoría del Comité Ejecutivo del Soviet de Diputados de Obreros y Soldados decidió considerar “resuelto el incidente”.
Otro par de días pasaron y surgió la cuestión del gabinete de coalición. El Comité Ejecutivo estuvo dividido casi en partes iguales: 23 contra el gabinete de coalición y 22 a favor de él. El incidente había sido “resuelto” sólo en el papel.
Pasaron dos día más y ahora tenemos otro “incidente”. El Ministro de Guerra Guchkov, uno de los líderes del Gobierno Provisional, ha renunciado. Se dice que todo el Gobierno Provisional había decidido renunciar. (En el momento que escribo, todavía no sabemos con certeza si el gobierno ha renunciado). Un nuevo “incidente” ha ocurrido, uno que arroja todos los anteriores “incidentes” a la sombra.
¿De dónde sale este montón de incidentes? ¿No hay una causa básica que engendra inevitablemente “incidente” tras “incidente”?
Existe tal causa. Es lo que conocemos como poder dual, ese estado de inestable equilibrio resultante del acuerdo entre el Soviet y el Gobierno Provisional.
El Gobierno Provisional es un gobierno de los capitalistas. No puede abandonar sus sueños de conquistas (anexiones), no puede terminar la guerra depredadora con una paz democrática, no puede sino proteger las ganancias de su propia clase (la clase capitalista), no puede sino proteger las propiedades de los terratenientes.
El Soviet representa otras clases. La mayoría de los obreros y soldados en el Soviet no quieren esta guerra depredadora, ellos no están interesados en las ganancias de los capitalistas o en preservar los privilegios de los terratenientes. Al mismo tiempo, sin embargo, ellos aún tienen fe en el Gobierno Provisional de los capitalistas, están por tener acuerdos con él, por mantener contacto con él.
Los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados son un gobierno en embrión. En algunas cuestiones, ellos intentan ejercer poder paralelo al Gobierno Provisional. Tenemos, así poderes que se superponen, o, como se dice ahora, una “crisis de poder”.
Esto no puede durar mucho. Tal estado de cosas va a causar nuevos “incidentes” y más complicaciones. Es fácil poner en un pedazo de papel que “el incidente está resuelto”. En la vida real, sin embargo, esos incidentes no desaparecen. Por la simple razón de que ellos no son “incidentes”, no son ocurrencias ni ligerezas. Ellos son síntomas de una profunda crisis interna. Son el resultado del impasse en que la humanidad se encuentra ahora. No pude haber salida de esta guerra depredadora a menos que aceptemos las medidas propuestas por los socialistas internacionalistas.
Al pueblo ruso se le ha ofrecido tres formas de acabar con esta “crisis de poder”. Algunos dicen: dejen las cosas como están, tengan aún más confianza en el Gobierno Provisional. La amenaza de renuncia puede ser una triquiñuela calculada para hacer que el Soviet diga: Confiamos aún más en ustedes. El Gobierno Provisional quiere que el Soviet le ruegue: Ven y gobiérnanos; qué haríamos sin ustedes...
Otros proponen un gabinete de coalición. Compartamos los portafolios ministeriales con Miliukov y Cía., dicen, pongamos a alguno de nuestra propia gente en el gabinete...
Nosotros proponemos un tercer camino: Un cambio completo de la política de los Soviets, ninguna confianza en los capitalistas y la transferencia de todo el poder a los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados. Un cambio de personas no dará nada; debe cambiarse la política entera. Otra clase debe asumir el poder. Un gobierno de obreros y soldados tendría la confianza de todo el mundo, porque todos saben que un obrero y un campesino pobre no querrían robar a nadie. Sólo esto puede poner un rápido final a la guerra., sólo esto nos puede ayudar en la debacle económica.
¡Todo el poder a los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados! ¡Ninguna confianza en el gobierno de los capitalistas!
Cada “incidente”, cada día, cada hora, confirmará la solidez de esta consigna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario