Pravda Nº 18 del 26 de marzo (8 de abril) de 1917
En la conocida interviú del 23 de marzo, el señor Miliukov, ministro de Negocios Extranjeros, desarrolló su “programa” referente a los objetivos de la guerra actual. Nuestros lectores saben por Pravda de ayer que esos objetivos son imperialistas: anexión de Constantinopla, anexión de Armenia, reparto de Austria y de Turquía, anexión del Norte de Persia.
Resulta que los soldados rusos no vierten su sangre en los campos de batalla para “defender la patria” ni “por la libertad”, como asegura la venal prensa burguesa, sino para apoderarse de tierras ajenas en beneficio de un puñado de imperialistas.
Así lo afirma, por lo menos, el señor Miliukov.
¿En nombre de quién dice esa cosas con tanta franqueza y a los cuatro vientos el señor Miliukov?
Naturalmente, no en nombre del pueblo ruso, porque el pueblo ruso –los obreros, los campesinos y los soldados rusos- está contra la anexión de territorios ajenos, contra las agresiones a los pueblos. Eso lo atestigua elocuentemente el conocido “llamamiento” del Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado, exponente de la voluntad del pueblo ruso.
¿Qué opinión expresa entonces el señor Miliukov? ¿Quizá la de todo el Gobierno Provisional?
Pero he aquí lo que dice sobre el particular “Viechérneie Vremia” de ayer:
“En relación con la interviú concedida por Miliukov, ministro de Negocios Extranjeros, y publicada el 23 de marzo en los periódicos de Petrogrado, el ministro de Justicia, Kerensky, ha encargado a la Oficina de Prensa de su Ministerio declarar que esa exposición de los objetivos de la política exterior de Rusia en la presente guerra es la opinión personal de Miliukov y no representa, en modo, alguno, el punto de vista del Gobierno Provisional”.
Así, pues, de creer a Kerensky, el señor Miliukov no expresa la opinión del Gobierno Provisional en la cuestión cardinal de los objetivos de la guerra.
Resumiendo: cuando el ministro de Negocios Extranjeros, señor Miliukov, ha dicho al mundo que los objetivos de la presente guerra son anexionistas, no sólo, se ha manifestado contra la voluntad del pueblo ruso, sino también contra el Gobierno Provisional, del que el señor Miliukov forma parte.
En los días del zarismo, el señor Miliukov se pronunciaba por la responsabilidad de los ministros ante el pueblo. Estamos de acuerdo con él en que los ministros son responsables ante el pueblo y deben rendir a éste cuentas de su gestión. Por eso preguntamos: ¿sigue reconociendo el señor Miliukov el principio de responsabilidad de los ministros? Y si sigue reconociéndolo ¿por qué no presenta su dimisión?
¿O, quizá, la declaración de Kerensky no es... exacta?
Una de dos:
O la declaración de Kerensky es falsa, en cuyo caso el pueblo revolucionario debe llamar al orden al Gobierno Provisional, obligándolo a acatar su voluntad.
O Kerensky tiene razón, en cuyo caso el señor Miliukov está de más en el Gobierno Provisional y debe presentar su dimisión.
No hay término medio.
Resulta que los soldados rusos no vierten su sangre en los campos de batalla para “defender la patria” ni “por la libertad”, como asegura la venal prensa burguesa, sino para apoderarse de tierras ajenas en beneficio de un puñado de imperialistas.
Así lo afirma, por lo menos, el señor Miliukov.
¿En nombre de quién dice esa cosas con tanta franqueza y a los cuatro vientos el señor Miliukov?
Naturalmente, no en nombre del pueblo ruso, porque el pueblo ruso –los obreros, los campesinos y los soldados rusos- está contra la anexión de territorios ajenos, contra las agresiones a los pueblos. Eso lo atestigua elocuentemente el conocido “llamamiento” del Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado, exponente de la voluntad del pueblo ruso.
¿Qué opinión expresa entonces el señor Miliukov? ¿Quizá la de todo el Gobierno Provisional?
Pero he aquí lo que dice sobre el particular “Viechérneie Vremia” de ayer:
“En relación con la interviú concedida por Miliukov, ministro de Negocios Extranjeros, y publicada el 23 de marzo en los periódicos de Petrogrado, el ministro de Justicia, Kerensky, ha encargado a la Oficina de Prensa de su Ministerio declarar que esa exposición de los objetivos de la política exterior de Rusia en la presente guerra es la opinión personal de Miliukov y no representa, en modo, alguno, el punto de vista del Gobierno Provisional”.
Así, pues, de creer a Kerensky, el señor Miliukov no expresa la opinión del Gobierno Provisional en la cuestión cardinal de los objetivos de la guerra.
Resumiendo: cuando el ministro de Negocios Extranjeros, señor Miliukov, ha dicho al mundo que los objetivos de la presente guerra son anexionistas, no sólo, se ha manifestado contra la voluntad del pueblo ruso, sino también contra el Gobierno Provisional, del que el señor Miliukov forma parte.
En los días del zarismo, el señor Miliukov se pronunciaba por la responsabilidad de los ministros ante el pueblo. Estamos de acuerdo con él en que los ministros son responsables ante el pueblo y deben rendir a éste cuentas de su gestión. Por eso preguntamos: ¿sigue reconociendo el señor Miliukov el principio de responsabilidad de los ministros? Y si sigue reconociéndolo ¿por qué no presenta su dimisión?
¿O, quizá, la declaración de Kerensky no es... exacta?
Una de dos:
O la declaración de Kerensky es falsa, en cuyo caso el pueblo revolucionario debe llamar al orden al Gobierno Provisional, obligándolo a acatar su voluntad.
O Kerensky tiene razón, en cuyo caso el señor Miliukov está de más en el Gobierno Provisional y debe presentar su dimisión.
No hay término medio.
Firmado: K. Stalin
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