He esbozado varias tesis que ofreceré con algunos breves comentarios. No he podido, por falta de tiempo, preparar un informe completo y sistematizado.
La cuestión fundamental es nuestra actitud ante la guerra. Lo principal que uno confronta cuando lee los periódicos de Rusia y observa las condiciones aquí, es el triunfo del defensismo, la victoria de los traidores del socialismo, el engaño de las masas por la burguesía. Uno es impactado entre los ojos por el hecho de que en el movimiento socialista de Rusia exista la misma situación que en otros países: defensismo, “la defensa de la patria”. La diferencia es ésta: en ningún otro lugar existe el grado de libertad que tenemos, y sobre nosotros recae la responsabilidad ante el conjunto del proletariado internacional. El nuevo Gobierno, como el anterior, es imperialista, a pesar de la promesa de la república. Es imperialista de lado a lado.
Tesis I. En nuestra actitud ante la guerra, que de parte de Rusia -aún bajo el nuevo Gobierno de Lvov y Cía.- incondicionalmente continúa siendo una guerra imperialista depredadora, debido a la naturaleza capitalista de este Gobierno, es inaceptable hacer la más ligera concesión al “defensismo revolucionario”.
El proletariado consciente puede dar su aprobación a una guerra revolucionaria, justificando realmente el defensismo revolucionario, sólo bajo las siguientes condiciones: a) la transferencia del poder a las manos del proletariado y su aliado, la capa más pobre del campesinado; b) la renuncia a todas las anexiones de hecho y no sólo de palabra; c) una completa, en la práctica, ruptura con los intereses del capitalismo.
En vista de la indudable honestidad de la masa de representantes del defensismo revolucionario que aceptan la guerra sólo como una necesidad y no en aras de conquistas, en vista de que son engañados por la burguesía, es necesario con especial detalle, persistencia y paciencia hacerles ver su error, explicarles el indisoluble lazo entre el capitalismo y la guerra imperialista, demostrar que sin el derrocamiento del capitalismo es imposible concluir la guerra con una paz democrática, sin opresión.
Esta idea debe ser ampliamente difundida entre las unidades del ejército en el frente.
Confraternización
En nuestra actitud hacia la guerra aún bajo el nuevo Gobierno, que sigue siendo un gobierno imperialista, es inaceptable para nosotros hacer la más pequeña concesión al defensismo. Las masas consideran este asunto desde un punto de vista práctico no teórico. Ellos dicen: “Queremos defender la Patria pero no apropiarnos de territorio ajeno”. ¿Cuándo podemos considerar una guerra como nuestra? Cuando hay una completa renuncia a las anexiones.
Las masas se acercan a esta cuestión no teóricamente sino prácticamente. Nuestro error radica en nuestra aproximación teórica. El proletariado consciente puede aprobar una guerra revolucionaria que realmente justifique el defensismo revolucionario. La cuestión debe ser puesta a la masa de soldados de manera práctica, porque no hay otra forma. No somos de ninguna manera pacifistas. Sin embargo, la cuestión fundamental es: ¿Qué clase está haciendo la guerra? La clase capitalista, ligada a los bancos, no puede hacer sino una guerra imperialista… Steklov, Chjeídze, han olvidado todo. Leyendo la resolución del Soviet de Diputados Obreros, uno se sorprende que gente que se llama a sí misma socialista pueda haber adoptado tal resolución.
Lo que es peculiar en Rusia es la gigantescamente rápida transición de la violencia salvaje al más exquisito engaño. La cuestión fundamental es la renuncia a las anexiones no de palabra sino de hecho. Rech está aullando por la declaración de la Socialdemocracia de que la incorporación de Courland en Rusia es anexión. Pero anexión es el acto de incorporar cualquier país distinguible por sus peculiaridades nacionales; es toda incorporación de una nación contra su voluntad, sin importar si tiene un idioma propio, en tanto se considere a sí misma una nación diferente. Esto es un prejuicio de los Gran Rusos, cultivado por siglos.
La guerra puede ser concluida sólo mediante una completa ruptura con el capitalismo internacional. La guerra fue causada no por individuos separados sino por el capital financiero. Romper con el capitalismo internacional no es fácil pero tampoco es un asunto fácil poner fin a la guerra. Es infantil e ingenuo suponer que la guerra puede ser detenida a voluntad, por uno de los lados… Zimmerwald, Kienthal… A nosotros más que a cualquier otro corresponde el deber de defender el honor del socialismo internacional. La dificultad de la aproximación…
En vista de la incuestionable prevalencia del espiritu defensista entre las amplias capas de las masas que aceptan la guerra sólo por necesidad y no en nombre de las conquistas, debemos explicarles con especial detalle, pacientemente, insistentemente, que es imposible terminar la guerra con una paz sin opresión a menos que el capitalismo sea derrocado. Es necesario desarrollar esta idea ampliamente, con el mayor alcance posible. Los soldados exigen una respuesta concreta a la cuestión: cómo terminar la guerra. Pero prometer al pueblo que podemos terminar la guerra solamente mediante las buenas intenciones de pocos individuos, eso es charlatanería política. Debemos advertir a las masas. La revolución es una cosa difícil. Los errores son inevitables. Nuestro error es que no hemos expuesto las verdaderas raíces del defensismo revolucionario. El defensismo revolucionario es traición al socialismo. No es suficiente limitarnos… El error debe ser admitido. ¿Qué hacer? Debemos explicarnos. Cómo dar a quienes no entienden lo que es el socialismo… No somos charlatanes. Debemos basarlos sólo en la consciencia de las masas. Y si es necesario quedar en minoría: entonces que así sea. Es bueno ceder el liderazgo por un momento; no debemos temer quedar en minoría. Cuando Guchkov y Lvov dicen que no quieren conquistas, ¡son unos mentirosos! Cuando un obrero dice que quiere defender al país, lo que en él habla es el instinto del oprimido.
