El domingo, 18 de junio, fue un día claro y con viento –el clima ideal para una marcha. Era ya cálido al empezar la mañana, cuando multitudes de soldados y obreros empezaron a concentrarse en los puntos designados en la ciudad. Puntualmente, a las 9:00, con los compases de la Marsellesa, los primeros elementos de la marcha empezaron a movilizarse por la avenida Nevsky. El Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado y la Presidencia del Congreso desfilaba a la cabeza de la marcha: estaban Chjeídze, Gots, Dan, Gegechkori y Bogdánov. En la tumba de los héroes de la revolución de Febrero en el Campo de Marte, los líderes del Soviet y los delegados al Congreso que los seguían dejaron la fila de la marcha para ubicarse en posiciones ventajosas cerca de la tumba para pasar revista al desfile. Ellos observaban cómo largas columnas de soldados y obreros -varios debidamente formados- desfilaban silenciosamente, inclinando sus ondeantes banderas en tributo a los héroes caídos, sólo para levantarlas nuevamente mientras marchaban orgullosamente.
La gran manifestación (duró hasta lo último de la tarde) fue convertida en una clara demostración del atractivo del programa bolchevique y de la efectividad de las técnicas bolcheviques. Distrito a distrito, fábrica a fábrica, marchaban los manifestantes, más de 400,000. Todos los estimados coinciden en que el mar de banderas y pancartas bolcheviques era sólo ocasionalmente interrumpido por consignas del Congreso. Muchos de los distritos, la mayoría de las fábricas y casi todas las unidades militares de la guarnición, entre ellas los Regimientos Primero de Ametralladoras, Pavlovsky, Granaderos, Moskovsky, Finliandsky, Izmailovsky, Egersky, 171º de Reserva, Primero de Reserva y Sexto de Ingeniería, marchaban desarmados bajo consignas predominantemente bolcheviques. “Aquí y allá”, recuerda [el menchevique] Sujánov, “la cadena de banderas y columnas bolcheviques era interrumpida por consignas eseristas y oficiales del Soviet. Pero éstas estaban sumergidas en la masa, ellos parecían ser la excepción que intencionalmente confirmaba la regla. Una y otra vez, como los inmutables llamados de las mismísimas profundidades de la capital revolucionaria, como el destino mismo, como el fatal 'Birnam Wood', ahí avanzaban hacia nosotros: ‘Todo el poder a los Soviets’, ‘Abajo los diez ministros capitalistas’ " Otro memorista que ciertamente no puede ser acusado de tener prejuicios de izquierda, hizo una observación similar. Pavel Miliukov [líder de los Kadetes] escribió que la manifestación del 18 de junio “demostró nuevamente que las consignas y el estado de ánimo bolcheviques indudablemente predominaban en Petrogrado y que incluso en una manifestación amistosa al gobierno, hablar de apoyo al gobierno de coalición era simplemente imposible”.
En medio de fábricas y unidades militares del lado de Petrogrado, marchaba un contingente de marineros de Kronstadt, el Comité Central Bolchevique y muchos de los delegados a la Conferencia de Toda Rusia de la organización Militar Bolchevique. De lejos, la sección más grande de la parada, la del Distrito Vyborg, empezó a pasar por las posiciones de revisión. Ellos eran dirigidos por el Soviet Distrital de Vyborg, predominantemente bolchevique. Marchando en la plenitud de sus fuerzas, entre fábricas y unidades militares amigables, estaban los anarquistas-comunistas. Los únicos manifestante en llevar armas, cantaban canciones, decían cortos discursos y cuando pasaban por el Campo de Marte ondeaban banderas negras con inscripciones tales como “Abajo el gobierno y el capital” y “Por el establecimiento de la comuna”. De ahí los anarquistas retornaron al Distrito Vyborg para protagonizar el único incidente realmente serio en lo que fue una sorprendente manifestación pacífica.
La gran manifestación (duró hasta lo último de la tarde) fue convertida en una clara demostración del atractivo del programa bolchevique y de la efectividad de las técnicas bolcheviques. Distrito a distrito, fábrica a fábrica, marchaban los manifestantes, más de 400,000. Todos los estimados coinciden en que el mar de banderas y pancartas bolcheviques era sólo ocasionalmente interrumpido por consignas del Congreso. Muchos de los distritos, la mayoría de las fábricas y casi todas las unidades militares de la guarnición, entre ellas los Regimientos Primero de Ametralladoras, Pavlovsky, Granaderos, Moskovsky, Finliandsky, Izmailovsky, Egersky, 171º de Reserva, Primero de Reserva y Sexto de Ingeniería, marchaban desarmados bajo consignas predominantemente bolcheviques. “Aquí y allá”, recuerda [el menchevique] Sujánov, “la cadena de banderas y columnas bolcheviques era interrumpida por consignas eseristas y oficiales del Soviet. Pero éstas estaban sumergidas en la masa, ellos parecían ser la excepción que intencionalmente confirmaba la regla. Una y otra vez, como los inmutables llamados de las mismísimas profundidades de la capital revolucionaria, como el destino mismo, como el fatal 'Birnam Wood', ahí avanzaban hacia nosotros: ‘Todo el poder a los Soviets’, ‘Abajo los diez ministros capitalistas’ " Otro memorista que ciertamente no puede ser acusado de tener prejuicios de izquierda, hizo una observación similar. Pavel Miliukov [líder de los Kadetes] escribió que la manifestación del 18 de junio “demostró nuevamente que las consignas y el estado de ánimo bolcheviques indudablemente predominaban en Petrogrado y que incluso en una manifestación amistosa al gobierno, hablar de apoyo al gobierno de coalición era simplemente imposible”.
En medio de fábricas y unidades militares del lado de Petrogrado, marchaba un contingente de marineros de Kronstadt, el Comité Central Bolchevique y muchos de los delegados a la Conferencia de Toda Rusia de la organización Militar Bolchevique. De lejos, la sección más grande de la parada, la del Distrito Vyborg, empezó a pasar por las posiciones de revisión. Ellos eran dirigidos por el Soviet Distrital de Vyborg, predominantemente bolchevique. Marchando en la plenitud de sus fuerzas, entre fábricas y unidades militares amigables, estaban los anarquistas-comunistas. Los únicos manifestante en llevar armas, cantaban canciones, decían cortos discursos y cuando pasaban por el Campo de Marte ondeaban banderas negras con inscripciones tales como “Abajo el gobierno y el capital” y “Por el establecimiento de la comuna”. De ahí los anarquistas retornaron al Distrito Vyborg para protagonizar el único incidente realmente serio en lo que fue una sorprendente manifestación pacífica.
Extracto de "Prelude to Revolution" de Alexander Rabinowitch, Indiana Press University, 1991, pp. 102-106. Traducción propia
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