lunes, marzo 5

La escasez de pan se agudiza en Petrogrado, se decreta el racionamiento


Petrogrado (20 de Febrero de 1917).- Las autoridades de la ciudad anunciaron el racionamiento de pan a partir del 1 de marzo. La medida extrema se adopta luego de varias semanas en que las panaderías no han podido cubrir la demanda del producto.

Esta situación viene a empeorar las cosas ya de por sí difíciles como resultado de la grave situación económica. La escasez de alimentos que viene durando muchos meses alcanzó niveles inéditos en este crudo invierno. Las bajas temperaturas (-14 ºC) no tienen precedentes en la última década; y la nieve se acumula sin que hayan esfuerzos por limpiar las vías. En el campo, miles de vagones cargados de alimentos, forraje y combustible han quedado varados sin poder moverse siquiera.

Ya antes del invierno, el sistema de ferrocarriles había perdido 25% de unidades desde el inicio de la guerra. Además, las vías se han venido deteriorando durante los años recientes. Por si fuera poco, el mantenimiento es deficiente lo que permite pronosticar mayores pérdidas.

Debido a la escasez de combustible, las fábricas y comercios han tenido que recortar sus horas de funcionamiento y crece el número de los que se ven obligados a parar sus operaciones.

Mientras tanto la inflación iniciada a fines de 1915 se agudiza, los precios de los productos se disparan y el gobierno imprime cantidades crecientes de moneda sin respaldo. Desde julio de 1914 en que se suspendió la convertibilidad, Rusia es el país beligerante que más ha recurrido a la emisión de moneda. A la fecha, sólo el 16% de la moneda en circulación cuenta con respaldo de oro. Por su parte, los salarios pierden continuamente su poder adquisitivo perjudicando a las clases pobres que no cuentan con activos con que protegerse de la pérdida de valor.

El descontento popular alcanza niveles de desesperación. Las huelgas obreras se han hecho frecuentes, al igual que los lockouts o cierres ordenados por los patrones. Las manifestaciones callejeras se están generalizando, incorporando a personas que antes jamás hubieran pensado en participar en alguna. El enfrentamiento de clases va adquiriendo niveles descarnados: es directo y franco.

Las colas para la compra del pan se han vuelto cosa de todos los días, y cada vez es más difícil adquirir ese producto básico en la dieta de la población. La gente se pasa horas en las filas en espera de la hora de venta, propiciando que se conviertan en verdaderos foros donde se discute de manera abierta la crítica situación económica y política. No hay noticia, información o rumor que no pase por estas colas del pan.

El anuncio del racionamiento ha generado temor en la población. Algunos han reaccionado de manera violenta, atacando panaderías y comercios con el fin de saquearlos. La situación se agrava y se respira un ambiente tenso.

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