Tesis II. La peculiaridad del presente momento en Rusia consiste en la transición de la primera etapa de la revolución, que ha dado el poder a la burguesía tomando en cuenta la inadecuada organización del proletariado, a su segunda etapa, que debe dar el poder al proletariado y las capas pobres del campesinado.
La transición está caracterizada, de una parte, por el máximo de legalidad (Rusia es ahora el país más libre de todos los países beligerantes del mundo); y, de otra parte, por la ausencia de la opresión de las masas, y finalmente, por su confianza y su actitud ante el gobierno de los capitalistas, los peores enemigos de la paz y el socialismo. Esta peculiaridad del momento actual nos exige una habilidad para adaptarnos a las especiales condiciones del trabajo partidario entre las, sin precedentes, amplias masas del proletariado recientemente despertadas a la vida política.
¿Por qué no tomaron el poder? Steklov dice que fue porque esto y eso, y esta cosa y otra. Son necedades. La razón es que el proletariado no es suficientemente consciente ni está suficientemente organizado. Eso tenemos que reconocerlo. La fuerza material está en las manos del proletariado pero la burguesía tuvo consciencia y estuvo alerta. Eso es un tremendo hecho. Pero es necesario reconocerlo francamente, y decirle al pueblo directamente que no tomamos el poder porque no estuvimos organizados ni conscientes.
Millones están siendo empobrecidos, millones muertos. Los países más avanzados se están arruinando, y consecuentemente serán confrontados con el problema.
La transición de la primera etapa a la segunda – la transición del poder al proletariado y el campesinado- está caracterizada, de una parte, por el máximo de legalidad (Rusia es ahora el país mas libre, el país más avanzado del mundo): y, de otra, por la confiada e insconciente actitud de las masas hacia el Gobierno. Incluso nuestros bolcheviques demuestran confianza en el Gobierno. Eso sólo puede ser explicado por la intoxicación incidental a la revolución. Esa es la muerte del socialismo. Ustedes, camaradas, tienen confianza en el Gobierno. Si esa es su posición, nuestros caminos se separan. Prefiero permanecer en minoría. Un Liebknecht es más valioso que 110 defensistas del tipo de Steklov y Chjeídze. Si ustedes simpatizan con Liebknecht y extienden aunque sea un dedo a los defensistas – esto será una traición al socialismo internacional. Debemos hablar al pueblo sin usar palabras en latín. Debemos hablar simple e inteligiblemente. Ellos tienen el derecho… nosotros debemos adaptarnos… debemos hacer la transición… pero debemos hacerlo. Nuestra línea probará que es la correcta. Si nos alejamos de esa gente, todos los oprimidos vendrán a nuestro lado, porque la guerra los traerá a nosotros. Ellos no tienen otra salida.
Tesis III. Ningún apoyo de ninguna clase al Gobierno Provisional. Debemos exponer la total falsedad de todas sus promesas, particularmente su renuncia a las anexiones. Debemos desenmascarar la inaceptable ilusión – la educada “exigencia” a este Gobierno, el gobierno de los capitalistas, para que deje de ser imperialista.
Prvada exige del Gobierno que renuncie a las anexiones. Demandar al gobierno de los capitalistas que renuncie a las anexiones – ¡qué absurdo! Escandalosa burla de…
Desde el punto de vista científico, es una nube de engaño, el que todo el proletariado internacional, todo… Es hora de admitir el error. ¡Haberlo hecho con saludos y resoluciones! Es tiempo de dedicarnos a los asuntos. Debemos proceder sobrios, prácticos…
Tesis IV. Reconocer el hecho de que, en la mayoría de los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados, nuestro partido constituye una minoría, y peor aún una débil minoría, frente al bloque de todos los elementos pequeñoburgueses, desde los socialistas populistas y los eseristas hasta el Comité de Organización, Steklov, et., etc. (Chjeídze, Tseretelli, etc.) – quienes se han rendido a la influencia de la burguesía, y han extendido esta influencia al proletariado.
Debemos explicar a las masas que el Soviet de Diputados de Obreros es la única forma posible de gobierno revolucionario; y nuestra tarea es -mientras este Gobierno esté sometido a la influencia de la burguesía- una paciente, sistemática y persistente explicación a las masas del error de sus tácticas, una explicación especialmente adaptada a las necesidades prácticas de las masas.
