...los Kadetes, SR’s, mencheviques y bolcheviques compitieron por la influencia en la guarnición de Petrogrado durante la primavera de 1917, creando -cada uno- su organización militar especial para este propósito. Pero más que cualquier otro partido, los bolcheviques dedicaron atención y un enorme despliegue de esfuerzo a esta causa. Solos -entre los principales partidos políticos rusos-, los bolcheviques buscaron desafiar al Soviet como portavoz del descontento de la guarnición. Más aún, sólo ellos se pusieron la tarea de obtener el control absoluto de los principales regimientos individuales de la guarnición, estableciendo células del partido al nivel de batallón y aún de compañía como un medio para alcanzar este objetivo.
De acuerdo a V.I. Nevsky, líder de la Organización Militar Bolchevique, el interés del partido en la guarnición era doble. Lo más importante: los regimientos de la guarnición eran vistos como un elemento principal en la fuerza armada que sería necesaria para derrocar a la burguesía; y segundo, la difusión de las ideas bolcheviques entre los soldados-campesinos de la guarnición era considerada como un medio importante para lograr establecerse en el campo. El significado -para los bolcheviques- de la lucha por el control de las fuerzas armadas (y ante todo de la guarnición de Petrogrado) fue resumido por Nevsky en la Segunda Conferencia de la Ciudad de Petrogrado en julio: “No importa cuan bien armada esté la clase obrera, el triunfo de la revolución sin la participación de la gran masa militar es imposible”. En un trabajo post-revolucionario, Nevsky puso el tema de manera aún más directa: “Ganar la guarnición de Petrogrado era ganar el primer lugar en la revolución”.
La persistente campaña bolchevique por influir en la guarnición empezó casi tan pronto hicieron su aparición las organizaciones legales del partido bolchevique. En la primera reunión oficial del Comité Petersburgo, un miembro no identificado del partido argumentó la necesidad inmediata de “influir” y “organizar” a los soldados, y… el 10 de marzo una Comisión Militar especial fue nombrada para fundar una Organización Militar Bolchevique permanente para dirigir el trabajo partidario en la guarnición de Petrogrado. Los miembros originales de la Comisión Militar fueron S.N. Sulimov, S. Ia. Bogdatiev, V.I. Nevsky y N.I. Podvoisky. Estos tres últimos pueden ser identificados definitivamente como representantes de la extrema izquierda del Partido. El 22 de marzo, la Comisión Militar resolvió invitar representantes de los regimientos de la guarnición a una Asamblea Constituyente de la Organización Militar, y fue en esta reunión el 31 de marzo en que la Organización Militar Bolchevique fue formalmente establecida.
Desde el principio, el trabajo de la Organización Militar Bolchevique estuvo bajo la dirección de N.I. Podvoisky y V.I. Nevsky. Ambos eran bolcheviques de vieja data, Podvoisky se unió al Partido en 1901 y Nevsky en 1897… El bolchevique del Kronstadt F.F. Raskolnikov recuerda que en los días inmediatos de Febrero, Podvoisky fue el primero en declarar audazmente que “la revolución no ha terminado, está recién comenzando”. Nevsky había sido estudiante en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Moscú y en los 1920’s se distinguió como un historiador del movimiento revolucionario ruso… Debe mencionarse que Nevsky y Podvoisky se distinguían por una independencia de espíritu que no dejaría de afectar su liderazgo en la Organización Militar.
