Petrogrado (26 de abril de 1917).- Las manifestaciones del 20-21 de abril han provocado una seria crisis de gobierno. A sólo dos meses de la caída del zarismo, el país parece acelerar su proceso de desintegración. El gobierno ha emitido un llamado a la nación declarando que no puede seguir gobernando en las actuales condiciones y que desea convocar a "los representantes de aquellas fuerzas creativas del país que hasta ahora no han tomado parte directa e indirectamentamente" en la administración del Estado.
Los analistas políticos estiman que este llamado está dirigido a dos fuerzas fundamentales en el manejo del país: los líderes del Soviet de Petrogrado que tienen en sus manos el poder político y militar en el que se basa el actual Gobierno Provisional y la comunidad empresarial, principalmente de Petrogrado.
Con el propósito de establecer relaciones claras entre ambos cuerpos políticos, el Gobierno Provisional y el Soviet de Petrogrado han venido reuniéndose en el Palacio Mariinsky. Los representantes del gobierno sienten que la confianza de la mayoría de la población en el gobierno ha venido sufriendo una creciente merma como resultado de una activa campaña de partidos socialistas radicales que se ha venido presenciando desde hace dos semanas. Muchos ven una relación entre esta campaña y la reciente llegada a Rusia del líder bolchevique Nicolás Lenin.
Algunos han sido más directos y han nombrado a los "leninistas" como los responsables de estas revueltas y de la agitación en el campo.
Los líderes del Soviet no se ven muy inclinados a aceptar el llamado del Gobierno Provisional a tomar parte activa en el manejo de los destinos del país.
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