En tanto permanezcamos en minoría, conduciremos un trabajo de crítica y de explicación de errores, abogando además por la necesidad de transferir el poder del Estado en su integridad a los Soviets de Diputados de Obreros, para que las masas puedan aprender cómo superar sus errores.
Nosotros, los bolcheviques, tenemos el hábito de adoptar un máximo de revolucionarismo. Pero eso no es suficiente. Es necesario analizar… El gobierno real es el Soviet de Diputados de Obreros. Pensar de otra forma es caer en el anarquismo. Es aceptado que en el Soviet nuestro partido está en minoría. Debemos explicar a las masas que el Soviet de Diputados de Obreros es el único gobierno posible, nunca visto antes en el mundo, excepto la Comuna. ¿Qué si la mayoría del Soviet de Diputados de Obreros sostiene el punto de vista defensista? Eso no puede evitarse. Nos queda sólo explicar paciente, insistente, sistemáticamente el error de sus tácticas.
En tanto estemos en minoría, haremos un trabajo de crítica para liberar a las masas del engaño. No queremos que las masas nos crean sólo porque lo decimos; nosotros no somos charlatanes. Queremos que las masas sean liberadas de sus errores por experiencia.
El Manifiesto de los Soviets de Diputados de Obreros –no hay en él una palabra imbuída de consciencia de clase. No hay nada sino frases. La única cosa que puede arruinar todo lo revolucionario es la frase, la lisonjería del pueblo revolucionario. Todo el marxismo enseña a no sucumbir a la frase revolucionaria, especialmente en el momento en que es particularmente corriente.
Tesis V. No a la república parlamentaria – retornar a él, desde el Soviet de Diputados de Obreros, sería un paso atrás- sino una República de Soviets de Diputados de Obreros, Braceros y Campesinos, de arriba abajo.
Abolición de la policía, el ejército y la oficialidad.
Los salarios de todos los funcionarios no excederán del salario promedio de un trabajor competente; todos los funcionarios serán elegidos y serán sujetos a remoción en cualquier momento.
Esta es la lección que nos enseña la Comuna francesa, una lección olvidada por Kautsky, pero enseñada por los obreros en los años 1905 y 1917. La experiencia de esos años nos enseña que… no debemos permitir el restablecimiento de la policía, no debemos permitir el restablecimiento del viejo ejército. Debemos cambiar nuestro programa; está anticuado. El Soviet de Diputados de Obreros y Soldados es un paso al socialismo. No policía, no ejército, no a la oficialidad. La Asamblea Constituyente debe ser convocada, pero ¿por quién? Las resoluciones son escritas para ser archivadas o tijereteadas. Sería una suerte ver la Asamblea Constituyente reunida mañana, pero sería ingenuo creer que Guchkov convocará la Asamblea Constituyente. Todo ese parloteo acerca de obligar al Gobierno Provisional a convocar a la Asamblea Constituyente son mentiras huecas al por mayor. Hubo revoluciones del pasado, pero la policía permaneció; hubo revoluciones en el pasado, pero los funcionarios y el resto continuó. Ahí está la razón de la ruina de las revoluciones. Los Soviets de Diputados de Obreros es el único gobierno que puede convocar esta Asamblea. Todos hemos aceptado los Soviets pero hemos fallado en comprender su significado. De esta forma de gobierno estamos sacando a la Internacional, que va a la cola de la burguesía.
La república burguesa no puede resolver la cuestión [de la guerra], porque esta sólo puede ser acordada a una escala internacional. No prometemos emancipar, pero diremos que sólo bajo esta forma (Soviets de Diputados de Obreros y Soldados) puede hacerse. No otro gobierno sino el de los Soviets de Diputados de Obreros y Braceros. Si hablamos de la Comuna, no nos dejaremos entender. Pero si decimos: Reemplacemos la policía con los Soviets de Diputados de Obreros y Braceros, aprendan a gobernar, nadie nos detendrá – (esto será comprendido). El arte de gobernar no se puede sacar de los libros. Se tiene que experimentar, cometer errores y aprender a gobernar.
Tesis VI. En el programa agrario – el centro de gravedad debe ser cambiado al Soviet de Diputados de Braceros. La confiscación de toda la propiedad terrateniente. Nacionalización de todas las tierras del país. La administración de las tierras estará en manos de los Soviets de Diputados de Braceros y Campesinos locales. Creación de Soviets de Diputados entre los campesinos más pobres. Creación de establecimientos modelo de gran extensión (de 100 a 300 dessiatins, dependiendo de la localidad y de otras condiciones y de acuerdo con los estimados de las instituciones locales) bajo control del Soviet de Diputados de Braceros y a costa del erario público.
¿Qué es el campesinado? No lo sabemos. No hay estadísticas pero sabemos que es una fuerza.