Los intentos bolcheviques por ganar pie en la guarnición de Petrogrado no fueron, de ninguna manera, inmediatamente exitosos. En marzo, tales esfuerzos fueron obstaculizados por la falta de agitadores entrenados (y en cualquier caso, probablemente las tropas estaban contentas de seguir al Soviet). A principios de abril, la crítica a los bolcheviques por el regreso de Lenin a través de la Alemania enemiga hizo más difícil hacer propaganda contra la guerra en la guarnición. En este respecto, la crisis de abril y el comienzo de un corto período de preparaciones para retomar las operaciones militares activas en el frente, marcaron evidentemente un punto de viraje en la fortuna de la Organización Militar. Desde entonces, en adelante, el programa revolucionario bolchevique atrajo una creciente masa de seguidores. El “Club Pravda”, un club de soldados “sin partido”, creado por la Organización Militar en el sótano de la mansión Kshesinskaya [cuartel general del Partido bolchevique -DR], se convirtió en un imán para la mayoría de los elementos extremistas en las fuerzas armadas. Las reuniones de la guarnición, convocadas por la Organización Militar, concentraban multitudes que se contaban por miles. Soldatskaya Pravda, el periódico de la Organización Militar dirigido a los soldados -y probablemente su empresa más exitosa-, alcanzó rápidamente una circulación de 50,000 ejemplares, la mitad de los cuales se distribuía en la guarnición de Petrogrado y el resto era enviado al frente.
Soldatskaya Pravda fue fundado por la Organización Militar a mediados de abril con la convicción de que mucho del contenido del Pravda del Comité Central era ininteligible y poco interesante para el soldado promedio sin educación. Anunciándose como un órgano de los soldados, Soldatskaya Pravda centró su atención casi exclusivamente en asuntos políticos de interés para las tropas y en las dificultades de la vida diaria en las fuerzas armadas. En un estilo simple y directo que contrastaba notablemente con Pravda, Soldatskaya Pravda publicó una firme corriente de propaganda sobre aspectos importantes del programa bolchevique tales como la remoción del Gobierno Provisional, la transferencia de todo el poder a los Soviets, la confiscación de las tierras y la paz inmediata. El número inaugural de Soldatskaya Pravda lanzó una campaña promoviendo la fraternización en el frente, y en subsecuentes artículos discutió en detalle formas prácticas de iniciar la fraternización. Cada día, excepto lunes, desde el 15 de abril hasta el 5 de julio, los artículos de Soldatskaya Pravda –por lo general, escritos por los mismos soldados- atacaron los intentos del gobierno por restablecer un mínimo de disciplina en los regimientos de Petrogrado y de trasladar soldados de la guarnición al frente. Mientras tanto, un flujo interminable de cartas y resoluciones de los soldados del frente esbozaban un inquietante aunque distorsionado panorama de las condiciones ahí.
A mediados de mayo, el efecto de tal propaganda debe haber sido ya evidente. Los comités de soldados en la mayoría de las unidades permanecían bajo el control de moderados no bolcheviques -como había sido desde el primer día de la revolución- pero pocos regimientos estaban aún relativamente libres de influencia bolchevique. Sin embargo, el total de miembros de la Organización Militar en Petrogrado probablemente totalizaban ya más de mil; células del Partido habían sido formadas en la mayoría de las unidades de la guarnición y éstas estaban representadas en la Organización Militar. La influencia del Partido era particularmente fuerte en el Primer Regimiento de Ametralladoras, el 180º Regimiento de Infantería de Reserva, en los Regimientos de Guardias Petrogradsky y Moskovsky, en el Sexto Batallón de Ingeniería y en la radical base naval de Krondstadt -cuyo Soviet aprobó el 16 de mayo una resolución rechazando la autoridad del Gobierno Provisional. (El 24 de mayo, bajo presión del Gobierno Provisional y del Soviet de Petrogrado, el Soviet de Krondstadt formalmente revirtió esa decisión, aunque para fines prácticos la autoridad del Gobierno Provisional sobre la base naval nunca fue restablecida). Como reconocerían los líderes de la Organización Militar, los esfuerzos por organizar a las tropas de la guarnición en una fuerza revolucionaria disciplinada no iban al mismo paso del impactante crecimiento del apoyo al programa bolchevique. Por su parte, la forja de lazos bolcheviques con las tropas en el frente estaba recién en sus inicios. Sin embargo, los nuevos militantes captados en la guarnición, su descontento y aprehensión por el futuro, estaban al rojo vivo y pronto empezaron a demandar más que simples palabras.
Extracto editado de Prelude to revolution de Alexander Rabinowitch, Indiana University Press, 1991, pp. 49-53. Traducción propia. Título puesto por el traductor.
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