jueves, abril 9

El Soviet de Petrogrado a todos los pueblos del mundo

Petrogrado (27 de marzo de 1917).- Ante la controversia provocada por la Nota del Ministro de Asuntos Exteriores Pável Miliukov, en la que reivindica para Rusia el derecho a anexionarse territorios de otros países como resultado de una eventual victoria en la guerra, el Soviet de Petrogrado ha entregado el siguiente pronunciamiento:


Camaradas proletarios, trabajadores de todos los países:

Nosotros, soldados y obreros rusos, unidos en el seno del Soviet de los diputados de obreros y soldados, os enviamos nuestros saludos calurosos y os informamos de un gran suceso. La democracia rusa ha derribado el despotismo de los zares. Nuestra victoria es una gran victoria para la libertad y la democracia.

Nuestra obra no se ha terminado: las sombras del antiguo régimen no han sido disipadas totalmente y son numerosos los enemigos que preparan sus fuerzas para reducir a la revolución rusa. Sin embargo, nuestros éxitos son ya considerables. Los pueblos de Rusia expresarán su voluntad en una Asamblea Constituyente que será pronto convocada sobre la base del sufragio universal, directo, igual y secreto. Se puede ya predecir con confianza que una República democrática se instaurará en Rusia.

Así, apelando a todos los pueblos destruidos y arruinados por esta guerra monstruosa, creemos que ha llegado la hora de realizar un combate decisivo contra las ambiciones anexionistas de los gobiernos de todos los países; ha llegado el momento para que los pueblos tomen entre sus manos las decisiones en lo que concierne a las cuestiones de la paz y de la guerra.

Consciente de su fuerza revolucionaria, la democracia rusa anuncia que se opondrá a la política de conquista de sus clases dirigentes por todos los medios e invita a los pueblos de Europa a una acción común y decisiva en favor de la paz.

Hacemos igualmente una llamada a nuestros hermanos, los proletarios de la coalición austro-alemana. Desde los primeros días de la guerra, ellos tenían la firme creencia de que, tomando las armas, aseguraban la defensa de la civilización europea amenazada por el despotismo zarista. Pero ahora esta justificación ya no es válida: la Rusia democrática no puede ser una amenaza para la libertad y la civilización.

… nosotros os hacemos un llamamiento: desembarazaos del yugo de vuestro gobierno autocrático, como el pueblo ruso ha barrido a la autocracia zarista; así, uniendo nuestros esfuerzos, detendremos la horrible carnicería que es la vergüenza de la humanidad y ensombrece los grandes momentos del nacimiento de la libertad rusa.

Trabajadores de todos los países: tendiendo nuestras manos como hermanos por encima de las montañas de los cuerpos de nuestros muertos, por encima de los ríos de lágrimas y de sangre vertida inocentemente, por encima de las ruinas todavía humeantes de las ciudades y de los pueblos, os hacemos un llamamiento para restaurar la unidad internacional.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

27 de marzo de 1917

Soviet de Diputados de Obreros y Soldados de Petrogrado

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