Si ellos toman la tierra, tengan la seguridad de que no la devolverán, ni pedirán permiso. El eje del programa ha cambiado. El centro de gravedad son los Soviets de Diputados de Braceros. Si la revolución no es asegurada por el campesino ruso, será asegurada por el obrero alemán.
El mujik de Tambov.
Ningún pago por el primer dessiatin, un rublo por el segundo, dos rublos por el tercero. Tomaremos la tierra, y el terrateniente nunca podrá recuperarlo.
Agricultura sobre base comunal.
Es necesario crear Soviets de Diputados aparte entre los campesinos más pobres. Existen el mujik, el campesino medio y el trabajador agrícola. Aún si este último recibe tierra, será incapaz de construir una granja. Es necesario crear establecimientos modelo de gran extensión de tierra, manejados sobre una base comunal, con la administración en manos de los Soviets de Diputados de Braceros.
Hay grandes propiedades.
Tesis VII. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un único banco nacional general, sobre el que el Soviet de Diputados Obreros tendrá el control.
“Un banco es una forma de contabilidad social” (Marx) La guerra enseña Economía. Todos saben que los bancos saquean las fuerzas nacionales. Los bancos son los nervios del sistema, el punto focal de la vida económica nacional. No podemos tomar los bancos en nuestras manos pero abogaremos por su fusión bajo el control de los Soviets de Diputados de Obreros.
Tesis VIII. No a la “introducción” del socialismo como nuestra tarea inmediata, pero ubicación inmediata de la producción social y la distribución de los bienes bajo el control de los Soviets de Diputados de Obreros.
La vida y la revolución están empujando a la Asamblea Constituyente hacia el fondo. No es importante escribir leyes en papel, sino que es importante ponerlos en efecto. La dictadura del proletariado existe pero nadie sabe qué hacer con él (Marx… sólo eso ha madurado en la actualidad). El capitalismo se convertido en capitalismo de estado.
Tesis IX. Las tareas del Partido:
1. Partido del Congreso, de inmediato.
2. Cambiar el partido del programa, principalmente:
· Sobre el imperialismo,
· Sobre la actitud hacia el Estado, y nuestra demanda por una “Estado-Comuna”,
· Enmendar nuestro desactualizado programa mínimo
3. Cambiar el nombre del partido.
Tesis X. Reconstruir la Internacional.
Debemos tomar la iniciativa en la creación de una Internacional revolucionaria, una Internacional contra los socialchovinistas y contra el “centro”.
Sumario
El Soviet de Diputados de Obreros ha sido creado; ejerce una enorme influencia. Cualquiera instintivamente simpatiza con él. En ese instinto hay más idea revolucionaria que en todas las frases revolucionarias. Si los Soviets de Diputados de Obreros demuestran capacidad para tomar las riendas en sus manos – la causa de la libertad está asegurada. Aún si se escriben las mejores leyes – ¿quién las ejecutará? Los mismos funcionarios, pero ellos están conectados con la burguesía. No debemos decir a las masas “entiendan el socialismo” sino “adopten el socialismo”. El capitalismo ha avanzado, la capitalismo de guerra es diferente del capitalismo de pre-guerra.
Con base en las conclusiones tácticas, es necesario tomar medidas prácticas. Es necesario llamar inmediatamente a un Congreso del Partido, es necesario revisar el programa. Una gran parte de él es anticuado. Es necesario cambiar el programa mínimo.
Personalmente y hablando por mí mismo, propongo que cambiemos el nombre del Partido, que lo llamemos Partido Comunista. La gente entenderá el nombre “Comunista”. La mayoría de los socialdemócratas oficiales han traicionado el socialismo. Liebknecht es el único socialdemócrata. ¿Tienen miedo de regresar a los viejos recuerdos? Pero cambiemos nuestra ropa, quitémonos la camisa sucia y pongámonos una limpia.
¿Por qué rechazar toda la experiencia de la lucha mundial?
La mayoría de los socialdemócratas del mundo ha traicionado al socialismo y se ha pasado al lado de sus gobiernos (Scheidemann, Plejánov, Guesde). ¿Qué hacer para tener el acuerdo de Scheidemann? Este punto de vista es la muerte del socialismo. Enviar un radio telegrama a Scheidemann [proponiéndole] la terminación de la guerra… es un absurdo.
El nombre socialdemócrata es inexacto. No se aten al viejo nombre que está podrido de lado a lado. Tengan la fuerza de voluntad para construir un nuevo Partido… y todos los oprimidos estarán con nosotros.
En Zimmerwald y Kienthal, el Centro, Rabochaya Gazeta, predominó. Probaremos lo que toda la experiencia ha demostrado. Declaremos que hemos formado una izquierda y que hemos roto con el centro….
La tendencia de la izquierda de Zimmerwald existe en todos los países del mundo. Las masas deben entender que el socialismo se ha dividido a través del mundo. Los defensistas han renunciado al socialismo. Liebknecht solo… el futuro es suyo.
Yo escucho que en Rusia hay una tendencia a la unificación. La unificación con los defensistas – eso es una traición al socialismo. Pienso que es mejor estar solo como Liebknecht – uno contra ciento diez.
La cuestión fundamental es nuestra actitud ante la guerra. Lo principal que uno confronta cuando lee los periódicos de Rusia y observa las condiciones aquí, es el triunfo del defensismo, la victoria de los traidores del socialismo, el engaño de las masas por la burguesía. Uno es impactado entre los ojos por el hecho de que en el movimiento socialista de Rusia exista la misma situación que en otros países: defensismo, “la defensa de la patria”. La diferencia es ésta: en ningún otro lugar existe el grado de libertad que tenemos, y sobre nosotros recae la responsabilidad ante el conjunto del proletariado internacional. El nuevo Gobierno, como el anterior, es imperialista, a pesar de la promesa de la república. Es imperialista de lado a lado.
Tesis I. En nuestra actitud ante la guerra, que de parte de Rusia -aún bajo el nuevo Gobierno de Lvov y Cía.- incondicionalmente continúa siendo una guerra imperialista depredadora, debido a la naturaleza capitalista de este Gobierno, es inaceptable hacer la más ligera concesión al “defensismo revolucionario”.
El proletariado consciente puede dar su aprobación a una guerra revolucionaria, justificando realmente el defensismo revolucionario, sólo bajo las siguientes condiciones: a) la transferencia del poder a las manos del proletariado y su aliado, la capa más pobre del campesinado; b) la renuncia a todas las anexiones de hecho y no sólo de palabra; c) una completa, en la práctica, ruptura con los intereses del capitalismo.
En vista de la indudable honestidad de la masa de representantes del defensismo revolucionario que aceptan la guerra sólo como una necesidad y no en aras de conquistas, en vista de que son engañados por la burguesía, es necesario con especial detalle, persistencia y paciencia hacerles ver su error, explicarles el indisoluble lazo entre el capitalismo y la guerra imperialista, demostrar que sin el derrocamiento del capitalismo es imposible concluir la guerra con una paz democrática, sin opresión.
Esta idea debe ser ampliamente difundida entre las unidades del ejército en el frente.
Confraternización
En nuestra actitud hacia la guerra aún bajo el nuevo Gobierno, que sigue siendo un gobierno imperialista, es inaceptable para nosotros hacer la más pequeña concesión al defensismo. Las masas consideran este asunto desde un punto de vista práctico no teórico. Ellos dicen: “Queremos defender la Patria pero no apropiarnos de territorio ajeno”. ¿Cuándo podemos considerar una guerra como nuestra? Cuando hay una completa renuncia a las anexiones.
Las masas se acercan a esta cuestión no teóricamente sino prácticamente. Nuestro error radica en nuestra aproximación teórica. El proletariado consciente puede aprobar una guerra revolucionaria que realmente justifique el defensismo revolucionario. La cuestión debe ser puesta a la masa de soldados de manera práctica, porque no hay otra forma. No somos de ninguna manera pacifistas. Sin embargo, la cuestión fundamental es: ¿Qué clase está haciendo la guerra? La clase capitalista, ligada a los bancos, no puede hacer sino una guerra imperialista… Steklov, Chjeídze, han olvidado todo. Leyendo la resolución del Soviet de Diputados Obreros, uno se sorprende que gente que se llama a sí misma socialista pueda haber adoptado tal resolución.
Lo que es peculiar en Rusia es la gigantescamente rápida transición de la violencia salvaje al más exquisito engaño. La cuestión fundamental es la renuncia a las anexiones no de palabra sino de hecho. Rech está aullando por la declaración de la Socialdemocracia de que la incorporación de Courland en Rusia es anexión. Pero anexión es el acto de incorporar cualquier país distinguible por sus peculiaridades nacionales; es toda incorporación de una nación contra su voluntad, sin importar si tiene un idioma propio, en tanto se considere a sí misma una nación diferente. Esto es un prejuicio de los Gran Rusos, cultivado por siglos.
La guerra puede ser concluida sólo mediante una completa ruptura con el capitalismo internacional. La guerra fue causada no por individuos separados sino por el capital financiero. Romper con el capitalismo internacional no es fácil pero tampoco es un asunto fácil poner fin a la guerra. Es infantil e ingenuo suponer que la guerra puede ser detenida a voluntad, por uno de los lados… Zimmerwald, Kienthal… A nosotros más que a cualquier otro corresponde el deber de defender el honor del socialismo internacional. La dificultad de la aproximación…
En vista de la incuestionable prevalencia del espiritu defensista entre las amplias capas de las masas que aceptan la guerra sólo por necesidad y no en nombre de las conquistas, debemos explicarles con especial detalle, pacientemente, insistentemente, que es imposible terminar la guerra con una paz sin opresión a menos que el capitalismo sea derrocado. Es necesario desarrollar esta idea ampliamente, con el mayor alcance posible. Los soldados exigen una respuesta concreta a la cuestión: cómo terminar la guerra. Pero prometer al pueblo que podemos terminar la guerra solamente mediante las buenas intenciones de pocos individuos, eso es charlatanería política. Debemos advertir a las masas. La revolución es una cosa difícil. Los errores son inevitables. Nuestro error es que no hemos expuesto las verdaderas raíces del defensismo revolucionario. El defensismo revolucionario es traición al socialismo. No es suficiente limitarnos… El error debe ser admitido. ¿Qué hacer? Debemos explicarnos. Cómo dar a quienes no entienden lo que es el socialismo… No somos charlatanes. Debemos basarlos sólo en la consciencia de las masas. Y si es necesario quedar en minoría: entonces que así sea. Es bueno ceder el liderazgo por un momento; no debemos temer quedar en minoría. Cuando Guchkov y Lvov dicen que no quieren conquistas, ¡son unos mentirosos! Cuando un obrero dice que quiere defender al país, lo que en él habla es el instinto del oprimido.
Tesis II. La peculiaridad del presente momento en Rusia consiste en la transición de la primera etapa de la revolución, que ha dado el poder a la burguesía tomando en cuenta la inadecuada organización del proletariado, a su segunda etapa, que debe dar el poder al proletariado y las capas pobres del campesinado.
La transición está caracterizada, de una parte, por el máximo de legalidad (Rusia es ahora el país más libre de todos los países beligerantes del mundo); y, de otra parte, por la ausencia de la opresión de las masas, y finalmente, por su confianza y su actitud ante el gobierno de los capitalistas, los peores enemigos de la paz y el socialismo. Esta peculiaridad del momento actual nos exige una habilidad para adaptarnos a las especiales condiciones del trabajo partidario entre las, sin precedentes, amplias masas del proletariado recientemente despertadas a la vida política.
¿Por qué no tomaron el poder? Steklov dice que fue porque esto y eso, y esta cosa y otra. Son necedades. La razón es que el proletariado no es suficientemente consciente ni está suficientemente organizado. Eso tenemos que reconocerlo. La fuerza material está en las manos del proletariado pero la burguesía tuvo consciencia y estuvo alerta. Eso es un tremendo hecho. Pero es necesario reconocerlo francamente, y decirle al pueblo directamente que no tomamos el poder porque no estuvimos organizados ni conscientes.
Millones están siendo empobrecidos, millones muertos. Los países más avanzados se están arruinando, y consecuentemente serán confrontados con el problema.
La transición de la primera etapa a la segunda – la transición del poder al proletariado y el campesinado- está caracterizada, de una parte, por el máximo de legalidad (Rusia es ahora el país mas libre, el país más avanzado del mundo): y, de otra, por la confiada e insconciente actitud de las masas hacia el Gobierno. Incluso nuestros bolcheviques demuestran confianza en el Gobierno. Eso sólo puede ser explicado por la intoxicación incidental a la revolución. Esa es la muerte del socialismo. Ustedes, camaradas, tienen confianza en el Gobierno. Si esa es su posición, nuestros caminos se separan. Prefiero permanecer en minoría. Un Liebknecht es más valioso que 110 defensistas del tipo de Steklov y Chjeídze. Si ustedes simpatizan con Liebknecht y extienden aunque sea un dedo a los defensistas – esto será una traición al socialismo internacional. Debemos hablar al pueblo sin usar palabras en latín. Debemos hablar simple e inteligiblemente. Ellos tienen el derecho… nosotros debemos adaptarnos… debemos hacer la transición… pero debemos hacerlo. Nuestra línea probará que es la correcta. Si nos alejamos de esa gente, todos los oprimidos vendrán a nuestro lado, porque la guerra los traerá a nosotros. Ellos no tienen otra salida.
Tesis III. Ningún apoyo de ninguna clase al Gobierno Provisional. Debemos exponer la total falsedad de todas sus promesas, particularmente su renuncia a las anexiones. Debemos desenmascarar la inaceptable ilusión – la educada “exigencia” a este Gobierno, el gobierno de los capitalistas, para que deje de ser imperialista.
Prvada exige del Gobierno que renuncie a las anexiones. Demandar al gobierno de los capitalistas que renuncie a las anexiones – ¡qué absurdo! Escandalosa burla de…
Desde el punto de vista científico, es una nube de engaño, el que todo el proletariado internacional, todo… Es hora de admitir el error. ¡Haberlo hecho con saludos y resoluciones! Es tiempo de dedicarnos a los asuntos. Debemos proceder sobrios, prácticos…
Tesis IV. Reconocer el hecho de que, en la mayoría de los Soviets de Diputados de Obreros y Soldados, nuestro partido constituye una minoría, y peor aún una débil minoría, frente al bloque de todos los elementos pequeñoburgueses, desde los socialistas populistas y los eseristas hasta el Comité de Organización, Steklov, et., etc. (Chjeídze, Tseretelli, etc.) – quienes se han rendido a la influencia de la burguesía, y han extendido esta influencia al proletariado.
Debemos explicar a las masas que el Soviet de Diputados de Obreros es la única forma posible de gobierno revolucionario; y nuestra tarea es -mientras este Gobierno esté sometido a la influencia de la burguesía- una paciente, sistemática y persistente explicación a las masas del error de sus tácticas, una explicación especialmente adaptada a las necesidades prácticas de las masas.
En tanto permanezcamos en minoría, conduciremos un trabajo de crítica y de explicación de errores, abogando además por la necesidad de transferir el poder del Estado en su integridad a los Soviets de Diputados de Obreros, para que las masas puedan aprender cómo superar sus errores.
Nosotros, los bolcheviques, tenemos el hábito de adoptar un máximo de revolucionarismo. Pero eso no es suficiente. Es necesario analizar… El gobierno real es el Soviet de Diputados de Obreros. Pensar de otra forma es caer en el anarquismo. Es aceptado que en el Soviet nuestro partido está en minoría. Debemos explicar a las masas que el Soviet de Diputados de Obreros es el único gobierno posible, nunca visto antes en el mundo, excepto la Comuna. ¿Qué si la mayoría del Soviet de Diputados de Obreros sostiene el punto de vista defensista? Eso no puede evitarse. Nos queda sólo explicar paciente, insistente, sistemáticamente el error de sus tácticas.
En tanto estemos en minoría, haremos un trabajo de crítica para liberar a las masas del engaño. No queremos que las masas nos crean sólo porque lo decimos; nosotros no somos charlatanes. Queremos que las masas sean liberadas de sus errores por experiencia.
El Manifiesto de los Soviets de Diputados de Obreros –no hay en él una palabra imbuída de consciencia de clase. No hay nada sino frases. La única cosa que puede arruinar todo lo revolucionario es la frase, la lisonjería del pueblo revolucionario. Todo el marxismo enseña a no sucumbir a la frase revolucionaria, especialmente en el momento en que es particularmente corriente.
Tesis V. No a la república parlamentaria – retornar a él, desde el Soviet de Diputados de Obreros, sería un paso atrás- sino una República de Soviets de Diputados de Obreros, Braceros y Campesinos, de arriba abajo.
Abolición de la policía, el ejército y la oficialidad.
Los salarios de todos los funcionarios no excederán del salario promedio de un trabajor competente; todos los funcionarios serán elegidos y serán sujetos a remoción en cualquier momento.
Esta es la lección que nos enseña la Comuna francesa, una lección olvidada por Kautsky, pero enseñada por los obreros en los años 1905 y 1917. La experiencia de esos años nos enseña que… no debemos permitir el restablecimiento de la policía, no debemos permitir el restablecimiento del viejo ejército. Debemos cambiar nuestro programa; está anticuado. El Soviet de Diputados de Obreros y Soldados es un paso al socialismo. No policía, no ejército, no a la oficialidad. La Asamblea Constituyente debe ser convocada, pero ¿por quién? Las resoluciones son escritas para ser archivadas o tijereteadas. Sería una suerte ver la Asamblea Constituyente reunida mañana, pero sería ingenuo creer que Guchkov convocará la Asamblea Constituyente. Todo ese parloteo acerca de obligar al Gobierno Provisional a convocar a la Asamblea Constituyente son mentiras huecas al por mayor. Hubo revoluciones del pasado, pero la policía permaneció; hubo revoluciones en el pasado, pero los funcionarios y el resto continuó. Ahí está la razón de la ruina de las revoluciones. Los Soviets de Diputados de Obreros es el único gobierno que puede convocar esta Asamblea. Todos hemos aceptado los Soviets pero hemos fallado en comprender su significado. De esta forma de gobierno estamos sacando a la Internacional, que va a la cola de la burguesía.
La república burguesa no puede resolver la cuestión [de la guerra], porque esta sólo puede ser acordada a una escala internacional. No prometemos emancipar, pero diremos que sólo bajo esta forma (Soviets de Diputados de Obreros y Soldados) puede hacerse. No otro gobierno sino el de los Soviets de Diputados de Obreros y Braceros. Si hablamos de la Comuna, no nos dejaremos entender. Pero si decimos: Reemplacemos la policía con los Soviets de Diputados de Obreros y Braceros, aprendan a gobernar, nadie nos detendrá – (esto será comprendido). El arte de gobernar no se puede sacar de los libros. Se tiene que experimentar, cometer errores y aprender a gobernar.
Tesis VI. En el programa agrario – el centro de gravedad debe ser cambiado al Soviet de Diputados de Braceros. La confiscación de toda la propiedad terrateniente. Nacionalización de todas las tierras del país. La administración de las tierras estará en manos de los Soviets de Diputados de Braceros y Campesinos locales. Creación de Soviets de Diputados entre los campesinos más pobres. Creación de establecimientos modelo de gran extensión (de 100 a 300 dessiatins, dependiendo de la localidad y de otras condiciones y de acuerdo con los estimados de las instituciones locales) bajo control del Soviet de Diputados de Braceros y a costa del erario público.
¿Qué es el campesinado? No lo sabemos. No hay estadísticas pero sabemos que es una fuerza.
Si ellos toman la tierra, tengan la seguridad de que no la devolverán, ni pedirán permiso. El eje del programa ha cambiado. El centro de gravedad son los Soviets de Diputados de Braceros. Si la revolución no es asegurada por el campesino ruso, será asegurada por el obrero alemán.
El mujik de Tambov.
Ningún pago por el primer dessiatin, un rublo por el segundo, dos rublos por el tercero. Tomaremos la tierra, y el terrateniente nunca podrá recuperarlo.
Agricultura sobre base comunal.
Es necesario crear Soviets de Diputados aparte entre los campesinos más pobres. Existen el mujik, el campesino medio y el trabajador agrícola. Aún si este último recibe tierra, será incapaz de construir una granja. Es necesario crear establecimientos modelo de gran extensión de tierra, manejados sobre una base comunal, con la administración en manos de los Soviets de Diputados de Braceros.
Hay grandes propiedades.
Tesis VII. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un único banco nacional general, sobre el que el Soviet de Diputados Obreros tendrá el control.
“Un banco es una forma de contabilidad social” (Marx) La guerra enseña Economía. Todos saben que los bancos saquean las fuerzas nacionales. Los bancos son los nervios del sistema, el punto focal de la vida económica nacional. No podemos tomar los bancos en nuestras manos pero abogaremos por su fusión bajo el control de los Soviets de Diputados de Obreros.
Tesis VIII. No a la “introducción” del socialismo como nuestra tarea inmediata, pero ubicación inmediata de la producción social y la distribución de los bienes bajo el control de los Soviets de Diputados de Obreros.
La vida y la revolución están empujando a la Asamblea Constituyente hacia el fondo. No es importante escribir leyes en papel, sino que es importante ponerlos en efecto. La dictadura del proletariado existe pero nadie sabe qué hacer con él (Marx… sólo eso ha madurado en la actualidad). El capitalismo se convertido en capitalismo de estado.
Tesis IX. Las tareas del Partido:
1. Partido del Congreso, de inmediato.
2. Cambiar el partido del programa, principalmente:
· Sobre el imperialismo,
· Sobre la actitud hacia el Estado, y nuestra demanda por una “Estado-Comuna”,
· Enmendar nuestro desactualizado programa mínimo
3. Cambiar el nombre del partido.
Tesis X. Reconstruir la Internacional.
Debemos tomar la iniciativa en la creación de una Internacional revolucionaria, una Internacional contra los socialchovinistas y contra el “centro”.
Sumario
El Soviet de Diputados de Obreros ha sido creado; ejerce una enorme influencia. Cualquiera instintivamente simpatiza con él. En ese instinto hay más idea revolucionaria que en todas las frases revolucionarias. Si los Soviets de Diputados de Obreros demuestran capacidad para tomar las riendas en sus manos – la causa de la libertad está asegurada. Aún si se escriben las mejores leyes – ¿quién las ejecutará? Los mismos funcionarios, pero ellos están conectados con la burguesía. No debemos decir a las masas “entiendan el socialismo” sino “adopten el socialismo”. El capitalismo ha avanzado, la capitalismo de guerra es diferente del capitalismo de pre-guerra.
Con base en las conclusiones tácticas, es necesario tomar medidas prácticas. Es necesario llamar inmediatamente a un Congreso del Partido, es necesario revisar el programa. Una gran parte de él es anticuado. Es necesario cambiar el programa mínimo.
Personalmente y hablando por mí mismo, propongo que cambiemos el nombre del Partido, que lo llamemos Partido Comunista. La gente entenderá el nombre “Comunista”. La mayoría de los socialdemócratas oficiales han traicionado el socialismo. Liebknecht es el único socialdemócrata. ¿Tienen miedo de regresar a los viejos recuerdos? Pero cambiemos nuestra ropa, quitémonos la camisa sucia y pongámonos una limpia.
¿Por qué rechazar toda la experiencia de la lucha mundial?
La mayoría de los socialdemócratas del mundo ha traicionado al socialismo y se ha pasado al lado de sus gobiernos (Scheidemann, Plejánov, Guesde). ¿Qué hacer para tener el acuerdo de Scheidemann? Este punto de vista es la muerte del socialismo. Enviar un radio telegrama a Scheidemann [proponiéndole] la terminación de la guerra… es un absurdo.
El nombre socialdemócrata es inexacto. No se aten al viejo nombre que está podrido de lado a lado. Tengan la fuerza de voluntad para construir un nuevo Partido… y todos los oprimidos estarán con nosotros.
En Zimmerwald y Kienthal, el Centro, Rabochaya Gazeta, predominó. Probaremos lo que toda la experiencia ha demostrado. Declaremos que hemos formado una izquierda y que hemos roto con el centro….
La tendencia de la izquierda de Zimmerwald existe en todos los países del mundo. Las masas deben entender que el socialismo se ha dividido a través del mundo. Los defensistas han renunciado al socialismo. Liebknecht solo… el futuro es suyo.
Yo escucho que en Rusia hay una tendencia a la unificación. La unificación con los defensistas – eso es una traición al socialismo. Pienso que es mejor estar solo como Liebknecht – uno contra ciento diez.
(Extraído de las actas de la Conferencia de Toda Rusia del Partido Bolchevique de Marzo de 1917)
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